La diabetes no solo es una de las condiciones crónicas más comunes en EE. UU., también es la más costosa. De cada $4 dólares que se gastan en atención médica en el país, $1 se destina al cuidado de personas con diabetes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Por eso prevenir la diabetes tipo 2 —que representa la gran mayoría de los casos— es tan importante, no solo para tu bolsillo, sino también para tu salud a largo plazo y tu calidad de vida.
Y para más de 1 de cada 3 personas que actualmente tienen prediabetes —la antesala de la diabetes tipo 2—, la prevención comienza ahora, con un buen manejo de la glucosa mucho antes de que se desarrolle la enfermedad, explica la Dra. Archana Sadhu, endocrinóloga en el Hospital Houston Methodist.
“La prediabetes es una etapa clave donde las personas pueden realmente cambiar el rumbo de su condición para que no empeore, y aún pueden tener una vida buena, saludable y larga”, dice la Dra. Sadhu. “Eso comienza con hacer pruebas a quienes están en riesgo e implementar cambios lo antes posible si se detecta prediabetes”.
La Dra. Sadhu explica quién debería hacerse exámenes de detección, qué pasa si los resultados salen anormales y qué significa recibir un diagnóstico de prediabetes.
¿Qué es la prediabetes?
La prediabetes es una condición en la que los niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para diagnosticar diabetes tipo 2.
Mientras que la diabetes tiene síntomas claros —como orinar con frecuencia, mucha sed, visión borrosa y hormigueo en manos y pies—, la prediabetes no presenta síntomas evidentes.
Por eso más del 80% de los casi 100 millones de adultos estadounidenses con prediabetes ni siquiera saben que la tienen. A menos que te hagas un examen de glucosa, no hay forma de saberlo.
“La prediabetes es básicamente la etapa inicial de la resistencia a la insulina, donde la glucosa de una persona está algo alterada”, explica la Dra. Sadhu. “Si no se trata, este proceso avanza hasta convertirse en diabetes tipo 2”.
¿Quién debería hacerse pruebas de detección de prediabetes y diabetes?
Como la prediabetes no da síntomas claros, hacer exámenes ayuda a detectarla antes de que evolucione a diabetes tipo 2. Pero la pregunta de quién debería hacerse el examen y cuándo es un “tema en evolución”, apunta la Dra. Sadhu, y probablemente cambiará en el futuro.
“La edad general para empezar a hacerse pruebas era a los 45 años”, comenta. “Ahora bajó a los 35, pero la edad no lo es todo. Hacerse la prueba antes o con qué frecuencia depende de los factores de riesgo que tengas, así que se trata de ver la edad en contexto con otros riesgos”.
Según la Asociación Americana de Diabetes, las personas con mayor riesgo de prediabetes y diabetes tipo 2 deberían considerar hacerse pruebas antes de los 35 si:
- Tienen un IMC mayor a 25 (o mayor a 23 si son de origen asiático)
- Tienen un familiar directo con diabetes
- Tienen antecedentes de enfermedades cardiovasculares
- Tienen presión alta o toman medicación para la presión
- Tienen colesterol alto
- Tienen síndrome de ovario poliquístico (SOP)
- Tienen signos de resistencia a la insulina, como manchas oscuras en la piel (acantosis nigricans), verrugas cutáneas o hígado graso no alcohólico
- Pertenecen a grupos étnicos de alto riesgo: afroamericanos, latinos, indígenas o asiático-americanos
- Hacen actividad física menos de 3 veces por semana
- Fueron diagnosticadas con diabetes gestacional durante el embarazo
- Toman regularmente esteroides (incluidos inhaladores), ciertos medicamentos para el VIH o antipsicóticos de segunda generación como aripiprazol (Abilify) o quetiapina (Seroquel)
Pero incluso quienes tienen un IMC por debajo de 25 (o 23) pueden estar en riesgo, aclara la Dra. Sadhu, ya que el IMC “no siempre refleja bien el riesgo metabólico” como lo hacen otras mediciones, como el perímetro de cintura o la relación cintura-altura.
