Este martes 9 de septiembre, un adulto mayor fue embestido por el ferrocarril muy cerca del cruce de las avenidas Francisco Villa y Timoteo Lozano, en el sur de León, Guanajuato. Se dirigía a un centro de salud donde lo esperaba su esposa. Había menos de un kilómetro de distancia entre la pareja; ahora el tren los separó para siempre.
El adulto mayor fue identificado como Irineo Hernández Ibarra, de 79 años. Con el caso de Irineo ya suman al menos cinco accidentes sobre el cruce ferroviario en León en el último mes, dejando al menos dos muertos y nueve lesionados.
Este hecho ocurrió a menos de 24 horas de que un tractocamión de carga fuera impactado también por otro tren, tras intentar ganarle el paso, en el mismo lugar de la zona metropolitana de esta ciudad guanajuatense. El saldo fue de un lesionado: el conductor.
MILENIO hizo un recorrido en la zona donde pudo constatar que luego de este accidente, en el que el tractocamión quedó impactado en el poste de la plumilla, ésta seguía sin funcionar.
Empleados de un parque industrial ubicado a unos metros confirmaron que si se daña una plumilla, en automático se afecta la segunda. Estiman que Ferromex tarda hasta cuatro días en atender estos daños, pese a que ese cruce tiene una alta movilidad.
El más reciente y trágico hecho
Don Irineo quedó sin vida a un costado de las vías del tren, la mañana de ayer martes, cuando iba muy temprano a acompañar a su esposa, que ya estaba en el centro de salud para recibir atención médica. El hombre laboraba esporádicamente debido a su edad, pero aún se atrevía a usar su bicicleta para movilizarse por las calles de la ciudad.
Ayer por la tarde, toda su familia estaba reunida en su vivienda, en la calle Mineros, en el domicilio marcado con el 112.
Sus familiares no saben bien cómo ocurrió el accidente, ni cómo fue que su padre perdió la vida tan cruelmente. Suponen que por su avanzada edad ya no pudo correr rápido para ponerse a salvo de la máquina de acero, que en este punto pasa a tan rápida velocidad que apenas da tiempo a los peatones y conductores de ponerse a salvo.
Raúl Hernández Ortiz, su hijo, ayer preparaba su funeral, con lágrimas y sin conocer a ciencia cierta la causa de la muerte de su padre.
“Sus reflejos a lo mejor ya tampoco lo ayudaron. Yo creo que no se fijó, porque son personas ya grandes”, mencionó dudosamente.

La familia no piensa reclamar la muerte de Don Irineo, pues aceptaron con resignación que ya ningún pleito legal les podrá devolver la vida del señor.
“Ya nada nos lo va a devolver”, dijo su hijo.
Su nieto, por el contrario, sí confirmó que por este tramo el ferrocarril pasa a toda velocidad, que muy apenas da la oportunidad a los ciudadanos de esquivarlo, mucho más siendo una persona adulta.
“Sí pasa muy rápido el tren y siendo una persona adulta”, comentó.
Tras su velación en la vivienda que habitó hasta este martes en compañía de su esposa, Don Irineo será enterrado en Jardines del Tiempo del bulevar Delta.
A unos metros, el cruce peligroso
Una noche antes, el 8 de septiembre, un tractocamión también fue embestido por el tren en el mismo crucero de Francisco Villa y Timoteo Lozano, en la colonia Santa María de Cementos, cuando al parecer el conductor intentó ganarle el paso a la máquina de acero, lo que causó que las plumillas que alertan a los conductores sobre la cercanía del tren fueran dañadas, una de ellas doblada por completo.
Este cruce es extremadamente peligroso tanto para los peatones como para los conductores, pues para ir del bulevar Francisco Villa al bulevar Stivia los automovilistas tienen que avanzar rápido antes de que cambie a color verde el semáforo de la avenida Timoteo Lozano, lo que podría causar que algún vehículo de esta importante vialidad los impacte. Acto seguido deben cuidar que el tren no pase a toda velocidad por este cruce.
Ayer por la tarde, los conductores avanzaban sin la prohibición de las plumillas, situación que pone más en riesgo la zona, ya que el ferrocarril pasa a gran velocidad en una vialidad donde cientos de automóviles y peatones circulan durante el día.
Una de las plumillas quedó partida por la mitad. Su semáforo rojo aún funcionaba y el sonido también.
Ambas plumillas quedaron descompuestas, porque a pesar de que solo una fue impactada, ambas se desprograman si una tiene un desperfecto.
Por lo pronto, Víctor Manuel Horta Armenta, empleado del Parque Industrial Stivia, de avanzada edad, comentó que se espera que hasta este jueves las plumas sigan inservibles, pues apenas hicieron el reporte a Ferromex.
Luego del reporte, aseguró que tardan otros dos días en reponerlas, lo que se traduce en 48 horas de riesgo vial más en un tramo de por sí peligroso.

Riesgosa medida de prevención
Don Víctor se sienta a un costado de las vías diariamente, a aproximadamente dos metros de distancia, por lo que su labor es muy riesgosa, porque cualquier impacto a los vehículos puede alcanzarlo, ya que además él se coloca en medio del crucero para alertar del paso del tren.
“Nos tienen aquí para prevenir, cuando viene el tren uno les dice que se esperen, y ya cuando a ellos les vale pues se atraviesan. Yo me pongo en medio con el banderín levantado. Por eso me dieron hasta el chaleco. Hay veces que sí le echan el carro a uno, pero así es el trabajo de uno, ya si le toca a uno pues ni modo”, comentó bromeando.
Don Víctor fue muy insistente en que la causa de todos los percances que se han suscitado en este punto son los conductores que además van manejando con el celular en la mano. También comentó que el poco tiempo que dura el semáforo ha sido la causa de algunos percances, porque los conductores alcanzan a atravesar la vialidad, pero no las vías, y cuando cambia a rojo quedan en riesgo.
“Hay veces que se atraviesan porque los semáforos duran de tiempo muy poquito. Y hay veces que dicen me voy a esperar otros 3 minutos y le cruzo. Ellos cuentan a veces que ya cruzaron el bulevar, pero no cruzaron el del tren y muchas veces que se avientan, sí pasan, pero ahí está el atorón”, platicó.
A un año de que él labora en esta intersección vial, ha presenciado seis accidentes.
Apenas el 18 de agosto, el tren embistió también a un automóvil de la marca Sedán, que intentó ganarle el paso al ferrocarril. El mismo percance causó que se alcanzara a impactar a una unidad de transporte de personal que iba al Parque Industrial Stivia. Este incidente dejó siete heridos.
Un día antes, el tren alcanzó a dos personas en el Timoteo Lozano
El 17 de agosto, un domingo por la mañana, los ciudadanos de León se despertaron con la terrible noticia de que dos personas habían sido arrolladas por el tren; una de ellas murió y otra quedó con lesiones.
Ambos percances ocurrieron sobre el mismo Timoteo Lozano.
Estos accidentes continúan en Guanajuato, aun cuando se acordó mejorar el funcionamiento de las plumillas tras la tragedia en Irapuato ocurrida el 6 de agosto, en la que la locomotora les quitó la vida a seis personas y dejó dos lesionados.