Comunidad

"Los embalsamadores necesitamos a un psicólogo cerca": el costo emocional de lidiar con la muerte

Durante ocho años Christian trabajó como embalsamador. En ese tiempo, dice, aprendió que la muerte no se enfrenta, se acompaña

A los 18 años, Christian Salcido consiguió su primer trabajo, pero nunca imaginó que lo llevaría a convivir cara a cara con la muerte. Fue en Nayarit donde empezó su historia, casi por casualidad, cuando llevó sus documentos a una funeraria pensando que solo se encargaría de la limpieza, pero terminó embalsamando cuerpos durante ocho años, incluso, tuvo que hacer el procedimiento en un amigo, una experiencia que lo marcó para siempre.

“Yo pensé que solamente iba a ser como de limpieza o algo, hasta que me dice: ‘no, es que, ¿sabes qué? Por la prepa que tienes, te vas a contratar como jefe de turno’. Yo la verdad no sabía qué iba a hacer”, recuerda.

Frente a un cuerpo inerte y desconocido, no sabía por dónde comenzar. “Fue miedo, porque realmente no sabía qué hacer con el cuerpo, cómo tratarlo, por dónde encontrar las arterias. Poco a poco empecé a familiarizarme más, sacando los miedos”, expresa a MILENIO.

Durante ocho años trabajó como embalsamador. En ese tiempo, dice, aprendió que la muerte no se enfrenta, se acompaña. Hay que preservar al cuerpo y tratarlo con respeto.

“Es más que nada darle tranquilidad a la familia, que vean y digan: simplemente es una tranquilidad”.

Christian aprendió que la muerte también requiere técnica y precisión. Embalsamar, explica, es un proceso que busca preservar el cuerpo mediante químicos, siendo el más común el formaidol o formol.

“Ese químico se pone directamente en el cuerpo, por la arteria. Cualquier tipo de arteria que pueda servir de conducto para preservar. Es como el alcohol: las bacterias las congela”.

El proceso, dice, puede durar entre una y dos horas cuando se trata de una muerte natural; pero en casos de accidentes o muertes violentas, el trabajo puede extenderse hasta cuatro horas, “porque se retiran los intestinos y todo eso”.

Sin embargo, lo más difícil no es el procedimiento técnico, sino lo que hay detrás: la historia de cada cuerpo, las circunstancias de su muerte, las edades que no llegaron a ser. “Lo más difícil son los niños. Ver diferentes tipos de muertes es lo que te marca. Es una profesión muy bonita, sí, pero también debes comprometerte a separar las situaciones, porque esos sentimientos te los llevas a casa. Hay que enseñarse a separar casa y trabajo”, aconseja.

Cada caso lo enfrentaba con respeto absoluto. Antes de comenzar, preparaba el espacio. Todo debía estar ordenado. “Si escuchaba música, es con audífonos, porque este es un respeto a la individualidad de la persona”, recuerda que reproducía música clásica que lo ayudaba a concentrarse.

¿Cómo surgió el oficio de embalsamar?

El embalsamamiento, técnica utilizada para retrasar la descomposición de los cuerpos, tiene raíces que se remontan siglos atrás. Aunque su práctica moderna llegó a México en el siglo XX, los primeros indicios de preservación de cadáveres se observan desde las civilizaciones prehispánicas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), culturas como la mexica y la maya utilizaban resinas, cal, miel y hierbas para evitar la descomposición de los cuerpos de sacerdotes y gobernantes, un proceso más ritual que científico. En esos casos, el objetivo era permitir que el alma trascendiera, no conservar el cuerpo con apariencia de vida.

Con la llegada de los españoles, los conocimientos europeos sobre anatomía y conservación se mezclaron con las prácticas locales. Durante los siglos XVIII y XIX, médicos y religiosos comenzaron a realizar embalsamamientos rudimentarios en figuras públicas o con fines científicos.

El embalsamamiento como profesión tomó forma a mediados del siglo XX, cuando las funerarias comenzaron a capacitar al personal en tanatopraxia. Según la Secretaría de Salud, actualmente esta labor está regulada por la Norma Oficial Mexicana NOM-037-SSA3-2013, que establece las condiciones sanitarias y de bioseguridad.

