La tortilla de maíz, ese alimento ancestral cuyo consumo se remonta a las civilizaciones mesoamericanas, es la base de la dieta de los mexicanos. En el mercado actual hay de dos tipos: las de tortillería y la empaquetada de supermercado. Elegir una sobre la otra no solo afecta el sabor de un taco, sino también el valor nutricional de nuestra alimentación.
En la Revista del Consumidor de noviembre de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tenemos las características de cada tipo de tortilla, te sorprenderá que unas tiene mayor cantidad de grasas que las otras.
Nixtamalización vs. Harina de Maíz
La principal diferencia entre ambos tipos de tortillas reside en su materia prima y proceso de elaboración, lo que define su perfil nutricional.
La nixtamalización es un proceso que lo define todo, y lo más increíble es que viene de un proceso que desde hace muchos forma parte de la cultura en México.
Tortilla de tortillería
Hecha a base de maíz nixtamalizado, es un proceso ancestral que incrementa la biodisponibilidad de aminoácidos, potenciando su valor nutricional.
Contiene una riqueza de micronutrientes como calcio, magnesio, fósforo, potasio, vitaminas del grupo B, fibras y proteína. Ofrece un mejor aprovechamiento de los nutrientes por parte del organismo, gracias a la cal utilizada en el proceso.
Tortilla de supermercado
Generalmente hecha a base de harina de maíz. Tiende a contener más calorías, grasas y sodio en comparación con la tortilla nixtamalizada.
Las diferencias en el proceso hacen que su aporte nutricional, aunque presente, sea distinto al de la tortilla fresca.
Diferencias entre tortillas de tortillería y supermercado
Más allá de lo nutricional, el origen de la tortilla impacta directamente en su consumo y manejo:
La tortilla de tortillería suele tener un tamaño y grosor más pequeños y una textura más suave y flexible. Su consumo es la columna vertebral de la dieta, con un consumo anual por persona de 65.8 kg.
Las tortillas de supermercado suelen presentar un mayor tamaño y grosor, además de ser, en general, más barata por unidad. No obstante, ambos tipos de tortillas comparten el ser la base de la alimentación, ya que el 83.5 por ciento de los hogares en México destinan parte de su gasto a su compra.
¿Cómo aprovechar tus tortillas? Evita el desperdicio
Para aprovechar al máximo las tortillas y evitar que se echen a perder, es fundamental aplicar técnicas de conservación adecuadas
- No las guardes calientes en el refrigerador, deja que se enfríen a temperatura ambiente primero.
- Una vez frías, envuélvelas en una servilleta de tela y guárdalas dentro de una bolsa o recipiente de plástico con tapa.
- Si las tortillas están recién hechas o aún calientes, sepáralas una por una antes de guardarlas para que no se peguen.
- Si las tortillas se endurecen, no las deseches, ya que puedes darles una segunda vida preparando platillos tradicionales como:
- Chilaquiles
- Tostadas
- Tiritas fritas para acompañar la sopa de tortilla
Por último, es importante que sepas cuándo es el momento de deshacerte de ellas, ya que, si presentan cambios en su apariencia, como olor agrio o rancio, manchas verdes, rosas, rojas, grises o una textura pegajosa, debes evitar comerlas.
YRH
