El escritor y director de cine David Moragas comenzó a contar historias desde niño. Al principio, como una forma de evasión porque "me crié en un pueblo pequeñito (Almoster en la provincia de Tarragona, Cataluña), de mil 300 habitantes", pero poco a poco descubrió otras posibilidades narrativas, otros alcances, y "a partir de ahí fue con más ahínco", dice a MILENIO.
Desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la que llegó para presentar su primera novela, Fervor, el creativo confesó estar "muy emocionado" por la visita a México, pues "cuando algo específico y local tiene una repercusión de una forma tan global, siempre es fascinante".
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David Moragas, un creativo que enarbola el amor
Ferviente lector de Isabel Allende y Carlos Ruiz Zafón, dice que tanto en su trabajo cinematográfico — en 2020 presentó su primer largometraje, A Stormy Night —, como en la literatura, suele hablar del amor: "Es algo que llevo haciendo desde hace tiempo porque me fascina".
Desde esa primera vez que experimentó dicha emoción "como un shock", cuando se enamoró por primera vez a los 19 años — actualmente tiene 32 —, no se ha apartado de ella, viendo cómo muta y se resignifica conforme pasan los años.
"Es una fuerza que, si no se ordena, puede traer mucho caos emocional. Con el tiempo, y habiendo hecho terapia, entiendo cómo se marca en un contexto, porque siempre vienen mediado por la clase social u orientación sexual", dice al exponer su definición actual del amor.
De Fervor, donde cuenta la historia de un tipo que se enamora de otro 'sin querer' en un centro cultural de Barcelona, Moragas recuerda que nació cuando la editora del libro en catalán, Mireia Lite, lo contactó a través de un mensaje : "¿Has pensado en trabajar en un proyecto editorial?". Él, ya reconocido por su trabajo en el cine, respondió afirmativamente. "Luego ella me dijo ‘Escribe’, y ahí se abrieron las ideas".
Al manejarse entre el cine y la literatura, señala que su nexo "es el arte de contar historias, que lo hacemos desde tiempos remotos, la gente dibujaba en cuevas para contar".
Pero, acota, "son medios distintos, formas y herramientas distintas, y ahí entra la formación; tengo formación de guionista (realizó un máster en Dirección de Cine en la NYU Tisch School of the Arts, en Nueva York) y he sido un lector durante mucho tiempo".
"Siempre digo que escribo desde dos planos: el horizontal, que es cuando vas con asociaciones libres, sin pensar el relato, dejándote llevar por lo que piden los personajes. Y el vertical, que tiene que ver con orden, organizar tramas, darle una forma coherente. Siempre empiezo el día de forma horizontal y me voy a dormir vertical", detalla sobre su proceso ante la hoja en blanco.
En un contexto de crisis de los valores universales, como el que se vive actualmente a nivel global, "uno se replantea el amar, la muerte, la familia, el sentimiento de pertenencia", dice Moragas. "Es un acto de resistencia escribir haciéndole una oda al amor, porque eso es el libro: acompaña al lector en la experiencia de enamorarse", agrega.
El rol de un artista en estos tiempos
— Viendo la complejidad del panorama sociopolítico actual, ¿cuál crees que es el rol y responsabilidad de un artista?
— A medida que se expanden los partidos de ultraderecha, una de las herramientas para atontar a la sociedad es desvincular el arte de la política. Veo discursos que celebran eso. Entonces, como artistas tenemos el reto de no olvidar la cuestión de que… cada vez vemos más productos de consumo rápido, pero no hay que perder la consciencia política, no dejarse llevar por discursos cómodos y mantener una visión rigida ante lo que tiene que ser el arte.
— ¿Qué te da esperanza?
— El arte que tiene una voluntad de cuestionar, de cambiar, y ahí la encuentro. También soy profesor y mis alumnos me dan mucha esperanza; me fascina ver la voluntad de cambio de las generaciones que vienen.
— En Fervor, partiendo del amor, muestras ciertas luchas...
— Como hombre gay que ha vivido narrativas universales desde aquello no normativo, esa es la visión que articula mi misión activista en el mundo: reivindicar las narrativas al margen. Mostrar cómo el capital mancha un poco todo, desde las guerras que hemos vividos los últimos años hasta cuestiones sencillas de nuestro día a día, como la concepción de una comunidad o familia. Entonces, estoy en la lucha por visibilizar y dar espacio a las narrativas al margen.
Al cierre de la charla con MILENIO, David Moragas revela que ya tiene lista una nueva película y está trabajando en su segunda novela, aunque aún no sabe cuándo verá la luz, "porque con esta cosa del capitalismo, de que hay que sacar y sacar, prefiero tomármelo con calma".
