Francisco Guzmán, quien fuera el último jefe de la Oficina de la Presidencia en el sexenio de Enrique Peña Nieto, aseguró que el ex personal de las áreas administrativas que estuvieron a su cargo continúan colaborando con la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para aclarar el uso de más de 33 millones de pesos de irregularidades detectadas en 2018.
“La información respectiva y el ex personal de las áreas administrativas de la Oficina de la Presidencia y el Estado Mayor Presidencial han estado disponibles y apoyando a la ASF para clarificar cualquier duda de esa autoridad. Con ello se avanza para que el 100 por ciento de los recursos ejercidos por la Presidencia quede debidamente sustentado”, expresó en unacarta dirigida a MILENIO.

El ex funcionario federal añadió que el ejercicio del gasto se realizó “con estricto apego y control normativo” y afirmó que el uso de los recursos en dichas áreas fue supervisada por el Órgano Interno de Control de la Presidencia, la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de la Función Pública y el Poder Legislativo.
El lunes y martes, MILENIO dio a conocer que irregularidades detectadas por la ASF por más de 30 mil millones de pesos en el gobierno de Peña Nieto, entre 2016 y 2018, continúan “en seguimiento” bajo el riesgo de que prescriban, incluidas las inconsistencias en 14 contratos firmados por la Oficina de la Presidencia y en gastos por consumo de combustible, que sumaron 33 millones 771 mil 92.04 pesos.
FLC