El IMC puede ser engañoso según la composición corporal, especialmente en poblaciones asiáticas que tienden a acumular más grasa abdominal, añade.
Una medida de cintura mayor a 89 cm en mujeres y 101 cm en hombres aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según los CDC.
Si te diagnostican con prediabetes, deberías repetir el examen al menos una vez al año, o incluso antes. Las personas que tuvieron diabetes gestacional también deberían repetirlo cada uno a tres años.
¿Cómo saber si tienes prediabetes?
La única forma de saber si tienes prediabetes es haciéndote un análisis de sangre para medir tu glucosa. Las dos pruebas más comunes (y simples) son el examen de glucosa en ayunas y el test de A1C.
La prueba de glucosa en ayunas (también llamada glucosa plasmática en ayunas) mide el azúcar en sangre después de al menos 8 horas sin comer ni beber nada excepto agua.
Un resultado por debajo de 100 mg/dL se considera normal, entre 100 y 125 mg/dL indica prediabetes, y más de 125 mg/dL se considera diabetes.
Mientras que el test de glucosa en ayunas es como una foto del momento, el A1C mide tus niveles promedio de azúcar en sangre durante los últimos dos o tres meses, y no requiere ayuno.
Ya sea que la persona tenga o no diabetes, siempre hay algo de azúcar en la sangre. Parte de esa azúcar se une de forma permanente a proteínas de los glóbulos rojos durante su vida útil.
Como estas células se regeneran cada tres meses, el A1C mide qué tanto de esa glucosa se ha “pegado” en ese tiempo, en forma de porcentaje. Cuanta más azúcar tengas flotando por la sangre, más se adhiere, aumentando así el A1C.
Un A1C del 5.6% o menos es normal, de 5.7% a 6.4% indica prediabetes, y más de 6.5% se considera diabetes.
Cualquier persona con glucosa en sangre superior a 125 mg/dL o un A1C mayor a 6.4% debe repetir el test para confirmar el diagnóstico, enfatiza la especialista en diabetes.
¿Es posible “revertir” la prediabetes?
Como mencionó la Dra. Sadhu, la prediabetes es una etapa crítica en la que tienes el poder de cambiar el rumbo de tu salud. Pero si puedes “revertirla” depende de cómo definas esa palabra, dice.
“Si hablamos de revertir la prediabetes, ¿se puede normalizar la glucosa? Mucho más en esta etapa que en la diabetes, así que si tu definición de ‘revertir’ es normalizar la glucosa, entonces sí, claro que se puede”, afirma.
“Sin embargo si pensamos en lo que causa la prediabetes a nivel celular, en las células del páncreas que producen insulina que para cuando alguien llega a esta etapa de prediabetes ya las células perdieron más del 50% de su capacidad”, explica la doctora."
“Esas células no se regeneran; no vuelven, pero aún queda una buena parte funcionando que te puede mantener fuera del rango diabético si haces lo correcto para cuidarlas”.
“En ese sentido, no se puede revertir lo que ya pasó en el páncreas y en esas células productoras de insulina”, continúa. “El cohete ya despegó, o sea, no hay vuelta atrás completa, pero sí puedes mantener tu condición estable, incluso normal, y vivir una vida muy saludable con lo que queda funcionando”.
Si la prediabetes avanza hasta convertirse en diabetes, la Dra. Sadhu explica que el páncreas habrá perdido entre el 70% y 80% o más de su función, aumentando el riesgo de complicaciones graves.
¿Cómo puedo tratar la prediabetes? Actuar y motivarse es clave
“Si ya existe la prediabetes, nos enfocamos en intervenciones clave en el estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y el manejo del peso”, manifiesta la doctora. “De hecho, el ejercicio es tan efectivo como la insulina para reducir el azúcar en sangre, así que es una forma natural de aliviar la carga sobre las células del páncreas que ya están sobreesforzadas”.
“También tenemos medicamentos que han demostrado prevenir que la prediabetes avance a diabetes”, añade. “El clásico es la metformina, aunque hay otros más”.
