El coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Ricardo Gallardo, manifestó el respaldo de su bancada a la derogación de la reforma educativa, mientras el líder parlamentario del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, admitió que el marco legal es perfectible, pero sostuvo que la evaluación debe permanecer, pues cancelarla significaría una “involución educativa”.
En reunión con directivos de la organización “Maestros por México”, Gallardo señaló que, si bien la reforma está a punto de ser derogada, es preciso trabajar de la mano por una educación de calidad.
A nombre de “Maestros por México”, Moisés Jiménez urgió a derogar las leyes del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, por considerar que violentan los derechos laborales de maestros, así como los derechos humanos de padres de familia y alumnos.
Negó que los maestros se opongan a la evaluación y rechazó que busquen poder político.
Por separado, el legislador panista Juan Carlos Romero Hicks se pronunció por profundizar y ampliar la reforma educativa en consulta con los maestros, pero sin incurrir en la inmadurez política de amagar con que no quedará ni una coma de la legislación vigente.
“¿Se puede quitar la evaluación?, ¡no! Sería una falta de seriedad, se tiene que evaluar al alumno, al educando, a la autoridad, al directivo, a todos los actores educativos. Ahora, si lo que quieren es regresar a una estructura clientelar corrupta y corruptora de que el maestro no vaya a clase o que el sindicato venda las plazas o que el sindicato vea eso, eso sería una regresión autoritaria y eso no sería una reforma educativa, sería una involución educativa”, remarcó.