Durante los últimos meses, la comunidad científica ha puesto su atención sobre 3I/ATLAS, un cometa interestelar proveniente de la constelación Sagitario.
Aunque la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y otras agencias han asegurado que su paso por nuestro sistema solar no representa una amenaza para el planeta Tierra, han surgido decenas de teorías a raíz del poco conocimiento de este 'visitante cósmico'.
Acorde con los reportes, fue el pasado 1 de julio de 2025 cuando el telescopio de sondeo ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides) , financiado por la NASA, en Río Hurtado, Chile, reportó por primera vez observaciones de 3I/ATLAS.
Los reportes refieren que se mantendrá a una distancia de al menos 1.6 unidades astronómicas de la Tierra, es decir, a unos 240 millones de kilómetros, por lo que ya no podrá ser estudiado a principios de 2026.
Más allá de las teorías conspirativas entorno a este cometa que proviene del exterior, la importancia de 3I/ATLAS se debe a que es el tercer objeto interestelar confirmado que se detecta pasando por nuestro sistema solar, lo que lo convierte en un fenómeno raro y científicamente valioso.
'Oumuamua, el primer cometa interestelar
Un cometa interestelar es un cuerpo celeste que proviene de otro sistema solar y viaja por el espacio, en lugar de orbitar una estrella en particular.
El primero en ser detectado en nuestro sistema solar fue 1I/ʻOumuamua, descubierto el 19 de octubre de 2017 por el telescopio Pan-STARRS1, en Hawái.
'Oumuamua fue descrito por la NASA como un objeto rocoso con forma de cigarro y un tono ligeramente rojizo, ocasionado por la irradiación de los rayos cósmicos durante cientos de millones de años.
Medía hasta 400 metros de largo y quizás diez veces más largo que ancho.
"A diferencia de los objetos observados en nuestro sistema solar, podría proporcionar nuevas pistas sobre cómo se formaron otros sistemas solares", detalló en su momento la agencia espacial estadunidense.
La NASA informó que las observaciones sugirieron que este objeto inusual había estado vagando por la Vía Láctea durante cientos de millones de años, antes de su encuentro casual con el sistema estelar. Los cálculos indicaron que el objeto provenía de la brillante estrella Vega, en la constelación de Lira.
Algunos de los datos que se pudieron obtener a raíz de su paso es que 'Oumuamua era denso, compuesto de roca y posiblemente metales. No tenía agua ni hielo, además de presentar una trayectoria hiperbólica y exhibir una aceleración no gravitacional.
"Aunque originalmente se clasificó como un cometa, las observaciones no revelaron signos de actividad cometaria después de que pasara cerca del Sol el 9 de septiembre de 2017, a una velocidad de 87.3 kilómetros por segundo. Se clasificó brevemente como un asteroide hasta que nuevas mediciones revelaron que se aceleraba ligeramente, una señal de que se comporta más como un cometa".
Interstellar asteroid 'Oumuamua ☄ is small but reflective, according to new findings from scientists who pointed @NASAspitzer at the object. Its surface may have been swept free of dust and dirt by a close approach to the Sun. What we know: https://t.co/TqstZxYSjD pic.twitter.com/sNiJR0puHi
— NASA (@NASA) November 14, 2018
Borisov, el segundo cometa interestelar
El 30 de agosto de 2019, el astrónomo aficionado Gennadiy Borisov, de Crimea, descubrió el paso del segundo cometa interestelar en el sistema solar.
Bautizado oficialmente como 2I/Borisov, este visitante confirmó que 'Oumuamua no había sido un caso aislado.
A diferencia de su predecesor, mostró de inmediato una coma y una cola bien definidas, típicas de los cometas que se originan en nuestro propio sistema.
Su comportamiento y composición, detectada mediante observaciones con el Telescopio Espacial Hubble y otros grandes observatorios, revelaron una sorprendente similitud con los cometas “locales”.
El cometa alcanzó su punto más cercano al Sol en diciembre de 2019, a unos 300 millones de kilómetros, y poco después comenzó su viaje de regreso al espacio interestelar.
La NASA señaló que Borisov tenía unos 975 metros de diámetro, un equivalente a nueva campos de futbol. Se reveló que el núcleo del cometa era una aglomeración suelta de partículas de hielo y polvo.
El paso de Borisov ofreció a la comunidad científica una oportunidad única de estudiar un cometa genuinamente extrasolar, y demostró que el cosmos está lleno de estos pequeños viajeros interestelares que ocasionalmente cruzan nuestro vecindario.
¿Qué se sabe del cometa Atlas?
En la actualidad, astrónomos de diversas partes del mundo están investigando el tamaño y las propiedades físicas del cometa interestelar Atlas, por lo que hay poca información sobre él.
"3I/ATLAS permaneció visible para los telescopios terrestres hasta septiembre de 2025, después de lo cual pasará demasiado cerca del Sol para poder ser observado. Reaparecerá en el otro lado del Sol a principios de diciembre de 2025, lo que permitirá hacer nuevas observaciones", explicó la NASA.
Los primeros detalles señalan que viajó durante millones o miles de millones de años, antes de llegar a nuestro sistema solar.
"Las observaciones de la trayectoria del cometa muestran que se está moviendo demasiado rápido como para estar limitado por la gravedad del Sol y que sigue lo que se conoce como una trayectoria hiperbólica. En otras palabras, su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol. Simplemente está pasando por nuestro sistema solar y continuará su viaje hacia el espacio interestelar, para nunca más ser visto de nuevo".
RMV.