Un antiviral administrado por vía oral logró prevenir la infección de dengue en humanos por primera vez, lo que abre una posibilidad real de contar con una pastilla específica contra una enfermedad que afecta a casi la mitad de la población mundial.
Los resultados fueron publicados en The New England Journal of Medicine en un editorial que subraya que, después de décadas sin tratamientos antivirales efectivos, la evidencia sobre mosnodenvir representa el avance más prometedor hasta ahora.
La información difundida por NEJM y sus plataformas asociadas recuerda que el dengue continúa expandiéndose de manera acelerada.
EL DATODengue en México
En 2024, se registraron más de 14 millones de casos y cerca de 10 mil muertes.
El virus circula en más de 100 países y cada año se estima que entre 100 y 400 millones de personas se infectan, aunque entre 60 y 80 por ciento de los contagios cursan sin síntomas o con cuadros leves que no se registran.
El aumento de la urbanización, el cambio climático, el crecimiento poblacional y la movilidad internacional sostienen el incremento de la transmisión en América Latina, el Sudeste Asiático, África y el Mediterráneo.
El editorial subraya que no existe ningún antiviral aprobado contra el dengue y que el tratamiento clínico se limita a hidratación, control de fiebre y vigilancia estricta para evitar progresión a formas graves como dengue hemorrágico o síndrome de choque, ambas potencialmente mortales.
La falta de herramientas terapéuticas contrasta con la magnitud del problema, ya que una proporción estimada de una de cada 20 personas infectadas presenta complicaciones severas que requieren hospitalización.
El mecanismo de acción
Mosnodenvir, también identificado como JNJ 64281802, es un antiviral directo diseñado para interrumpir un paso crucial en la replicación del virus dengue.
¿Cómo funciona?
El fármaco se une a la proteína NS4B e impide su interacción con la proteína NS3, intervención que bloquea la formación del complejo de replicación viral.
De acuerdo con los estudios citados por NEJM, el compuesto ha demostrado actividad potente contra un amplio rango de cepas y serotipos del virus. La potencia puede variar hasta 100 veces entre linajes, pero incluso en los menos sensibles, como el utilizado en el ensayo clínico, se observaron reducciones significativas de carga viral en modelos animales y en humanos bajo condiciones controladas.
Antes de avanzar a estudios en humanos, mosnodenvir demostró eficacia en ratones y primates no humanos, donde redujo la incidencia de infección y protegió contra desafíos virales letales.
En fase 1 no se identificaron problemas de seguridad, se alcanzaron niveles estables en plasma y el perfil farmacocinético indicó que el fármaco podía administrarse por vía oral una vez al día sin acumulaciones indeseadas.
El ensayo fase 2 descrito por NEJM se realizó en adultos sanos de 18 a 55 años sin exposición previa al dengue.
Los participantes fueron asignados al azar para recibir dosis bajas, medias o altas del antiviral o un placebo durante 26 días.
El esquema incluyó cinco días de carga con dosis de 40, 200 y 600 miligramos, seguidos de una fase de mantenimiento de 21 días con 10, 50 y 200 miligramos.
Los voluntarios fueron expuestos a una cepa viva atenuada de dengue tipo 3 y monitorizados durante 90 días para evaluar infección, síntomas y efectos secundarios.
Los resultados mostraron un efecto claramente dependiente de la dosis.
En el grupo de dosis más alta, 60 por ciento de los participantes no presentó ARN viral detectable y la erupción cutánea típica del dengue disminuyó 70 por ciento respecto al placebo.
El antiviral alcanzó niveles estables en sangre antes de la exposición al virus y los efectos adversos fueron en su mayoría leves o moderados. También se documentó menor incidencia de síntomas febriles y menor duración de los signos clínicos en quienes recibieron dosis altas.
El texto señala que, aunque el avance es significativo, persisten interrogantes científicas relevantes.
La variación en la sensibilidad de las cepas podría modificar la eficacia en territorios donde el virus es endémico y donde coexisten múltiples serotipos con circulación dinámica.
El artículo enfatiza que factores como inmunidad previa, comorbilidades, coinfecciones y diferencias en la respuesta inmunológica regional podrían influir en el desempeño del fármaco en condiciones reales.
Otro punto pendiente es determinar si los efectos profilácticos pueden traducirse en una opción terapéutica para personas ya infectadas.
El dengue tiene una ventana terapéutica muy estrecha, generalmente de dos a tres días desde el inicio de los síntomas, momento en el que la replicación viral alcanza su fase ascendente.
Para que un antiviral funcione en este escenario sería necesario un diagnóstico rápido y administración inmediata del tratamiento.
Las terapias combinadas de antivirales
La investigación además reporta la detección de mutaciones de resistencia en todos los grupos que recibieron mosnodenvir.
Entre ellas destaca la variante V91A en la proteína NS4B, ya presente en virus circulantes.
Aunque estas mutaciones no aumentaron la gravedad ni la tasa de infección en el ensayo, podrían representar un riesgo en un uso extendido del medicamento en zonas endémicas.
Esto sugiere que, como ha ocurrido con virus como VIH o hepatitis C, podrían ser necesarias terapias combinadas con antivirales de mecanismos distintos para disminuir el riesgo de resistencia.
De acuerdo con NEJM, esta evidencia constituye la primera demostración convincente de que un antiviral tomado por vía oral puede prevenir la infección por dengue en humanos.
El editorial concluye que será indispensable sostener la investigación clínica, ampliar la vigilancia del virus e impulsar estudios en países afectados para determinar si mosnodenvir puede convertirse en la primera herramienta farmacológica capaz de modificar el curso de una enfermedad que avanza de manera persistente en gran parte del mundo.
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