Los sueros orales de rehidratación son soluciones con una combinación precisa de agua, glucosa y electrolitos claves como potasio y sodio, que optimizan la absorción de fluidos en el intestino.
Estas fórmulas han sido uno de los avances más importantes en la medicina preventiva de la actualidad, consideradas la piedra angular del tratamiento de la deshidratación y reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una intervención esencial que ha salvado millones de vidas.
En México, la deshidratación constituye un problema relevante de salud pública, especialmente la relacionada con la enfermedad diarreica aguda. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua del 2024 se estimó que de 2021 a 2023, 7.8% de niños y niñas menores de 5 años presentó enfermedad diarreica una semana antes del estudio, ocupando el quinto lugar como causa de muerte con 496 muertes totales.
Cómo funcionan los sueros orales
Para entender la eficacia de los sueros orales es importante conocer su funcionamiento. El intestino delgado posee una capacidad de absorción que puede alcanzar hasta 12 litros de líquido por día, y necesita del cotransportador sodio-glucosa tipo 1 (SGLT1) para facilitar el transporte de sodio y glucosa hacia el interior de la célula. Por ello la presencia de glucosa en el suero permite que el SGLT1 funcione eficientemente, permitiendo la absorción de sodio y agua.
Los sueros orales están formulados con una osmolaridad específica de 245 mOsm/L para optimizar la absorción intestinal, lo que indica cuál es la concentración de la bebida respecto del agua, y cómo influirá en la velocidad y eficacia con la que este líquido vital y los electrolitos se absorben en el intestino.
Diferencias con bebidas deportivas y refrescos
Una de las confusiones más comunes es pensar que las bebidas deportivas o los refrescos pueden sustituir a los sueros orales durante la deshidratación.
Las bebidas deportivas típicamente contienen concentraciones más altas de carbohidratos y menores cantidades de sodio, resultando en osmolaridades que oscilan entre 280 y 320 mOsm/L. Si bien estas bebidas pueden ser apropiadas para ser consumidas después del ejercicio en personas sanas, no son óptimas para el tratamiento de la deshidratación.
Por otro lado, los refrescos presentan un perfil más concentrado. Con osmolaridades que frecuentemente superan los 500 mOsm/L por su alto contenido de azúcares y la falta de los electrolitos necesarios, pudiendo empeorar la deshidratación.
Aunque parezcan similares, cada tipo de bebida está diseñada para necesidades específicas y no deben confundirse.
Regulación de los sueros orales en la normatividad mexicana
En el país, los sueros orales están sujetos a regulación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autoridad responsable de la supervisión de productos médicos y farmacéuticos.
Estas soluciones están diseñadas para prevenir o tratar la deshidratación causada por diarrea, vómito u otras condiciones médicas, y su composición está basada en las fórmulas propuestas por la OMS desde el año 2003.
Las normativas que rigen su fabricación y etiquetado son la NOM-059-SSA1-2015 y la NOM-072-SSA1-2012.
Por otro lado, las bebidas deportivas y refrescos se rigen bajo distintas normativas, como la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, al ser consideradas bebidas no alcohólicas.
Esta distinción hace que los sueros orales por su naturaleza medicinal, estén exentos del sistema de etiquetado de advertencia, que aplica principalmente a alimentos y bebidas procesadas.
La hidratación comienza con agua
Ninguna de las bebidas mencionadas debe ser consumida de forma regular ni sustituir al agua natural.
La Revista del Consumidor de septiembre de 2022, publicada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), explica que el agua es esencial para el cuerpo humano en cualquier etapa de la vida, y no hay nada mejor para mantener una correcta hidratación.
El consumo de sueros orales debe realizarse solo en caso de deshidratación y si lo indica un médico, para evitar el consumo de minerales que el cuerpo no necesita.
RRR