Miguel Márquez Márquez aclaró que solo dos de las tres concesiones que se le adjudican, le pertenecen; una es de él directamente y otra que fue de su padre la cual renovó tras su fallecimiento; una tercera que se le atribuye, dijo es de un homónimo, dejando claro que todo está legal y acreditado.
Explicó que estas concesiones son para 10 años, y en su caso el uso agrícola que le da, es para sembrar granos y dar de beber a los animales. Dejando claro que no hubo tráfico de influencias en obtenerlas ya que vienen de mucho tiempo atrás.
“Estas concesiones tienen muchos años, la que me heredó mi padre es desde hace más de 40 años y la que yo tengo es de hace más de 15 años, las circunstancias de sequía eran totalmente diferentes. Todo está hecho legalmente, todo está legal que ahora parece que el delito es trabajar, todo está en el registro de la Conagua”, enfatizó.
Ya agregó: “Yo tengo el rancho, herencia de mi padre de mi madre y ahí tengo una concesión por 90 mil metros cúbicos que me autorizan para 14 hectáreas de siembra, es una concesión muy pequeña”.
Por lo que señaló:
“Yo soy clase media y yo no entiendo de donde hablan de un cártel, me ofenden con esa palabra porque yo no hago uso indebido del agua, ni soy un delincuente, ni mis padres, ni mis hermanos, somos delincuentes, es el derecho de cualquier ciudadano el hacer uso del agua para producir y para llevar alimento a las mesas”.
Márquez Márquez aclaro que no hubo tráfico de influencias para obtener dichas concesiones, pues su familia se ha dedicado generación tras generación al campo y refutó las acusaciones de “acaparar” el recurso hídrico.