En León, dos de cada diez comercios formales operan con básculas sin calibrar, lo que representa un riesgo directo para los consumidores al recibir menos producto del que pagan. Así lo dio a conocer David Haro González, director de Zona Bajío de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
De acuerdo con la dependencia, aunque la mayoría de los establecimientos cumple con la verificación de sus instrumentos de medición, aún persiste un porcentaje significativo sin la calibración adecuada, situación que podría derivar en entregas de peso menor al pagado. Ante esto, Haro González hizo un llamado a los comerciantes a regularizarse y evitar sanciones, y a los consumidores a revisar que las básculas cuenten con el holograma vigente que certifica su verificación.
El funcionario recordó que la ausencia del holograma constituye una falta a la ley, pues abre la puerta a prácticas desleales como la venta de kilos incompletos. Explicó que este distintivo es la evidencia oficial de que el instrumento “ha sido revisado por la Profeco y ajustado conforme a la norma” .
Asimismo, insistió en que cualquier establecimiento que no cuente con el holograma 2025 debe ser reportado, pues la denuncia ciudadana es clave para frenar irregularidades y proteger al consumidor. Invitó a la población a presentar quejas directamente en las oficinas de la Profeco.
Haro González añadió que la institución mantiene operativos permanentes, especialmente en estacionamientos públicos, donde los relojes checadores se revisan de manera quincenal. También se supervisan gasolineras, restaurantes, tortillerías y comercios del Centro Histórico, siendo las tiendas de abarrotes los negocios donde se detectan más incumplimientos.
Para fortalecer el cumplimiento, destacó que la Profeco continuará promoviendo la capacitación a través de cámaras empresariales, como la Canirac y la Canaco, con el objetivo de mejorar las prácticas comerciales y garantizar una protección efectiva de los derechos del consumidor.