El carismático corredor (running), atleta y malagueño Francisco Contreras Padilla, mejor conocido como Súper Paco, falleció a los 81 años a causa del cáncer.
La inconfundible silueta encorvada y el carácter cordial, propio de un hombre que vivía en armonía con la naturaleza, calaron hondo en los aficionados a las carreras de ultrafondo.
El Ayuntamiento de Cártama, la localidad natal de Contreras, confirmó la muerte de Súper Paco, una de las grandes atracciones de las últimas ediciones de los 101 kilómetros de Ronda. En la edición de 2014 de esta prueba de ultrafondo, los participantes acuñaron el popular apodo.
La mencionada prueba malagueña, organizada por La Legión para completarse en 24 horas, multiplicó la popularidad de Contreras, que acostumbraba a competir con el sencillo atuendo propio de los hombres de campo.
"La gente me da mucho mérito, pero soy igual que los demás. La fuerza de voluntad es lo que cuenta", comentaba a EL MUNDO en mayo de 2015, pocas horas antes de afrontar otro desafío en la serranía de Ronda.
Superpaco terminando la Cerdanya Ultrafons!! 190km con 73 años!! Mítico! pic.twitter.com/daXuXGyS
— kilian jornet (@kilianj) June 10, 2012
El peculiar entrenamiento de 'Súper Paco'
Un problema de salud diagnosticado en 1999 aceleró el paso de Súper Paco al ultrafondo. Tras dejar de consumir carne de cerdo, ajeno a cualquier bebida a alcohólica, su dieta se limitaba a la fruta, las verduras y el pescado.
Los vecinos de Cártama ya se habían acostumbrado a su figura por el monte, donde se entrenaba cada fin de semana con una marcha nocturna de 40 kilómetros.
Triste noticia donde las haya, hoy nos deja una de las persona que más me ha impresionado por su capacidad de superación, admirado por todos, cuando lo veíamos en los 101km nos daba una lección de vida que no se aprende en ningún lado, hoy #SuperPaco ha cruzado la meta del cielo
— Agus Martínez (@agus_m_L) October 23, 2019
En mayo de 2016, Francisco e Inés Contreras, dos de sus hijos, publicaron un libro titulado Súper Paco. Kilómetros de Vida.
En él se recogían multitud de historias de su vida personal, desde sus tareas domésticas con limoneros y olivos, hasta sus hábitos en los entrenamientos, a los que acudía con agua, un puñado de frutos secos, además de un móvil y un frontal de luz para las urgencias.
grb