Previo al Día de Muertos, las y los mexicanos nos preparamos para recibir a todos nuestros seres queridos que, por diversos motivos ya no se encuentran en este plano. Ya sea con una ofrenda o hasta acudieron a visitaros al panteón, nos preparamos para estas fechas especiales donde rendimos culto a la muerte. ¿Es cierto que perros y gatos nos ayudan a cruzar?
Si México se caracteriza por algo, es sin duda alguna por sus leyendas y tradiciones. Éstas son tan importantes que incluso hay una película de Disney y Pixar que llevó la cultura a todos los rincones del mundo. Nos referimos a Coco y la manera en la que representa a las mascotas como guías espirituales.
¿Es cierto que las mascotas fallecidas nos ayudan a cruzar?
El 27 de octubre, la ofrenda se dedica a todas las mascotas que ya no están en este plano. Las y los dueños de estos seres los recordamos con fotos, comida y hasta sus juguetes favoritos pues se cree que ellos llegan desde las 12:00 horas de ese día y se van al marcar el reloj la medianoche.
Las mascotas se han convertido en parte tan importante de nuestra vida que hasta las heos incluido en el más allá. ¿Cómo? Presuntamente guiándonos a cruzar al que fungirá como nuestra última morada.
La leyenda principal que describe a un animal ayudando a las almas a cruzar al más allá proviene de la cosmovisión mexica (azteca) y está centrada en el perro Xoloitzcuintle.
Según la mitología mexica, después de la muerte, el alma debe emprender un largo y peligroso viaje de cuatro años para llegar al Mictlán, el lugar de descanso eterno.
El primer y más difícil obstáculo en este camino es el cruce de un caudaloso río llamado Apanohuaya o, en algunas versiones, Chiconahuapan (nueve torrentes).
¿Cuál es el papel del Xoloitzcuintle en esta leyenda?
El Xoloitzcuintle, una raza de perro sin pelo originaria de México, era considerado un guardián de los espíritus y el único ser capaz de ayudar al difunto a cruzar el río.
Al llegar a la orilla del río, el alma llama a su perro. Si en vida el difunto fue bueno y amable con los perros (especialmente con los Xolos), su can lo reconocerá con alegría. El perro se lanzará al agua y, con el alma sobre su lomo, lo llevará a salvo a la otra orilla para que pueda continuar su viaje.
Por el contrario, si la persona fue mala o maltrató a los perros en vida, el Xolo se negará a ayudarla, dejándola a vagar por la orilla del río, condenada a no llegar nunca al descanso eterno.
Ofrenda monumental zócalo CDMX pic.twitter.com/Eg8IczQucJ
— Sabueson (@Sabueson) October 27, 2025
Cabe destacar que la leyenda también menciona que el color del Xoloitzcuintle es crucial:
- Perros negros: No pueden cruzar, ya que su color indica que ya se han sumergido en el río en muchas ocasiones y han completado su ciclo.
- Perros blancos o muy claros: Tampoco pueden ayudar, pues les falta madurez para una labor tan importante.
- Perros gris jaspeado o rojizos: Estos son los perros ideales y aptos para la tarea de guía.
Desafortunadamente, en la antigüedad era común que se sacrificara y enterrara un Xolo (o la figura de uno) junto al difunto, para que este tuviera asegurado su guía en el inframundo.
¿Los gatos también son guías espirituales?
Si viste Coco, recuerdas que había otro animal que fungía como guía espiritual y, aunque en el otro plano por su tamaño y ferocidad daba algo de miedo, en el plano terrenal se trataba de un gato.
Pues bien estos felinos se cree que también son guías espirituales que nos ayudan a cruzar al más allá; no obstante, en la leyenda que te acabamos de describir, su rol es distinto.
Aunque la leyenda del Xoloitzcuintle es la más conocida y profundamente arraigada en la tradición prehispánica, la inclusión de gatos en el Día de Muertos es una costumbre más reciente, impulsada por el afecto moderno hacia todas las mascotas.
Si tomamos en cuenta que el 27 de octubre se ha popularizado como el día dedicado a las mascotas fallecidas (perros, gatos y otros animales de compañía), a quienes se les pone una ofrenda para honrar el amor incondicional que dieron en vida, su rol como guía al inframundo no está respaldado por la mitología azteca del Mictlán.
No obstante, hay quienes creen que sí funcionan como tales y eso depende de las creencias personales.
MBL