A partir de que la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) dio por terminadas las alianzas con el Revolucionario Institucional (PRI), en vista de los resultados adversos, la ya añeja propuesta de tomar del brazo a Movimiento Ciudadano (MC) vuelve a cobrar fuerza en ciertos sectores de la oposición.
Sin embargo, las matemáticas no auguran un buen futuro para un eventual convenio MC-PAN, o como ya en el oficialismo empiezan a apodar: ‘McPAN’.
Un análisis de las tendencias electorales realizado por MILENIO revela que, en caso de ir en alianza, PAN y Movimiento Ciudadano hubieran obtenido en el escenario más optimista el 28 por ciento de los votos para la Cámara de Diputados, mientras que la coalición entre PAN, PRI y PRD logró 30 por ciento.
Tomando en cuenta que casi la mitad de los simpatizantes de ambos partidos rechazan esta unión, el matrimonio entre azules y naranjas habría naufragado al obtener, en este supuesto, 14 por ciento de los sufragios. Les habría resultado improbable retener plazas emblemáticas en Guanajuato, Jalisco y otras entidades.
Por otra parte, el PAN lleva una tendencia descendente: pasó de 30.7 por ciento de las preferencias para la Cámara de Diputados en 2003, a conquistar apenas 16 por ciento en 2024. MC (antes Convergencia) está en el otro lado de la pendiente: saltó de 2.2 puntos de respaldos para San Lázaro a 10.3 por ciento de los apoyos ciudadanos hace un año.

