"Peligro: información engañosa", así lució la cuenta de Twitter del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante las jornadas electoral por compartir información poco precisa sobre las elecciones, pero será poco probable que lo mismo suceda en México en el proceso del 2021.
Aunque los candidatos y los partidos políticos mexicanos han convertido las redes sociales en el ring de la guerra sucia y las acusaciones sin sustento antes, durante y después del día de las elecciones, es poco probable que en la jornada del próximo año aparezcan decenas de etiquetas advirtiendo que lo que dicen, no es del todo cierto.
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, explicó en la Conferencia Europea de Autoridades Electorales, que México no caerá en la censura, pues aunque reconoció que la desinformación en redes sociales se ha incrementado en los últimos procesos electorales, el INE buscará hacer un contrapeso con las noticias verídicas para evitar caer en regulaciones que lleven a decenas de juicios electorales.
“Se trata de utilizar los propios mecanismos, las redes sociales para informar y contrarrestar la desinformación. Cuando se abre la puerta del modelo de criminalización suelen ocurrir o presentarse muchas quejas, muchas denuncias y, por lo tanto, saturar a los órganos electorales, lo que merma su capacidad de conducción de las elecciones.“La mejor trinchera para combatir la desinformación son los propios ciudadanos, son los propios usuarios de las redes que, en vez de replicar en automático una desinformación, verifiquen la información y su origen antes de difundirla”.
En el proceso electoral de Estados Unidos, las redes sociales jugaron un papel fundamental. Decenas de tuits de Donald Trump en los que acusaba fraude, boletas misteriosas o errores en los conteos de votos que le daban el triunfo a su oponente Joe Biden, permanecen etiquetados con la frase “Alguna parte o todo el contenido compartido en este tuit ha sido objetado y puede ser engañoso respecto de cómo participar en una elección y otro proceso cívico”, mismo en el que se incluían enlaces que llevaban a noticias verídicas sobre el avance de los resultados.
Sin embargo, en el caso de México, no actuarán con el mismo “cuidado y dedicación” en el proceso electoral del próximo año, pues no cuentan con capacidad para reaccionar de manera inmediata a mensajes en otros idiomas que no sea el inglés.
En entrevista con MILENIO, Óscar Soria, director de la organización civil estadunidense Avaaz, que ha realizado estudios sobre este tema, explicó que todas las plataformas de redes sociales se han esforzado por crear equipos especializados en detectar fake news, y han logrado una impresionante rapidez pero solo en casos en idioma inglés.
La cuenta de Twitter del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió al menos seis bloqueos en 18 horas por compartir información engañosa sobre el proceso electoral, cuando comenzó a acusar fraude y “aparición” de boletas a favor de su contrincante Joe Biden.
Sin embargo, de acuerdo al director de Avaaz, esto no podría replicarse con esa rapidez en las elecciones del 2021 en México, pues si bien existe un compromiso en este tema por parte de Twitter y Facebook, no tienen capacidad para detectar tan rápidamente mensajes en español.
“Las plataformas en general, lo que hemos visto es que las noticias falsas o la desinformación o las falsas narrativas que aparecen en otros idiomas que no sean inglés suelen ser removidas o etiquetadas con mayor retraso. Y esto es muy importante porque la red tiene una capacidad de expandirse de manera impresionante en cuestión de tiempo, entonces no sabemos hasta qué punto las redes van a dar garantías o van a ser suficientemente rápidas para combatir esa información”.
Puso como ejemplo la información falsa difundida sobre la pandemia de covid-19 por personajes del espectáculo como Patricia Navidad, Lucía Méndez, Carlos Villagrán o Cristopher Uckerman que permanecen en YouTube, por lo que “hay un mayor riesgo por parte de usuarios que logran ver y recibir esa información pero esos contenidos en español tardan más en ser o prohibidos o etiquetados o de alguna manera corregidos.
Explicó que lo mismo sucedió en las elecciones del 2018 en Brasil, cuando se difundieron cadenas de desinformación por Facebook y WhatsApp y no existieron mecanismos que pudieran detenerlas.
“El 70 por ciento de la desinformación que llega al mundo hispano es con mayor rapidez y tardaron hasta tres semanas para sacar contenido falso de covid en las plataformas en español. Las plataformas deberían informar con absoluta transparencia cuál es la capacidad que tienen para corregir información falsa que sea difundida en otro idioma que no sea el inglés”.
Soria agregó que si incluso en Estados Unidos ha fallado este tipo de esfuerzos, con mayor razón en México, un país que “no está preparado para enfrentar campañas de desinformación porque no existen mecanismos que obliguen a las redes sociales a corregir y desintoxicar el algoritmo”.
México, sin reglas claras en redes sociales
Politólogos consultados por MILENIO coinciden en que al no existir normas específicas que regulen el uso de las redes sociales en México, los actores políticos fácilmente podrían alegar violaciones a su libertad de expresión y muy probablemente, las autoridades electorales les darían la razón.
Samuel Aguilar destacó que las redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo para los populistas donde se difunden “opiniones subjetivas y noticias falsas”, por lo que sí es necesario que las redes sociales y las autoridades electorales mexicanas establezcan reglas claras.
“Es necesario oxigenar las redes sociales para que ofrezcan información verídica pero también se debe garantizar que no haya censura”.
El politólogo Enrique González señaló que debido a que en México aún no existe una clara regulación respecto a las redes sociales, tampoco está claro cómo podría determinarse qué es falso y qué no.
“Es un hecho que en las campañas se ha preferido la calumnia que la expresión de criterios políticos. Las campañas se han convertido en verdaderas peleas de lodo y está bien que Twitter limite ciertos mensajes, como mensajes de odio racial, por ejemplo; y está muy bien que exista un código de ética, pero lo tienen que compartir y también, abstenerse de censurar. Es una línea muy delgada”.
JLMR