Política

El peor escenario hoy es nuestra realidad

Hillary Clinton y el actual presidente Barack Obama aceptaron rápidamente los resultados de la elección presidencial en deferencia y respeto a las instituciones democráticas y la tradición de la transición política pacífica del país. No había otra opción. Pero aun así el resultado dolió y dejó a muchos en estado de shock. ¿Ahora quién nos protegerá?, ¿A caso serán suficientemente sólidas las instituciones como para evitar el abuso del poder cuando los republicanos controlan la Casa Blanca, el Congreso y pretenden afianzar la agenda de la ultraderecha en la Suprema Corte? Ya veremos, pero tengo mis serias dudas.

Las implicaciones de esta elección son muchas, tanto para la política exterior del país como para la vida cotidiana de los estadunidenses. Y para México, el vecino que se convirtió en el villano número uno del discurso trumpista junto con China, la situación difícilmente puede ser peor.

Trump prometió construir un muro y obligar a México a pagarlo. Ha insistido que expulsará a más de tres millones de inmigrantes del país, y dijo que abandonará o renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), un acuerdo que ha traído enormes beneficios a los tres países signatarios. Aquellos que tienen contactos en el equipo de transición de Trump me dicen que se dan cuenta que no es factible construir un muro de 2 mil millas. Ahora resulta. Pero de todas las cosas terroríficas que prometió hacer durante la campaña, tendrá que cumplir con algunas, y lo que no sabemos es cuáles serán.

En alguna ocasión Trump se jactó de ser impredecible y afirmó que esto sería una ventaja para su política exterior. Esto muestra su desconocimiento de la diplomacia, así como de los negocios y la economía. La incertidumbre misma actúa como un freno de mano para la economía y puede tener consecuencias altamente negativas para la inversión y los mercados financieros.

Lo que sí sabemos es que el TPP está muerto, o por lo menos EU no participará (ojalá los demás países sigan adelante, pero no será sencillo). Esos nuevos mercados en Asia no se abrirán y las implicaciones para la economía global serán negativas, puesto que China aprovechará el vacío de liderazgo causado por Estado Unidos.

Trump ha señalado que las empresas americanas que “exportan los trabajos estadunidenses a otros países” son básicamente traidoras a la patria. Se trata de una postura extraña para un supuesto hombre de negocios, y muestra que Trump entiende poco acerca de las cadenas globales de valor y la competitividad, y considera que el comercio es un juego de suma cero en el que gana el que exporta y pierde el que importa, lo cual es falso. Alrededor de cinco millones de empleos estadunidenses dependen del comercio con México y otros nueve millones están ligados a Canadá. En términos económicos, América del Norte es la región más sólida del mundo, pero Trump está poniendo el proyecto en riesgo. En vez de avanzar, las propuestas de Trump implicarán un retroceso importante. Trust me, it is not going to be great.

Además, sería útil saber cómo Trump piensa obligar a las empresas estadunidenses a permanecer en EU. El esquema se antoja soviético, lo cual a lo mejor tiene sentido dada su amistad con Vladimir Putin.

Pero estamos aquí, y es importante tener una estrategia para limitar los daños. México tiene que entender que tiene más poder de lo que los mismos mexicanos creen, y el país debe utilizarlo. Si el nuevo gobierno estadunidense incrementa los aranceles a los productos mexicanos se va a dar un balazo en el pie. Para la clase media baja que votó por Trump, esto implicaría precios más altos para los alimentos y otros bienes de consumo.

Recientemente hablé con un grupo de académicos de México en Washington, DC y les di algunas recomendaciones respecto a cómo negociar exitosamente con los estadunidenses. Primero, no hay que perder el tiempo tratando de leer entre líneas. Lo que te dicen los estadunidenses es lo que quieren transmitir, no porque sean honestos, sino porque no tienen empacho en decir las cosas de frente, aun si corren el riesgo de ofenderte. Segundo, no te achiques o te van a comer vivo. Los estadunidenses no respetan a los débiles, y el ser demasiado amable muchas veces se malinterpreta. Tercero, no cedas nada sin antes dar una buena pelea. Negociar con el gigante no es fácil, pero se requerirá una postura dura por parte del gobierno de México y del sector privado que tiene mucho en juego.

Ahora nos toca transitar por el camino de la razón y argumentar contra soluciones que pongan en peligro el TLC, la libertad de expresión, la democracia y la tolerancia. Más de la mitad de los que salieron a votar la semana pasada tenían otra visión de EU, y por ello votaron por Hillary. Ahora nos toca organizarnos y luchar como nunca por el futuro de América del Norte.

*Miembro del Comexi, estadunidense por nacimiento y mexicana por elección.

Google news logo
Síguenos en
Amy Glover
  • Amy Glover
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.