Las recomendaciones de la doctora se basan en lo que el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales describe como un punto de quiebre en la prevención mundial de la diabetes tipo 2: el Programa de Prevención de Diabetes (DPP), un ensayo a gran escala con más de 3,000 personas en alto riesgo.
El estudio reveló que la forma más efectiva de prevenir o retrasar la diabetes tipo 2 en todas las edades, niveles de riesgo y etnias es bajar de peso a través de cambios en la alimentación y más actividad física.
También se demostró que la metformina ayuda, aunque en menor medida.
“Tanto la pérdida de peso por cambios en el estilo de vida como la metformina son estrategias efectivas para tratar la diabetes”, ratifica la Dra. Sadhu".
“Por supuesto que preferimos prevenirla solo con cambios de hábitos, pero todos sabemos lo difícil que eso puede ser. Por eso, muchas veces cuando un paciente recibe un diagnóstico de prediabetes, el médico o especialista puede recomendar comenzar con metformina además de los cambios en el estilo de vida”.
Aunque, claro, el gran desafío —como sabemos— es que cambiar de hábitos no es tan fácil como suena.
“Creo que todo el mundo quiere estar saludable”, comenta. “¿Quién no? Pero es fácil para un médico ocupado decir: ‘Necesitas bajar de peso’, cuando en realidad esto requiere tiempo y una alianza. Abrir la conversación es el primer paso. Vamos a ver qué funciona para ti, qué te motiva y cómo puedes hacer cambios sostenibles”.
La clave, dice ella, está en encontrar algo que te motive profundamente para hacer los cambios necesarios y prevenir la diabetes.
“Tienes que verlo como una inversión a largo plazo”, dice la especialista del Hospital Houston Methodist. “Uno de los motivos más comunes para no hacer cambios de estilo de vida es la falta de tiempo. Pero el tiempo extra que inviertas ahora en ejercitarte o preparar comidas saludables, en vez de comer comida rápida, es mínimo comparado con lo que necesitarás si desarrollas diabetes."
"Piensa en el tiempo diario que tomaría controlar la glucosa con mediciones, medicamentos o inyecciones de insulina. Y ni hablar del tiempo para tratar complicaciones como infartos, ACV, ceguera o insuficiencia renal”.
“Nadie quiere usar su tiempo lidiando con problemas de salud graves, pero si priorizas tu bienestar ahora, puedes evitar que la prediabetes avance, prevenir un montón de complicaciones y mantener tu calidad de vida para hacer las cosas que disfrutas”, señala la experta.
¿Cómo elegir una “alimentación balanceada”? Evita las dietas de moda extremas
“Para alguien con prediabetes, recomiendo una dieta balanceada, baja en carbohidratos, que puedas mantener a largo plazo, y que los carbohidratos que comas vengan de alimentos naturales y no procesados”, menciona la Dra. Sadhu. “Nada de extremos, nada de keto, ni dietas carnívoras. Esas modas tienden a fallar, sobre todo a largo plazo, porque no son sostenibles”.
Entonces, ¿qué significa realmente una dieta balanceada? Los cinco principios para armar un plato equilibrado incluyen:
- Llenar la mitad del plato con vegetales sin almidón y frutas
- Agregar un cuarto del plato con granos integrales
- Agregar otro cuarto con proteínas magras
- Mantener al mínimo las grasas saturadas, colesterol y azúcares añadidos
- Ser consciente del tamaño de las porciones
“También es clave minimizar los ultraprocesados”, agrega.
Si tienes prediabetes, la diabetes no es inevitable
“Lamentablemente, la diabetes tipo 2 tiene una fuerte carga genética”, observa la doctora. “Pero eso no significa que estés condenado al diagnóstico”.
“¿Algunos pacientes tienen que esforzarse más que otros que no tienen antecedentes familiares? Sí, porque tienen que luchar contra esa predisposición genética. Pero eso no significa que sea tu destino”, aclara. “Tenemos el poder de cambiar el curso de esta enfermedad, y deberíamos hacerlo”.
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