En ambos partidos hay cierta oposición a ir en conjunto, a lo que ahora se suma que la distancia ideológica que ya existía ha crecido, dadas las definiciones estratégicas que anuncian sus respectivas dirigencias nacionales: mientras los azules se mueven más a la derecha al anunciar un lema de inspiración fascista –Patria, familia y libertad–, los naranjas enfatizan a través de una carta firmada por su dirigente, Jorge Álvarez Máynez, que son más progresistas que la presidenta Claudia Sheinbaum.
Los politólogos saben que, en matemáticas de alianzas electorales, 1 + 1 rara vez es igual a dos y, a veces, a duras penas, se puede sostener en uno, si el electorado estima que le proponen una mezcla de agua y aceite de la cual prefiere alejarse.
Para estimar si la coalición imaginaria 'McPAN' podría alcanzar sus sumas ideales, MILENIO realizó un análisis tendencial con base en los resultados electorales de 2024, considerando la opinión de simpatizantes de ambos partidos registrados por dos sondeos que la han registrado.
Sólo la mitad de panistas y emecistas apoyan la alianza
El PAN llevó a MC como socio minoritario en las elecciones de 2018 y la idea de repetir la fórmula ha sido sostenida por figuras de ambos partidos a lo largo de estos siete años posteriores, en que el blanquiazul se amarró al tricolor.
Los resultados electorales de 2024 le dieron nueva fuerza al planteamiento. Así, el 9 de octubre, el hoy líder nacional emecista Álvarez Máynez puso como condición que el PAN rompiera con el PRI. El 18 de octubre, el presidente panista cortó los lazos con el viejo partido hegemónico, aunque precisó que su partido “no depende ni dependerá de ninguna alianza partidista ni pasada, ni presente, ni futura”.
Ante la reacción de la presidenta Sheinbaum, que consideró un hecho el nuevo 'McPAN', Álvarez le envió una larga carta abierta en la que argumentó que MC es progresista –aunque no descartó jugar con los azules–.
La apuesta dorada de quienes impulsan coaliciones de este tipo no es sólo que 1 + 1 sume dos, sino incluso que produzca más que eso, generando un efecto de movilización, de credibilidad y de poder que unifique a los votantes de los partidos que se coaligan y vaya más lejos, al atraer también a electores que de otra forma se abstendrían o que serían seducidos por la posibilidad de ejercer un voto útil capaz de definir un resultado.
Con frecuencia, sin embargo, también ocurre que los simpatizantes de una fuerza política tienen un grado de rechazo por la otra a la que les proponen unirse —como ocurre con los panistas respecto del PRI— o que existe otro tipo de factor que les hace perder motivación.
En 2018, por ejemplo, el candidato de PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, obtuvo el 22 por ciento de los votos, mientras que el del PRI, José Meade, un 16 por ciento, lo que en conjunto es más del 38 por ciento. En 2024, en cambio, la aspirante de la coalición PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez, se quedó lejos de esa marca, con solo un 27 por ciento.
Recientemente, sólo se han realizado dos ejercicios de sondeo de preferencias con respecto a la hipotética alianza MC-PAN. Un estudio de la empresa Poligrama encontró que, de los encuestados que se identifican con Acción Nacional, un 56.8 por ciento aprueba una sociedad con MC; y que este porcentaje es muy semejante al 55.3 por ciento de emecistas favorables a la misma propuesta.
Además, México Elige, una compañía cercana a Xóchitl Gálvez que, durante la campaña de 2024, contra lo que señalaban las demás casas encuestadoras, consistentemente la colocó a mínima distancia de Claudia Sheinbaum (al final predijo una diferencia de 1.5 por ciento cuando la real fue de 32 puntos), indica que sólo un 19 por ciento de los panistas favorece una alianza solo con MC, mientras que un 34 por ciento avala que se unan con MC y también con el PRI: la suma arroja un 53 por ciento.
El que poco más de la mitad de las personas consultadas en cada caso esté de acuerdo con una coalición azul-naranja difícilmente puede satisfacer a las dirigencias partidarias, porque significa que casi la mitad se opone y podría optar por otra opción política o abstenerse.
MC se presenta como partido de centroizquierda, a favor de las causas de las mujeres, los homosexuales, los indígenas y distintas minorías, y en contra de la política mexicana tradicional, dentro de la cual identifican al PAN. Por lo contrario, este partido conservador acaba de anunciar pasos hacia la extrema derecha, al adoptar el lema “patria, familia y libertad”, que se aproxima a la de radicales como el presidente argentino, Javier Milei; el ex presidente brasileño, Jair Bolsonaro; e incluso del Duce fascista italiano, Benito Mussolini.
‘McPAN’ no avanza con la suma proporcional
A nivel nacional, en 2024, el arrastre de la coalición de Morena con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM) fue tan poderoso que ninguna combinación opositora podría haberle hecho mella en la elección presidencial. El 27 por ciento de la panista Gálvez y el 10 por ciento del emecista Jorge Álvarez fueron empequeñecidos por el 60 por ciento de Claudia Sheinbaum, que en conjunto los superó por 24 puntos.
La pregunta es si una combinación MC-PAN hubiera podido cambiar la historia en el Poder Legislativo, creando una bancada azul-naranja competitiva.
Y si esto hubiera sido posible, ¿qué era necesario para que lo lograran, tomando en cuenta que hoy sólo poco más de la mitad de sus simpatizantes aprueba esa alianza? ¿Acaso un 50 por ciento de los votantes de cada partido daría su apoyo a esa coalición? ¿Pueden convencer a un 75 por ciento, o alcanzarían un 100 por ciento de respaldos?
Dado que, en 253 de los 300 distritos, el PAN fue en alianza con PRI y PRD, no es posible determinar con exactitud cuántos votos corresponden al blanquiazul en cada una de esas demarcaciones.
No obstante, sí es posible estimar una fuerza porcentual individualizada empleando la métrica más precisa de la fuerza electoral nacional de cada partido, que es la votación general para diputados federales, determinada de acuerdo a la fórmula establecida en el convenio de coalición.
Bajo esa fórmula, en un escenario ideal –cuando retienen el 100 por ciento de los votos–, 'McPAN' hubiera alcanzado 28 por ciento de las preferencias para la Cámara de Diputados, dos puntos menos que el alcance logrado por la apuesta legislativa de PAN-PRI-PRD en 2024: la alianza Fuerza y Corazón por México obtuvo 30.45 por ciento del apoyo ciudadano.
En contraste, el partido más votado, Morena, sin sus aliados, obtuvo casi 41 por ciento. Con PT y PVEM, sumó casi 55 por ciento.
Si la sociedad de MC y PAN hubiera sufrido una sangría del 25 por ciento o una hemorragia del 50 por ciento, habría cancelado cualquier oportunidad de alcanzar relevancia.
Mayorías en riesgo en Guanajuato y Jalisco
El riesgo de verse afectados por deserciones de votantes también podría haberles hecho perder algunos distritos. Por ejemplo, algunos que ganó la coalición PAN-PRI-PRD, pero que podrían haber quedado en peligro con MC.
En Guanajuato, uno de sus bastiones históricos más resistentes, en 2024 el PAN ganó en siete de 15 distritos federales, cinco de ellos en coalición con el PRI y PRD. Un cambio de socios a favor de MC no necesariamente le hubiera deparado una suerte más generosa, sobre todo porque los tricolores son más asociados con el conservadurismo que los naranjas.
Por ejemplo, en el distrito 9 de Irapuato, PAN-PRI-PRD vencieron a Morena y sus aliados. Si MC hubiera aceptado unirse a esos tres partidos, en su escenario ideal de 100 por ciento de retención, le hubiese dado holgura a su margen de victoria, pero los naranjas siempre dijeron no querer saber de los priistas.
En este escenario, una salida de votos tricolores y perredistas, más la de panistas y emecistas desmotivados –por ejemplo, la cuarta parte de la suma objetivo– hubiera facilitado la victoria morenista aun sin que el oficialismo recibiera el apoyo de algunos de los decepcionados.

Mientras que, en Jalisco, donde MC suele obtener sus mejores resultados (aunque en 2024 no ganó ni un distrito federal), en el 9 de Guadalajara hubieran tenido posibilidades de hacerlo en alianza con PAN-PRI-PRD, o tal vez solo con el PAN… pero bajo la condición de conservar el 100 por ciento de los votos de los cuatro partidos.

‘McPAN’, 2018
Encuestas recientes confirman un crecimiento de MC, que ha superado al PRI y se aproxima a un PAN estancado.
A lo largo de los años, los resultados electorales de Movimiento Ciudadano crecieron en cada proceso federal al que se presentó, excepto en uno: en 2018, cuando decidió distanciarse de su vínculo habitual con las fuerzas de izquierda para respaldar la candidatura del panista Ricardo Anaya: cayó hasta un 1.8 por ciento en la elección presidencial y 4.4 por ciento en la legislativa.

La decisión que tome MC respecto de asociarse al PAN puede tomar en cuenta que después de ese tropiezo, y de rechazar sumarse a la alianza opositora en 2024, recuperó el siete por ciento en 2021 y dio un salto al 10.3 por ciento de Jorge Álvarez.
Puede que con esa experiencia los naranjas estén como aquel que se quema con leche… que hasta al jocoque le sopla.
IOGE