Buscan crear un gran parque binacional en las orillas del río Bravo, que contribuiría a la restauración ecológica del afluente y mejorar su calidad ambiental, tanto del agua como de las orillas. En opinión de investigadores, se vislumbra como un intento de suavizar ese espacio y revertir la hostilidad que generó el tema del muro fronterizo.
Y es que este río es uno de los que presentan peor estado de conservación a causa de su sobreexplotación y contaminación, de acuerdo con información publicada en la página del Colegio de la Frontera Norte.
El investigador Xavier Oliveras González expuso que poco a poco los gobiernos locales de Nuevo Laredo, Tamaulipas y Laredo, Texas, han ido dando pasos hacia lo que puede llegar a ser un parque binacional en las orillas del río Bravo o Grande.
“La idea, que no es del todo nueva, se formuló el año pasado en el marco de una colaboración liderada por ONU-Hábitat. Desde entonces las autoridades locales han presentado el proyecto en distintos foros y ante actores públicos y privados de ambos países con el fin de recabar apoyo y financiamiento”.
Se suman...
Menciona que a esta idea ya se han sumado otras localidades tamaulipecas y texanas: Matamoros y Brownsville, y Reynosa. “No es de extrañar, ya que en las tres existen propuestas similares, algunas incluso en marcha. Así, en Matamoros, donde hay un mayor avance, se ha consolidado el Paseo del Río y sigue afianzándose el proyecto del Centro Cultural Binacional”.
Paralelamente a este objetivo, también se busca recuperar los espacios fluviales para usos sociales, recreativos y culturales. Por mucho tiempo las orillas han permanecido como lugares olvidados e inseguros, a espaldas de los cuales se construía y desarrollaba la ciudad.
“En definitiva, con los parques binacionales se trata de borrar la frontera; o, más precisamente, de suavizar el espacio fronterizo. Este objetivo es clave para la actual administración estadunidense, que quiere alejarse de la anterior y revertir la hostilidad material y simbólica impuesta por el muro fronterizo”.
Laredo y Nuevo Laredo proyectan también un nuevo puente peatonal, integrado en el paisaje, para que los habitantes cambien de orilla tal y como ocurre en cualquier paseo fluvial.
“Ante el apoyo gubernamental a los parques binacionales uno se pregunta si lo que realmente se quiere es esconder lo inhumano y clasista que suponen las actuales políticas fronterizas, entre cuyos nefastos resultados se cuentan los ahogados en el río al intentar cruzarlo. Así, no por plantar árboles y flores el muro desaparece, ni extender un bonito puente significa que cualquiera pueda pasar”, dijo.
CGCH