En tiempos adelantados, los cánones priistas se volvieron obsoletos. Rumbo al arranque del proceso electoral en el Estado de México, los acuerdos no escritos del PRI, que obliga a esperar el anuncio de su precandidatura hasta que el gobernador rinda su penúltimo informe de gobierno, los mantiene rezagados en la entidad que más les interesa conservar.
Priistas consultados por MILENIO confirmaron que la tradición, particularmente en el Estado de México, llamado popularmente “la joya de la corona electoral”, es darle su lugar al gobernador en turno hasta que rinda su informe de gobierno del año previo al inicio de la elección, antes de que los reflectores se centren en la persona que lo sustituirá.
No es una regla establecida en los estatutos del partido o en la normativa estatal priista, es parte de los cánones que se han seguido en automático desde hace varios sexenios y que todos los priistas que han gobernado la entidad mexiquense respetaron en cada elección.
Lo siguió el mismo Alfredo del Mazo con Eruviel Ávila en 2016; Eruviel con Enrique Peña Nieto en 2010; y el después ex presidente lo respetó con Arturo Montiel en 2004, igual que todos los anteriores.
Ese pacto tricolor había funcionado hasta hace seis años, pero no ahora, cuando los tiempos adelantados y las ansias por los relevos rumbo a la contienda presidencial han acaparado el sector político. Y dejan ver al PRI en la indefinición frente a la oposición, pero también junto a sus aliados.
Mientras en la alianza Va por México, el PAN placea al diputado mexiquense Enrique Vargas en eventos masivos y el PRD a Omar Ortega, incluso al mismo estilo de Morena que han criticado y hasta denunciado, el PRI sigue sin definir su carta para posibles elecciones primarias con panistas y perredistas para poder formar una coalición con una candidatura de unidad.
El informe del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, está previsto para el 12 de septiembre y sería en las próximas semanas, cuando el partido pueda reunir a las y los aspirantes priistas para llegar a un acuerdo de candidatura única.

En esa última elección, por ejemplo, fue hasta el 10 de octubre de 2016 cuando el entonces titular de Profeco, Ernesto Nemer fue el primero que se destapó para buscar la gubernatura y hasta enero cuando inició el periodo de precampañas, que el PRI eligió al entonces diputado federal Alfredo del Mazo Maza como su precandidato único.
Este año, algunas posibles aspirantes como la ex secretaria general del PRI, Carolina Monroy descartó participar en el proceso interno pues acusó que “no hay condiciones para una competencia real”.
Aunque la verdadera definición estará entre la diputada federal Ana Lilia Herrera y la secretaria de Desarrollo social del Estado de México, Alejandra del Moral, quien en MILENIO Televisión reconoció que no sólo quiere la candidatura, sino que la trabaja, y sostuvo que en la alianza con PAN y PRD debe ser un priista el que se quede con la candidatura única por ser un bastión tricolor.
Por lo que se prevé que sea en las últimas semanas de septiembre cuando el PRI en el Estado de México dé luz verde para definir el proceso interno y comenzar a posicionar a su perfil para que, en diciembre, junto con el PAN y el PRD notifiquen al Instituto Nacional Electoral (INE) si irán juntos por la gubernatura del Estado de México y si su candidatura de unidad será un hombre o una mujer.
EHR