Ciudad de México /
Lo que ahora sigue es denunciar las incoherencias y fallas en la medición de la pobreza, y exigir al INEGI que recupere la comparabilidad histórica de la serie de ingresos en los siguientes levantamientos, y al CONEVAL que se abstenga de publicar las cifras de pobreza si realmente no se tiene total certeza al respecto, o por lo menos no se olvide de siempre resaltar que estas cifras son sólo aproximaciones hechas con modelos estadísticos, bajo ciertos supuestos, y no necesariamente reflejan la realidad.