Las posadas son la excusa perfecta para reunirse con familiares y amigos antes del 24 y 25 de diciembre. Estas celebraciones decembrinas permiten convivir, disfrutar antojitos y mantener viva una de las tradiciones más queridas de la temporada navideña en México.
Sin embargo, las posadas siguen un orden y un sentido muy particular que les da identidad. En MILENIO te explicamos cómo se realiza una posada tradicional, desde el canto de las letanías hasta el momento de romper la piñata y compartir los clásicos aguinaldos.
¿Qué es una posada?
Las posadas son celebraciones navideñas que se realizan durante los días previos a Nochebuena y reúnen a familias y amigos para convivir y prepararse para el 24 de diciembre. En estas reuniones destacan el ponche, las luces, las piñatas y los tradicionales aguinaldos.
Estas festividades siguen una estructura especial que incluye pedir posada, cantar letanías y compartir alimentos típicos de la temporada. Más que una simple reunión, las posadas buscan crear un ambiente de unión, alegría y solidaridad, conservando costumbres que fortalecen la convivencia comunitaria.
Hoy 24 de diciembre se celebra la última posada, una fiesta que promueve la convivencia y el trabajo en equipo.
— Fideicomiso Bienestar Educativo CDMX (Fibien) (@BienestarEdu) December 24, 2024
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¿Cómo surgieron las posadas?
De acuerdo con el Gobierno de México, la llegada de los españoles transformó las celebraciones aztecas realizadas en diciembre durante el mes de Panquetzaliztli, cuando se honraba a Huitzilopochtli con rituales que incluían banderas en árboles frutales y estandartes en templos. Con la conquista, estas prácticas fueron reemplazadas por nuevas festividades religiosas.
Los colonizadores introdujeron las llamadas “misas de aguinaldo”, realizadas del 16 al 24 de diciembre al aire libre, donde se leían pasajes bíblicos y se montaban representaciones alusivas al nacimiento de Jesús, prácticas que dieron origen a las pastorelas y a la entrega de aguinaldos.
Tras la independencia de México, estas misas perdieron fuerza y casi desaparecieron, pero fueron los propios creyentes quienes retomaron la tradición celebrándola dentro de sus hogares. De esta apropiación comunitaria surgieron las posadas tal como se conocen hoy, integradas a la vida cultural mexicana.
¿Cómo se celebra tradicionalmente una posada?
Una posada tradicional se distingue por varios elementos clave que le dan identidad y la convierten en una celebración única. Desde los cantos y la petición de posada hasta la piñata, el ponche y los aguinaldos, cada detalle mantiene viva la tradición.
Los elementos de una posada tradicional son:
Pedir posada
- Dos grupos se dividen en “peregrinos” y “posaderos”. Con velitas y luces, se canta la letanía de pedir posada mientras los peregrinos piden alojamiento simbólico, recreando el camino de José y María.
Entrada y canto final
- Cuando llega el último verso, los posaderos “abren la puerta” y todos entran cantando juntos. Este momento representa la bienvenida que finalmente recibieron los peregrinos.
Rezo o letanía
- Algunas posadas incluyen un breve rosario o una letanía navideña antes de comenzar los festejos. Esto depende de cada familia o comunidad.
Ponche y antojitos
- Se ofrece ponche caliente de frutas, tamales, buñuelos, atole u otros platillos tradicionales. La comida es parte esencial de la convivencia.
Piñata de siete picos
- La piñata clásica representa los siete pecados capitales y se rompe con un palo, mientras todos cantan “Dale, dale, dale…”. Es uno de los momentos más esperados.
Aguinaldos
- Al final, se entregan bolsitas con dulces, frutas y cacahuates, conocidas como aguinaldos. Es un detalle simbólico que recuerda los regalos de las antiguas misas de aguinaldo.
Cantos y convivencia
- La noche continúa con villancicos, juegos y convivencia familiar o vecinal. Las posadas buscan unir a la comunidad y celebrar el espíritu navideño.
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