Por la necesidad de seguir generando ingresos para sus hogares, un grupo de jóvenes mujeres a través de redes sociales sigue ofreciendo sus productos y entregándolos en puntos estratégicos de la ciudad, pese al llamado de las autoridades de quedarse en casa por la contingencia provocada por el coronavirus.
Tras el cierre temporal de establecimientos que tradicionalmente fingían como mercaditos urbanos en el centro de Monterrey, tales como "Coco Pulga" y "Fiestacionamiento", las vendedoras se quedaron sin un lugar para comercializar su mercancía.
Por lo que desde el medio de día de este sábado un grupo de al menos 25 personas, entre las cuales se encontraban menores de edad, se dieron cita a las fueras de las instalaciones de la estación Talleres del Metro para realizar sus respectivas ventas que habían concretado vía electrónica.
Sin tomar en cuenta las medidas de higiene recomendadas, las mujeres esperaban pacientes a sus compradores que poco a poco llegaban.
Luisa Ramírez, quién es habitante de San Bernabé precisó que ésta forma de comercio era una fuente de ingresos extra para su hogar y ahora que con el coronavirus la mandaron a descansar sin poder cobrar su sueldo completo, por eso está buscando seguir con ello para poder sobrellevar esta situación.
"Es complicado porque nos cerraron el Coco y el Fiesta, cada fin de semana sacábamos más de mil 500 pesos entre ambos lugares o más, pero ahora que no tenemos dónde vender y ante el temor de un contagio es poca la gente que se anima a comprarnos y vernos en algún otro punto para hacer la entrega, es difícil y no nos queda de otra porque el dinero lo necesitamos para sobrevivir", señaló la vecina de San Bernabé.
Pese al temor de enfermarse, otras mujeres más refirieron que seguirán con esta forma de venta.