Vivir Quintana estrenó una nueva faceta en su vida profesional: lanzó su primer libro 'Sobre-Vivir para la música', una autobiografía que nació cuando su mánager descubrió los diarios que la cantautora tenía de toda la vida, donde además de relatos había dibujos, recortes y fotografías, y la animó a convertirlos en un libro, con el apoyo de la editora Gabriela Rochín.
“Me motivaron mi manager y mi editora, llevo escribiendo diarios más de 20 años, tengo en mi casa un montón de libretas escritas de cosas que me pasaban, con recortes, fotos, lugares a los que iba y pensamientos. Un día en una sesión de fotos con la disquera mi manager y la fotógrafa me dijeron que llevara objetos que me representaran y llegué con las libretas”, contó Quintana en entrevista con MILENIO.
En cuanto su manager ojeó las libretas le dijo que eso era un libro, le preguntó si había pensado en escribir un libro y ella contestó que sí, pero que no sabía por dónde empezar. “Nunca he escrito un libro, no sé cómo se arma y no quiero faltarle al respeto a esta otra forma de expresión creativa. Gaby Rochí quien es la editora me dijo que ella me ayudaba y así comenzamos”, dijo.
El libro lo escribió en diferentes momentos a lo largo de año y medio, procuraba usar los traslados durante un viaje, para escribir arriba del avión o en los hoteles. “Cuando lo empecé me motivó muchísimo el hecho de recordar, de compartir con la gente que lo va a leer, para que vean que si nos conectan cosas similares, aunque no tengamos la misma realidad”, explicó.
La finalidad que se planteó fue dejar un mensaje inspirador y real, para que el lector conociera de primera mano las cosas tal y como sucedieron sin ningún maquillaje o querer aparentar algo que no era.“Esta soy quien te está hablando y espero conectar contigo de alguna forma”, comentó.
La introducción del libro es una explicación de quién es ella, de sus 40 años aprendiendo de la vida, de su niñez, de lo que hizo para que todos a respetaran al cantar, de las burlas, de su vida familiar, sus amigos, tropiezos y éxitos, la narración bien podría ser el tema de alguna canción.
“Me gusta escribir, las palabras deben tener un ritmo, incluso lo hago en prosa, mi editora me dijo que tengo ritmo interno, al escribir retomo la rima pasada y esto me pasó con la carta ‘Compañera presidenta’ que le mandé a Yuriria Sierra y se convirtió en canción”, recordó.
Siendo una niña con siete años de edad, le escribió una nota a su mamá por el día de la madre, que era como un poema, por lo que su mamá pensó que lo había copiado de algún lado y al ser cuestionada ella se enojó porque ella la había escrito y expresaba su sentir, no entendía de la duda de su mamá.
Vivir Quintana revela cómo el apoyo de sus padres marcó su carrera
Siempre recibió el apoyo de sus padres, en el libro narra cómo a pesar de no ser una familia acaudalada, la inscribieron a todo lo que pedía buscando su identidad, clases de karate, grupo de boy scouts, clases de guitarra y de canto, incluso ahora los dos han participado en videos musicales.
“Mi relación con mis papás ha cambiado con el tiempo, en algún momento llegué a la reflexión que cuando eres chico ves a tus papás hacía arriba, son tus superhéroes y con fortaleza, luego cuando creces te das cuenta que no lo saben todo, en la adolescencia te molesta todo porque no te dejan hacer ciertas cosas, y cuando te vas de casa, te das cuenta que los ves de manera horizontal. Ellos son mis amigos y cómplices, claro que les tengo un respeto enorme y dejo que hagan su trabajo de padres”, confesó.
En la música la canción Cucurrucucú Paloma interpretada por Lola Beltrán, que escuchó cuando tenía 11 años, ha sido importante en su vida, en más de una ocasión le abrió las puertas para llegar al lugar a donde ahora está. “Muchas veces me dicen que Canción sin miedo es la que más me ha dado cosas en la vida y siento que es Cucurrucucú Paloma la que me dio esta visión de que podía cantar, me ha acompañado de muchas formas, ha tomado otros significados en mi vida y me acercó con Mon Laferte”, manifestó.
La amistad entre Vivir Quintana y Mon Laferte que trascendió la música
Mon Laferte es una de sus amigas que se convirtió en un ángel terrenal que ayudó a Quintana en muchas cosas, entre ellas a guiarle en la industria de la música para que no firmara contratos leoninos. “Mon es honesta consigo misma y con el público, es una maestra y también una hermana, una maestra, cada vez que podemos nos vemos, ha estado muy presente en mi vida, construyó su carrera con honestidad y eso se lo he aprendido”, reveló.
Cuando sus papás conocieron a Laferte quedaron encantados. “Cuando mi mamá habla de mi carrera siempre dice: ‘qué bueno eso que pasó con la música, gracias a Dios y a Mon”-con una gran sonrisa lo expresó-.” Mi mamá me ha pedido que no me tatué, porque no le gustan, pero el día que conoció a Mon le dijo que su tatuajes estaban muy bonitos”, acotó.
Los temas que escribe e interpreta Quintana reflejan una preocupación social, conciencia que adquirió y reforzó cuando su amiga Sandra, con quien estudió en la normal, fue víctima de feminicidio, por parte de un compañero de trabajo que la amenazaba y acosaba.
“Pasó poco a poco, de manera paulatina como lo cuento en el libro, una de mis amigas fue víctima de feminicidio y a raíz de eso me cuestioné muchas cosas, ¿qué hubiera pasado si ella hubiera matado a su agresor, en lugar de que él la matara? y ¿si los periódicos no la hubieran revictimizado? Cierto día cantando canciones rancheras, me pregunté ¿qué hubiera pasado si hubiéramos escuchado otra música? canciones de amor sin buscar venganza, porque estas narrativas han lastimado mucho al amor coletivo”, analizó.
Esta reflexión la llevó a darse cuenta, que a través de las redes sociales se habla de muchos feminicidios, personas que no saben cómo gestionar sus emociones y como primera respuesta presentan violencia y rabia. “Yo quiero hacer una música que te ayude a transitar momentos complicados, a entender que te mereces amores más bonitos, más sanos, a gestionar el enojo y la frustración diciendo: si tú te quieres ir pues vete y yo me hago cargo de mi dolor y tristeza”, precisó.
Quintana va a terapia, ha tomado cursos, lee libros y no solo se preocupa sino que se ocupa de su salud mental, está abierta a las opciones para contar con el suficiente discernimiento para saber con qué se queda o no.
“Recientemente cambié de terapeuta, no hay que quedarnos con una cosa y hacernos fanáticos. Hay muchas opciones que te pueden ayudar a construir una emocionalidad sana, está padre conocer de todo, yo dejo que me lean el tarot, pero no me baso en lo que me digan, también hice un trabajo de biodescodificación durante dos años y me quedé con las cosas que me servían”, aseveró.
El siguiente capítulo: un documental sobre justicia y mujeres
Finalmente su próximo proyecto es un documental que trata sobre el disco de los corridos y habla sobre el exceso de legítima defensa, término que se aplica en la ley y lo enfocó al caso de Yakiri Rubio, con el corrido de ‘La Nochebuena más triste’, que compuso.
“Llevamos casi tres años grabando esta película, aún no tiene nombre, el director es Carlos Pérez Osorio, que hizo Las tres muertes de Marisela Escobedo, LeBaron y La luz del mundo, estos documentales con una problemática social. La productora es Paulina Aguado, queremos que sea un trabajo que llame la atención de las autoridades, buscamos que se reacomode de otra forma el exceso de legítima defensa de las mujeres”, concluyó.
jk