Ciencia y Salud
  • “Lo que he hecho los últimos 10 años es luchar”: Samara, paciente terminal, busca impulsar la eutanasia en México

Eutanasia en México

En entrevista con MILENIO la joven compartió porque busca impulsar la Ley Trasciende y cómo ha sido el proceso de enfrentarse a un sistema de salud que le niega una muerte digna.

Con 30 años y tras pasar más de diez luchando contra múltiples padecimientos, Samara Martínez, jalisciense de nacimiento y periodista por decisión, concluyó que quería la eutanasia, por lo que inició un proceso para evitar que la ley mexicana se lo impida.

Su primer diagnóstico llegó a los 16 años: hipertensión y dislipidemia mixta. No hubo mayor explicación, en el IMSS sólo le recetaron medicamentos. Seis años después los médicos notaron irregularidades en sus exámenes de rutina.


“Ahí fue donde me diagnosticaron lupus eritematoso sistémico (una enfermedad autoinmune), y otra que se llama glomeruloesclerosis focal y segmentaria que a su vez da como condición la insuficiencia renal crónica”, comparte en una entrevista con este medio.

El doctor le dijo que, aunque no tenía cura, podían frenar el deterioro. Duró cerca de 6 años con tratamientos y quimioterapias. Aunque su hermano le donó uno de sus riñones en 2022, su condición no mejoró ya que su cuerpo no aceptó el trasplante.

Recuerda los meses que siguieron, uno a uno. En diciembre de 2023 intentó, por segunda ocasión, que su cuerpo aceptara un nuevo órgano, pero todo lo que pudo salir mal ocurrió.

“Lo que fue enero, febrero, marzo, abril, mayo y la mitad de junio del año pasado, yo me mantuve luchando por aferrarme al riñón”

Un virus, que en otras circunstancias resultaría inofensivo, terminó desgajando todo su sistema, desarmado por los inmunosupresores. Los estudios constantes dejaron sus venas secas: hubo un momento en el que las enfermeras introducían la aguja, pero ya no salía sangre.

@sam.amm

Ayúdame a legalizar la eutanasia en México, para que miles de personas sean libres de elegir sobre su propio cuerpo con la #LeyTrasciende , porque cuando una enfermedad llega a nuestras vidas, debemos de poder ser libres de elegir morir con dignidad #vida #salud #paratii #fyp

♬ sonido original - Samara Martínez

“Uno como paciente se siente tan… como conejillo de indias. Los doctores no entendían, médicamente hablando, porque no reaccionaba a nada y por qué todo lo que podría haber salido mal, salió mal. Hasta ahorita no tengo una explicación médica. A mitad de junio ya me habían hecho todos los tratamientos posibles para evitar un rechazo de trasplante”. Ninguno funcionó.

Inició el verano, y su médico le propuso esperar dos semanas más con la expectativa de que el panorama cambiase. Intravenosas, inyectables, pastillas. Para entonces Samara había perdido la cuenta del número de fármacos y quimioterapias administradas.

“Mi cuerpo estaba muy cansado, entonces, volteé con mi mamá ese día en consulta con lágrimas le dije: ‘Sabes que, ma, no’, porque también, perder la esperanza después de intentarlo es muy desgastante”
“Salimos del hospital y empezó el proceso de aceptación. Yo sabía perfectamente que si este segundo trasplante no funcionaba iba a regresar a vivir de por vida conectada a una máquina”.

La eutanasia en México y el mundo 

Eutanasia es una palabra cuyas raíces griegas son: eu, que significa bien y tanos, equivalente a muerte. En el ámbito legal, es considerado un homicidio piadoso para procurar una muerte tranquila.

Médicamente, es muerte sin sufrimiento, mientras que diversas religiones lo condenan como asesinato. Para Samara se convirtió en un deseo difícil de enunciar.

“Yo sentí que me habían arrebatado la esperanza del trasplante, de estar bien, de no depender de una máquina. Ahí fue cuando dije — y al principio me daba mucha pena— que si la eutanasia fuera una opción aquí [en México] yo creo que la elegiría para mí”

Legalmente existen dos tipos de eutanasia: pasiva y activa. La primera consiste en permitir suspender la aplicación de tratamientos médicos que mantienen con vida a una persona, lo que la lleva a una muerte de forma natural.

En la segunda hay una intervención directa con la administración de una sustancia (como un medicamento) con el objetivo de provocar un deceso rápido e indoloro. Es un acto voluntario y deliberado realizado por profesionales médicos.  

En México existe una figura legal llamada Ley de Voluntad Anticipada, que se aplica en 15 entidades y permite a las personas tomar decisiones sobre su atención médica al final de la vida, sin embargo, la eutanasia activa está prohibida, según la Ley General de Saludespecíficamente en el artículo 166 Bis 21. 


A nivel mundial, apenas nueve países han despenalizado la muerte asistida en circunstancias extremas: Ecuador, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, España, Nueva Zelanda y Portugal. Suiza por su parte, permite el suicidio asistido, es decir, un médico receta una sustancia letal que el paciente se autoadministra.

Las variaciones legales, religiosas y culturales dificultan el debate en el resto del mundo. Incluso Países Bajos y Bélgica, territorios pioneros en la materia, encuentran dificultades legales, como detalló Óscar Enrique Torres Rodríguez, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM en una entrevista para Gaceta UNAM.

