Pedro Ángel Palou dice que Terra Nostra es una novela apocalíptica de Carlos Fuentes, que a 50 años de su primera edición no se lee porque muchos se creyeron “una gracejada de Carlos Monsiváis”.
“Lamentablemente no se lee. Y la gran tragedia es que es el libro más importante de Carlos Fuentes, el que consideraba él la obra de su vida; por su carácter de obra maestra, de monumento, hace que sea el libro más comentado y menos leído de Fuentes”, expuso el autor de Cinco claves para leer Terra Nostra, durante una conversación en el contexto de su presentación en la FIL Guadalajara 2025.
Entender Terra Nostra
“Es una tragedia, porque festejamos 50 años de un libro del que decía Carlos Monsiváis hace muchos años que se necesitaba una beca para leerlo. Y mi idea de escribir mi libro es desmontar ese mito, hacer de Terra Nostra un libro divertido para los lectores, entretenido, no quitarle complejidad, no supeficializarlo, pero sí explicar cómo acercarse a él, desmontar poco a poco ese mecanismo de relojería que creó Fuentes y releerlo”, comenta el miembro de la llamada Generación del Crack.
Enumera las claves para leer Terra Nostra, a la que Milan Kundera consideró la gran novela mexicana, cuya traductora al inglés, Margaret Sayers, quedó casi ciega después de emprender esa empresa.
“La primera es la clave del lenguaje. Para poder entender Terra Nostra hay que sumergirse en el barroco, hay que saber de la exuberancia del lenguaje, verborreico, un torrente, una cascada de palabras. Pero si hay una gente acostumbrada al barroco, es el mexicano.
“La segunda clave es la estructura: si entendemos que el libro está dividido en partes y que cada parte tiene subpartes, que no son capítulos formales: el Viejo Mundo, el Nuevo Mundo y el Otro Mundo. Cuando se publica la novela en 75, era una novela distópica, cuando no se hablaba de distopías, que buscaba saber qué iba a pasar con la humanidad y la hispanidad en particular cuando llegáramos al 2000, es una novela apocalíptica, en la cual la estructura es fundamental”, expone el narrador y ensayista.
Agrega que otra clave son los personajes que se cruzan entre uno y otro mundo y a veces se cambian.
“Un personaje en un momento de la novela es otro personaje. Fuentes decía que era una novela que buscaba eliminar al sujeto, al personaje literario, al sujeto histórico, y construir identidades que se fueran cambiando, La Celestina se vuelve La Malinche, Felipe II se vuelve Hernán Cortés, Moctezuma aparece pero luego es un personaje que se llama Ludovico y el fraile es un teólogo. Los personajes son fundamentales si entendemos que se transmutan como la alquimia y cambia de identidad”.
Además, otra clave es el festín, la gula, la comida, una exuberancia que casa muy bien con la barroca.
“Terra Nostra es una novela pantagruélica, rabelesiana, de lo que significó en el español en un momento de precariedad y de pobreza encontrarse con este país (México) absolutamente exuberante, lleno de frutas, de comidas. Esa exuberancia casa muy bien con la exuberancia barroca, pero explica de alguna manera por qué los latinoamericanos, en especial los mexicanos, tan lleno de heridas, no han sido cerradas, ni serán cerradas, pero también nos revela quiénes somos, nuestra propia identidad”.
Más influyente para los escritores europeos que para los mexicanos
Palou reconoce la influencia que Terra Nostra ha tenido en escritores centroeuropeos como el checo Kundera, el serbio Goran Petrović, el rumano Mircea Cărtărescu y lamenta que en México no sea igual.
“Sí es más influyente para los escritores europeos que para los mexicanos, quienes se creyeron la gracejada de Monsiváis de que si hay que tener una beca, mejor no la leo”, añade el crítico literario.
Subraya que muchos críticos y lectores mexicanos se quedaron con la imagen pública de Fuentes, pero que los años que han pasado desde la muerte del Premio Cervantes 1987 permiten leerlo como escritor.
“Sus años de ausencia nos permiten leerlo como escritor, sin la lectura pública; el tiempo permite ahora leerlo ya sin la anteojera de la figura pública, y leer simplemente esta novela como lo que es: una novela absolutamente reveladora de lo que es nuestra identidad y nuestros conflictos”, dice Palou.
Y sostiene que su visión apocalíptica y distópica de 1975 en ella que apuntaba al 2000 se cumplió.
“Nunca se hablaba en 1975 del cambio climático y lo que pasa en esos últimos capítulos de la novela en el Sena, en París, tiene que ver con el cambio climático, además de una locura que antecede a Aura: hay un apareamiento entre una mujer y un hombre, transgénero, y no había una discusión sobre el cambio de género, y el personaje se vuelve transgénero.
“Fuentes estaba leyendo el futuro. Y en la parte que a mí más me interesa y le dedico un buen capítulo en Cinco claves para leer Terra Nostra (Ariel, 2025) es como en 1975 Fuentes empieza a decir que la máquina va a destruir a la humanidad, es eso que él prevé que va a pasar en el 2000, en el capítulo “El otro mundo”, cuando esa máquina que nos destruye es el capitalismo voraz. Así que sí se cumplió la predicción”, dice el autor también de Todos los miedos, No me dejen morir así y México, la novela.
hc