A pesar de que las estéticas unisex y barberías han ganado terreno en el ámbito laboral, los peluqueros tradicionales siguen vigentes en la zona centro de Tampico. A pesar de la competencia, conservan clientes que han atendido de generación en generación.
Alberto Carrizales Téllez, de 60 años de edad, espera a sus clientes todos los días en la bajada Colón, ahí tiene su pequeño local donde corta el pelo de la forma tradicional con peine y tijera. Mientras la gente pasa por el sitio que conecta con los mercados de Tampico y que también es conocido como “Las Escaleras”, él peluquero ofrece sus servicios.
“La bajada Colón es un lugar muy visitado por turistas, por gente que viene a comprar a los mercados y también a las comidas, es un lugar muy favorecido, otra gente lo conoce como Las Flores”.
Unas tijeras y un peine; las herramientas necesarias
Desde hace 33 años inició dando el servicio, generalmente a los hombres.
“Me dedico a darle una buena imagen a un varón, a su corte de pelo. Empecé porque me llamaba la atención pero no encontraba la puerta, entonces, un día fui a entregar unos espejos a una peluquería y me quedé observando cómo cortaba el pelo un amigo, y me preguntó si quería aprender y le dije que si”.
Unas tijeras y un peine fueron sus primeras herramientas de trabajo y con ellos empezó a hacer un ejercicio muy común en los cortes de pelo para soltar la mano y hacer un corte uniforme.
Clientes buscan seguir la tradición
Todo negocio tiene temporadas buenas y temporadas malas. La llegada de muchas barberías en la zona, así como las estéticas unisex pudieran ser parte de la poca clientela, incluso, en la misma bajada Colón, hay por lo menos nueve negocios dedicados al corte de cabello y barba. Para el dueño de la peluquería Téllez, no ha sido del todo difícil porque dice que cuenta con clientes que no pierden la tradición de un corte natural claro y natural oscuro.
“Por ejemplo, viene un joven a pedirme un corte que le piden para la foto de la cartilla, tengo qué hacerle su corte exacto para lo que le piden, o un corte militar, se hace un corte para militar; por eso creo que no hay competencia ante ellos, la competencia uno mismo la hace, uno mismo tiene qué hacer lo mejor de lo mejor para tener los clientes y eso también se basa en dar una buena atención”.
A la peluquería instalada en el lugar icónico de Tampico, llegan doctores, contadores, incluso gente de la política para hacerse el corte que de niños sus padres pedían que se les hiciera.
Una labor llena de satisfacciones para Alberto
Satisfacciones le ha dado muchas su labor, “me siento feliz de ser de este noble oficio, con este trabajo mis hijos nunca anduvieron descalzos, siempre tuvieron el pan, ya crecieron, verdad, pero con este trabajo los saqué adelante. Ellos se quedan admirados, y hasta la fecha”.
Por último platica sobre una anécdota que le sucedió cuando un cliente se le quedó colgado en la silla “me espanté porque dije, este hombre ya no reacciona, ya pensaba en llamar a la policía pero ya después de un rato volvió en sí, y es que mi cliente llegó amanecido, andaba bien crudo”.
Trabajo de peluqueros clásicos en aumento
En esta época quedan muy pocos peluqueros clásicos, pero tal parece que el trabajo va en aumento.
“Para nosotros va en aumento porque conservamos el estilo antiguo y hay mucha gente que nos busca por eso, porque quieren un corte normal. Dios ha sido mi guía ”, culminó.
JETL