Sin embargo, más allá y entre las discusiones legales, los debates médicos y las creencias, están los pacientes que destinan todo lo que tienen en sobrevivir.

“Muchas personas me han dicho que soy una cobarde, no soy cobarde, lo que he hecho los últimos 10 años de mi vida es luchar. Mis 20 se me fueron en luchar”, dice Samara.

Cuando los cuidados paliativos dejan de ser suficientes

En general, y como explica Columba Suinaga Romero, coordinadora de proyectos de la Asociación Civil, Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD) en México, aún hay mucho trabajo por hacer para garantizar una muerte digna a todos los pacientes con enfermedad avanzada y/o terminal, comenzando con el punto mínimo: los cuidados paliativos.


“Algunos hospitales tienen servicios de cuidados paliativos, sin embargo, no son suficientes y falta aún mucha información, sensibilización y formación de los profesionales de la salud. Las familias nos transmiten lo difícil que es para ellas atender a sus familiares de forma adecuada y la impotencia frente a la falta de recursos”, señaló a MILENIO.

Para el segundo trasplante Samara tuvo que vender su casa y organizar colectas. El gasto mensual destinado a su salud es de 100 mil pesos mensuales. No hay dinero que en hospital alcance. 

En julio de 2023 comenzó con diálisis peritoneal, un tratamiento para sacar de su cuerpo el exceso de líquido y toxinas que ya no puede desechar por sí mismo. Una máquina dispone de su vida 10 horas al día.

Su familia la escucha vomitar cada mañana sin poder hacer nada. A lo largo de los años la han acompañado como han podido, se han convertido en testigos de un dolor persistente que no siempre responde a los analgésicos. 

“Estaba casada y mi esposo decidió bajarse del barco el año pasado. Es importante entender que no todos los familiares están preparados mentalmente y físicamente para lo que implica acompañar”

Cuando Samara comunicó a sus padres no sólo que deseaba morir sino que además, buscaría impulsar una ley que le permitiera hacerlo en México, estuvieron de acuerdo.


“Han sido testigos principales de lo que es ver a un hijo con dolor, con sufrimiento. Donde todo lo que se ha hecho médicamente lo único que ha hecho es empeorar mi calidad de vida y mi salud y no brindarme una solución. No por los médicos, sino por mi cuerpo”

¿En qué consiste la Ley Trasciende?

Samara llegó a considerar la posibilidad de viajar a Suiza para morir, después de hacer los cálculos abandono de la idea. Investigó qué tan viable sería ir a Colombia, sin embargo, al igual que en otros países donde la eutanasia es legal, el procedimiento está reservado exclusivamente para residentes.

Dejar de conectarse a la máquina que la mantiene con vida tampoco es una opción: cuando los riñones dejan de funcionar lo único que queda es una muerte dolorosa y progresiva. Las toxinas se irían acumulando hasta alcanzar cada sistema, incluido el neurológico, a través de la sangre. Al no encontrar salida, los líquidos se terminarían esparciéndose en la cavidad torácica, ahogando los pulmones.


Luego de años de vivir anclada a hospitales y laboratorios, es consciente  de que así como ella, cientos de personas se encuentran sobreponiéndose no solo a una enfermedad, sino también a un sistema que les niega morir dignamente.

“Este es un derecho para mí, para los pacientes, pero también para todas esas personas que ahora tienen ese privilegio de la salud porque no están exentos de enfermar. Yo creo que nadie está dispuesto a decir ‘me sacrifico hasta el final’ ¿Acaso nos gusta ver el sufrimiento humano?”

Si bien se ha tocado el tema, hasta ahora, ninguna propuesta para legalizar la eutanasia activa ha avanzado significativamente en el Congreso de la Unión. La iniciativa del ex diputado Jorge Álvarez Máynez fue descartada por el legislativo en 2023 debido a la falta de consenso entre las diferentes bancadas.

“Siempre entre políticos, siempre legisladores, que nunca, nunca, por más que lo estudien, van a entender nuestra realidad ¿Por qué un paciente no había intentado impulsarla? Porque no tenemos energía, porque vivimos con dolor 24/7”, dice Samara.

Tras la publicación y viralización de su caso gracias a los videos que compartió en TikTok e Instagram, organizaciones y bufetes de abogados se han acercado a ella para ayudar en la redacción de la ley. Por ahora, los puntos básicos que considera cruciales son:

  • Que sea específicamente una opción para pacientes que tengan enfermedades crónico-degenerativas incurables y en estado muy avanzado que les impida tener calidad de vida.
  • Tiene que contemplar a pacientes en etapa terminal que ya no deseen continuar con tratamientos
  • La decisión será únicamente del paciente, quien debe encontrarse al 100% del uso de sus capacidades mentales al solicitar la intervención
  • El paciente siempre tendrá el derecho de decidir hasta el último momento

A la par de la ley, Samara buscará un amparo que le permita la eutanasia activa. Hasta ahora no ha habido casos exitosos, por lo que, de conseguirlo, podría marcar un presente en la historia del país. Antes de rebatir la idea, la joven invita a las personas a aguantar la sed un día entero.

“Los pacientes que dejamos de orinar porque los riñones no funcionan, tenemos prohibido tomar líquido. Los invitó un día a no tomar ni 100 ml para que vean lo complicado que es. Y eso es una mínima parte de lo que tenemos que pasar en un día normal”.

​LHM 

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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