Haciendo frente a las necesidades de las madres, jefas de familia y de la creciente industria y empresas transnacionales que han llegado a Irapuato, Guanajuato, la Asociación de Jóvenes Empresarios de Irapuato ha traído la iniciativa Casas de Cuidado, un proyecto que suma la participación ciudadana con la iniciativa privada para generar un cuidado digno y de calidad para la niñez.
La idea surge a raíz de las necesidades de la industria, que enfrentaba constantes problemas de rotación de personal debido a que las jornadas eran extensas y las madres de familia (sector importante del personal) no tenían quién se hiciera cargo del cuidado de sus hijos, ante lo cual los empresarios tomaron en sus manos la solución de crear estancias que repliquen el cuidado tradicional basado en valores y buenos hábitos que se daría en los hogares.
"Es un trabajo colaborativo, al final debemos ser todos partícipes en la dinámica del Estado mexicano, que viene compuesto por gobierno, iniciativa privada y por sociedad civil organizada, entre los tres debemos atender las necesidades que presenta nuestra sociedad", mencionó Efraín Ortiz, quien actualmente preside el proyecto.
El modelo de las Casas de Cuidado tiene un costo aproximado de 400 pesos semanales por niño; las empresas proporcionan el 50 por ciento del costo, como parte de sus prestaciones, y las madres el otro 50 por ciento, aunque cualquier persona que lo necesite, puede acceder al servicio.
Los niños pueden ser admitidos desde uno hasta los seis años, edad en la que son más vulnerables, en el lugar reciben alimentación completa y cuidados de personal capacitado por DIF.
Actualmente se cuentan con 13 Casas de Cuidado, que atienden un total de 390 niños, y se tiene la meta de llegar a las 20 casas antes de finalizar 2020.
Los cuidados son ofrecidos por las Madres Cuidadoras y asistentes, mujeres a las cuales se ha capacitado y que reciben a cambio una remuneración económica, creando así un modelo de negocio autosustentable.
El impacto de las acciones emprendidas va desde lo social al fortalecer la dinámica de las familias y el cuidado de los niños y en lo económico, al fortalecer la asistencia y productividad de las empleadas, así como disminuir significativamente la rotación de personal en las empresas.
"Es impactante como la gente al tener una prestación en su centro de trabajo, se enfoca más a sus labores, va con más gusto, con más confianza y genera más compromiso entre la empresa y el trabajador", resaltó Efrain Ortiz.
Con acciones como esta, se demuestra que desde la sociedad civil es posible crear mecanismos de ayuda en pro de la mujer.