El embalsamamiento como profesión tomó forma a mediados del siglo XX y también se conoce como tanatopraxia
Christian está orgullo de enseñar a mujeres el arte de embalsamar, pues era una profesión 'sólo para hombres' (Foto: Cortesía)

¿Cómo es embalsamar a un ser querido?

Un momento lo cambió por completo: embalsamar a un amigo. “Fue muy fuerte, porque al momento de estar embalsamando se vienen esos recuerdos. Esos recuerdos tienes que retirarlos poco a poco, porque si uno sigue con ellos va a estar llorando, y más vale ser un poco fuerte. Ese día sí se me cayó la lágrima, porque realmente sientes eso, sientes esa presencia de que, cómo es posible que te vi hace poco con vida y de repente te estoy viendo, pero ahorita… Eso es lo que te marca”.

Tener en sus manos los restos mortales de un ser querido hizo que cambiara su perspectiva y después de tanto tiempo en las salas de embalsamiento, Christian comenzó a pensar dejar el oficio.

Para él, ocho años de convivir con la muerte habían sido suficientes, y ya era el momento de buscar otro camino. “Es un poco desgastante estar embalsamando. A veces hay que buscar nuevos proyectos, nuevas cosas. Ya con la muerte hay que tratar de tener otro aspecto de la vida, y si se ve el otro aspecto: ayudar, proteger y estar presente con la persona”, revela Christian.

¿Qué le dejó a Christian la profesión de embalsamar?

Hoy, Christian trabaja como maestro en el Instituto Ángeles de la Vida, ubicado en la calle Constitución en la zona Centro del municipio de San Pedro Tlaquepaque. Ahí imparte la carrera de embalsamamiento —también conocida como tanatopraxia, una disciplina especializada en la preparación estética del cuerpo de una persona fallecida, para que los familiares puedan despedirse de forma adecuada.

Ahora, después de la experiencia, Christian comparte sus conocimientos con quienes buscan seguir su camino profesional en las salas de embalsamiento. Desde su aula en Tlaquepaque, observa con orgullo cómo cada vez más jóvenes, sobre todo mujeres, deciden estudiar esta carrera.

Ahí, les habla de técnica, pero también de respeto. De cómo la muerte puede ser tratada con dignidad. “En la docencia ya tengo dos años; aquí directamente tenemos la carrera de embalsamado, y lo curioso es que son puras mujeres, me sorprende que sean puras mujeres, porque se pensaba que este trabajo era para hombres, pero mis respetos a ellas”.

El programa académico dura ocho meses e incluye prácticas, anatomía y ética profesional. Christian procura enseñarles lo mismo que él aprendió en la funeraria.

El embalsamamiento como profesión tomó forma a mediados del siglo XX y también se conoce como tanatopraxia
Christian comparte sus conocimientos con quienes buscan seguir su camino profesional (Foto: Cortesía)

Valorar la vida a través de la muerte

El cambio profesional no solo le permitió enseñar lo que aprendió, sino reencontrarse con la vida desde otra mirada. Ahora también estudia para ser paramédico. “Es una carrera que me llamó mucho la atención, porque se acerca de otra forma; como embalsamador te acercas de una forma triste, pero tú le estás dando a esa tristeza una alegría, porque estás despidiendo a tu familiar con respeto; en el trabajo de paramédico estás dando esperanza al paciente que estás atendiendo”, manifiesta.

La labor como embalsamador, comparte Christian, requiere no solo técnica, sino fortaleza emocional. A veces se involucran mucho los sentimientos, por eso siempre es necesario autoanalizarse.

“Se nos hace fácil ver una embalsamada en video o por fotografía, pero no es lo mismo. No es lo mismo ver el cuerpo inerte de alguien. Por eso hay que tener a un psicólogo que te analice, porque estás haciendo tu trabajo profesional, pero con tristeza”.

Hoy, lejos de las salas frías y el olor a formol, Christian enseña con serenidad lo que aprendió frente a la muerte: que la vida, a pesar de su fragilidad, también puede preservarse con respeto.

OV

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.