La Auditoría Superior de la Federación (ASF) mantiene 43 expedientes abiertos de irregularidades no solventadas en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, para imponer sanciones, en los cuales se presume un desfalco por 4 mil 147 millones 896 mil 502.90 pesos.
En tanto, ha archivado al menos 65 de 120 expedientes que suman un presunto desfalco por más de 4 mil millones de pesos.

En julio, MILENIO dio a conocer que el NAIM, obra cancelada del sexenio antepasado, dejó un quebranto de más de 10 mil millones de pesos, documentado en 120 expedientes de la ASF, que no fueron solventados por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), pero tampoco denunciado penalmente por la autoridad fiscalizadora.
Además de esos 43 expedientes, que corresponden a 18 auditorías de los años 2016 a 2018, se hallan bajo análisis de la ASF 12, solo están clasificados como 'Recibido en DGI', es decir, no fueron solventados, pero todavía no existe una decisión de archivarlo o iniciar procedimientos de sanción.
Y es que nueve de esos 12, son de auditorías que se hicieron a partir de 2019, o sea, en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
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Del total de los 120 expedientes abiertos a partir de las auditorías, a más de la mitad, es decir, a 65, que suman 4 mil 248 millones 244 mil 439.47 pesos, ya se les dio el llamado ‘carpetazo’ y quedaron archivados en los cajones de la ASF, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de transparencia entregada a MILENIO.
Así, las irregularidades descritas en esos 65 expedientes han quedado sin denuncias de por medio, sin sanciones y sin haber recuperado los recursos públicos.
Según la normatividad de la ASF, un expediente se archiva cuando carece de elementos suficientes para comenzar procedimientos de responsabilidad administrativa que ameritaran, en su caso, inhabilitaciones u otras sanciones.
En la misma respuesta a la solicitud de transparencia, la ASF detalló que, contrario a los 65 casos archivados, en otros 11 expedientes con irregularidades no solventadas sí se inició una investigación para proceder a una sanción administrativa y que en otros 32 se concluyó la investigación y ya se iniciaron los procedimientos de responsabilidades administrativas, que, de proceder, tendrían que ser contra ex funcionarios del GACM.
Pagos millonarios, trabajos sin comprobar
En los 65 expedientes archivados, correspondientes a 23 auditorías que realizó entre 2016 y 2018, la ASF detalló, desde sus primeros informes, cómo el GACM pagó montos millonarios a los consorcios que participaban en la obra por trabajos que no se comprobó que se realizaran conforme a los contratos.
Por ejemplo, el expediente archivado con el monto más alto de irregularidades detectadas por la ASF, es uno por 737.5 millones de pesos de presunto daño patrimonial, en el que señaló que el GACM autorizó pagos al consorcio integrado por Netherlands Airport Consultant, SACMAG de México y TADCO Constructora para que realizaran los proyectos ejecutivos de infraestructura.
Dichas tareas estarían relacionadas con las pistas de aterrizaje, con las ayudas visuales (como luces, señales, marcas en el pavimento y otras señalizaciones), con los servicios de bomberos, así como los proyectos ejecutivos de las vías de servicios, de instalaciones de mantenimiento, administración y servicios, y de redes de agua potable, drenaje pluvial y aguas servidas, entre otros.
Sin embargo, al hacer la auditoría a ese contrato, el GACM no demostró “la entrega, revisión y aceptación de los productos finales con respecto al programa de trabajo, debido a que únicamente se proporcionó documentación de avances parciales, pero sin comprobar la realización de dichos productos de acuerdo con los términos de referencia”.
En el segundo expediente archivado con las irregularidades más cuantiosas, por 704.1 millones de pesos, la ASF detalló como el GACM pagó al consorcio de Smart Free a tu Nivel SA y Foster and Partners Limited para que desarrollaran los diseños de la torre de control, del edificio terminal, de la estación intermodal e hicieran una evaluación de amenaza de explosión, pero al hacer la auditoría “no se acreditó la realización de dichos productos de acuerdo con los términos de referencia ni la entrega, revisión y aceptación de los productos finales con respecto al programa de trabajo”.
En la auditoría al mismo contrato, que también se archivó, la ASF encontró pagos duplicados a ese mismo consorcio por 637.8 millones de pesos por obras en la terminal de pasajeros, en la torre de control y en la estación intermodal que supuestamente se estaban realizando al mismo tiempo que se realizaban las mejoras a esos mismos trabajos.
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Aunque desde el inicio el GACM intentó justificar y aclarar las irregularidades, en sus primeros informes, la ASF determinó que las inconsistencias se mantenían y advirtió de presuntos daños al erario.
La lista de inconsistencias contenidas en los 65 expedientes archivados es larga.
No obstante, a lo largo de todos estos años, el GACM no reembolsó el dinero y no solventó las observaciones.
Pese a ello, la ASF no interpuso ningún recurso legal para recuperar los recursos descritos en esos 65 expedientes ni para denunciar penal o administrativamente a los ex funcionarios del GACM por el mal uso del dinero y, por el contrario, decidió archivarlos.
“Acompañamiento fantasma”
El más cuantioso de los 43 expedientes que la ASF mantiene ‘vivos’ para buscar imponer sanciones administrativas a ex funcionarios del GACM detalla cómo esta dependencia hizo pagos por 886.4 millones de pesos al consorcio de Smart Free a tu Nivel SA y Foster and Partners Limited por supuestos especialistas que realizarían un “acompañamiento arquitectónico” a las obras del NAIM.
Sin embargo, al realizar la auditoría, el GACM no pudo demostrar qué actividades realizaron esos supuestos especialistas.
“No se acreditó la realización del acompañamiento arquitectónico, en virtud de que la entidad fiscalizada proporcionó sólo correos electrónicos de solicitud de información, minutas de actividades y la revisión de planos de acero de refuerzo, sin tener evidencia de que éstos formaran parte de un acompañamiento arquitectónico”, dice el expediente.
“Tampoco se comprobó el control, participación, cantidad, tiempo y perfil del personal propuesto (…) debido a que únicamente se proporcionaron reportes de horas del personal que laboró por mes sin firmas”, añade.
La ASF detalló también que no se cumplió con el protocolo consistente en que el residente de obra envíe una orden de trabajo al arquitecto maestro para precisar en dónde se necesitaban los servicios de “acompañamiento arquitectónico”.

IOGE