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Dar permiso de “salir a enfermarse”, y otras decisiones del gobernador a un año del primer caso covid en Nuevo León

En 365 días de la presencia activa del covid-19, el gobernador Jaime Rodríguez ha tomado medidas de cierre total de actividades que han llevado al Estado a enfrentarse con otros poderes, organismos y los propios regiomontanos.

El 11 de marzo del año 2020 aterrizó en el municipio de San Pedro Garza García el primer caso positivo a covid-19, y a partir de esa fecha la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 tuvo un seguimiento a través de las frases de la autoridad, entre las que más sobresale aquella en la que el gobernador de Nuevo León señaló que daba permiso a la población “de salir a enfermarse”.

Al inicio de esta tragedia social, Jaime Rodríguez Calderón arrancó con la toma de decisiones y aplicación de medidas para combatir al nuevo coronavirus, el 17 de marzo, y en medio de un ambiente de optimismo y de prevención se ordenó parar las actividades no esenciales, así como las clases presenciales.

“No son vacaciones, no estamos adelantando vacaciones, simplemente estamos utilizando la facultad que tiene el Estado y que le ha recomendado el Sistema de Seguridad de Salud, respecto a no tener posibilidades de contagio y la única forma de contenerlo es que la gente esté en sus casas”, precisó el mandatario esa fecha.

Desde entonces se adelantaba que Nuevo León estaría en los primeros lugares de casos y de muertes, lo cual se cumplió a cabalidad, al ubicarse el estado en el tercer lugar nacional de casos y cuarto en defunciones, según las cifras estatales.

Y se tomaba como bandera que la entidad sería donde más pruebas PCR se realizarían en México, y en la que menos muertes respecto a contagios detectados se tenían en el país.

Abre Nuevo León otros giros y presenta el Semáforo Estatal de la Reactivación Económica

Antes de concluir la Jornada Nacional de Sana Distancia, y de que en la entidad se aprobara que a partir del 1 de junio volverían a la actividad la industria cervecera, los giros comerciales y los hoteles, entre otros, además del sector automotriz, minero y de la construcción, el 31 de mayo el mandatario estatal reconoció que no se podía continuar con el encierro y la afectación a la economía.

“Es aprender a vivir con el riesgo. No podemos seguir encerrados todo el tiempo, ni salir a la calle todo el tiempo, quizás después sí”, explicó.

Ese día surgió el Semáforo Estatal de la Reactivación Económica y se destacó que las decisiones que llegase a tomar el Consejo Estatal de Seguridad en Salud se basarían en los resultados que presentaran los 10 indicadores que lo conforman, y se aclaró que con 3 o más aspectos en color rojo, es decir, en riesgo máximo, se podría frenar o dar marcha atrás a la reapertura.

A partir de la semana 27 del año pasado y hasta la 9 del año en curso, un lapso de 36 semanas, el promedio diario de casos y la media de defunciones por día se han mantenido en rojo, muy por encima de los 250 y 15 que se requieren para estar en ese tipo de riesgo, respectivamente.

Pone freno el Estado a la reactivación… Reabre, luego vuelve a cerrar todo

Llegó el 2 de julio, y de nuevo Rodríguez Calderón tomó la palabra y señaló que debido al incremento de casos positivos y de muertes, se imponían restricciones a la movilidad.

“Por la movilidad tan grande que traíamos muchos negocios no podrán abrir, así que no podemos ser irresponsables; aquellos que sí están trabajando tienen que ser más responsables, de la casa al trabajo y del trabajo a su casa, no tienen por qué andar en otra actividad.
“No hay toque de queda, no existe ni existió nunca esa posibilidad, sí habrá medidas restrictivas para que podamos estabilizar nuestro sistema hospitalario”, precisó.

Con base a los datos oficiales, el mes de julio del año 2020 fue en el que se reportaron más casos positivos en un mes el año pasado, con 21 mil 573.

Y el mes de agosto el que acumuló la más alta incidencia mensual de muertes por covid en el año 2020, con mil 297 defunciones en esos 31 días.

Una vez que pasó ese pico de contagios y de decesos, y que se creyó que el estado entraba en una meseta, el 4 de septiembre el gobernador dio luz verde a la reapertura de actividades y dijo, la que puede ser considerada como la frase oficial más polémica durante la pandemia.

“Le estamos dando permiso a la gente de salir a enfermarse”, enfatizó.

Y sí, la gente salió, se enfermó, y en muchos casos se murió, como lo muestran las cifras de la Secretaría de Salud estatal, las cuales indican que en el mes de septiembre hubo en el estado 15 mil 529 casos y mil 162 muertes.

Mientras que en octubre fueron 16 mil 457 contagios detectados y 966 decesos, hasta llegar en noviembre a 20 mil 287 casos positivos y 972 defunciones.

Derivado de ese incremento, y de que iniciaba la crisis hospitalaria para atender a pacientes covid y de terapia intensiva, el 4 de diciembre Jaime Rodríguez decretó un paro de actividades comerciales y de servicios los fines de semana.

Hecho que provocó que creciera el distanciamiento entre el Estado y las cámaras y organismos intermedios.

“Si no bajamos el nivel de contagios, y se los digo abiertamente a Canirac y a Canaco, vamos a tener que cerrar toda la semana y nos va a ir peor a todos”, recalcó.

La medida estuvo activa por dos fines de semana, luego se permitió las actividades todos los días; sin embargo, el clímax apareció cuando menos se esperaba, la tarde del 31 de diciembre.

Ese día Rodríguez Calderón despidió el año viejo y le dio la bienvenida al nuevo anunciando que cines, casinos, gimnasios, teatros, entre otros, volvían a estar cerrados toda la semana, y que se paraba en forma total la movilidad los domingos, con supermercados, tiendas de conveniencia y de barrio cerradas.

“Tenemos 70 por ciento de ocupación hospitalaria que es el límite que habíamos dicho para que los doctores pudieran tener la capacidad de atender”, pronunció.

Para este año 2021, en enero se tuvo los peores resultados en el semáforo estatal, con cuatro semanas seguidas, de la uno a la 4, con 6 indicadores en rojo.

En ese lapso, el discurso oficial fue que el incremento de casos, muertes y hospitalizaciones se debió a las fiestas y reuniones decembrinas.

Para las semanas siguientes, en las que fueron a la baja los indicadores, la autoridad aseguró que ese logro se debía a la estrategia restrictiva aplicada por el Estado, misma que estuvo activa desde final del año pasado.

A finales del mes de febrero e inicio de marzo, uno de los temas que más controversia y polémica causó en el estado fue el de las restricciones a los adultos mayores a 58 tipos de giros distintos.

“Tienen vida”, les reiteraba Manuel de la O Cavazos, secretario de Salud estatal, a los adultos mayores que se quejaron de las medidas y denunciaron discriminación.

Tras los exhortos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) y del Congreso del Estado, el 25 de febrero el Consejo de Seguridad en Salud aprobó quitar las restricciones, por la mañana, a los adultos mayores, y la reapertura de actividades los domingos.

A pesar del incremento en la movilidad, después de ese anuncio tanto los casos, las muertes por covid-19 y las hospitalizaciones han ido a la baja en el estado.

Al corte del 10 de marzo, la polémica se centra en el nuevo episodio de esta tragedia, la estrategia de vacunación por parte de la Federación, con su clímax en que Nuevo León consideró que 4 mil 680 vacunas del laboratorio Sinovac “estaban echadas a perder”.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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