En México, 14.3 millones de personas adultas fuman, y alrededor de siete millones intentaron dejar el cigarro durante el último año.
Sin embargo, menos del 10 por ciento recibió atención médica, psicológica o seguimiento profesional.
El proceso se vive en soledad, con recaídas dolorosas, ansiedad intensa, irritabilidad, dificultad para respirar y culpa. No porque la persona no quiera dejar de fumar, sino porque el sistema de salud no ofrece servicios accesibles y continuos en el primer nivel de atención, coincidieron especialistas.
En el conversatorio El papel del primer nivel de atención en la cesación tabáquica: retos y perspectivas, organizado por Salud Justa MX, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) e IMSS-Bienestar señalaron que la cesación tabáquica está reconocida en las políticas públicas, pero no se cumple en el terreno donde las personas realmente buscan apoyo: la clínica cercana a su casa.
La ayuda llega tarde: cuando hay daño y cansancio
María Guadalupe Ponciano Rodríguez, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM y coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo, explicó que, quienes buscan apoyo lo hacen cuando el cuerpo ya está afectado y cuando la vida cotidiana empieza a deteriorarse.
“Llegan cuando ya no pueden subir escaleras sin detenerse, cuando se despiertan con una tos que no se va, cuando sienten presión en el pecho o cuando les falta el aire para hacer cosas sencillas. No llegan al inicio del hábito; llegan cuando el daño ya está”.
Ponciano señaló que, la norma que establece la atención del tabaquismo no está operando y tampoco responde a las necesidades actuales.
“Tenemos una norma que sigue vigente, pero no está implementada. Fue elaborada en 2009 y no contempla vapeadores ni nuevos productos. Urge actualizarla y operarla, no solo tenerla escrita”.
También subrayó la falta de conducción central que permita que las instituciones trabajen de manera articulada:
“No falta evidencia científica. Falta dirección. Cada institución trabaja aislada. Si no hay coordinación desde la autoridad federal, la cesación no va a avanzar”.
Dejar de fumar no es una decisión, es una dependencia que se trabaja
Antonio Isaac Olguín Rubio, representante de Centros de Integración Juvenil, explicó que la dependencia al tabaco es física y emocional, por lo que el abandono requiere acompañamiento especializado y tiempo.
“No es cierto que se deja cuando uno quiere. La nicotina genera dependencia real. Cuando la persona intenta dejarlo aparecen ansiedad, irritabilidad, tristeza y una sensación de vacío. El cuerpo lo exige”.
Añadió que la recaída no es un fracaso personal, sino el reflejo de un abandono sin sostén.
“Si la persona vive con fumadores, si usa el cigarro para calmar el estrés o si forma parte de su rutina emocional, la recaída es casi segura si no hay apoyo”.
Al mismo tiempo, el tabaquismo deteriora la economía familiar.
“El tabaquismo no solo enferma. También empobrece. La gente deja de comprar comida o medicamentos para poder seguir fumando. El cigarro se vuelve una prioridad que desplaza lo básico”.
Cuando el daño ya está, el sistema no sostiene
Humberto Medrano Vega, jefe de una unidad de salud de primer nivel de IMSS-Bienestar en la Ciudad de México, explicó que el punto de entrada donde deberían existir servicios consolidados para dejar de fumar es precisamente donde más falta hace.
“Atendemos a personas con signos tempranos de EPOC, presión alta persistente o dolor torácico al caminar. Llegan decididas a dejar de fumar, pero no tenemos garantizado el abasto de terapias de reemplazo de nicotina, ni personal suficiente para ofrecer seguimiento. La persona vuelve sola a su casa y sola recae”.
Medrano dijo que, “dejar de fumar no debería ser un acto solitario. Pero hoy lo es”.
¿En dónde pedir apoyo para fumadores?
Quienes desean dejar de fumar pueden acudir a:
- Centros de Integración Juvenil para recibir terapia individual y grupal sin necesidad de referencia.
- Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la UNAM para recibir consejería especializada.
- Unidad de IMSS-Bienestar o servicios estatales de salud, donde existe la posibilidad de consejería breve y canalización según disponibilidad.
- También pueden solicitar orientación y acompañamiento inicial a través de la Línea Nacional contra las Adicciones, marcando 800 911 2000, atención gratuita las 24 horas.
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