Han pasado 78 días desde que Jaime Rodríguez Calderón dejó la gubernatura de Nuevo León, y de entonces a la fecha se ha dedicado a realizar publicaciones en redes sociales que contrastan, por su ligereza, con los problemas que dejó.
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Mientras la crisis del agua, transporte, inseguridad, medio ambiente y los escándalos de ex funcionarios son nota de todos los días, El Bronco se ha dedicado a compartir memes sobre el estreno de Spiderman o las posadas.
En tal sentido, organizaciones civiles exigieron una demostración pública del actual gobierno de que no habrá más impunidad.
“Espero que no haya llegado a ningún acuerdo (Jaime Rodríguez) con el gobernador Samuel García de que hay muchas cosas que se hicieron mal, creo que sí hay elementos para eso (que acabe en la cárcel), pero el tema es que se integren bien los expedientes”, sentenció Gilberto Marcos, presidente de Vertebra.
“Yo no creo ni que el gobernador Samuel García, ni que el gobierno federal vayan a dejar pasar tantas tropelías que se hicieron”, apuntó Ramón Alberto Garza, periodista y activista.
Otra figura central dentro del entramado del anterior gobierno, que Marcos Handal señaló de manera directa por participar en actos de corrupción es el ex secretario general, Manuel González Flores.
“Yo creo que ningún funcionario de primer nivel de ese gobierno o alguno la librará, pero estaban en el ajo, agarraban dinero de aquí y de allá”, fustigó.
Un tercer caso es el del abogado Ernesto Canales, que a decir de Gilberto Marcos y Ramón Alberto Garza, dilapidó el dinero público en la llamada Operación Tornado, la cual “defraudó la esperanza de los ciudadanos”, advirtieron.
“Ernesto Canales o no pudo, o una combinación de no pudo, no quiso, no terminó de acabar de apretar, le faltó punch para hacer las cosas, y se echó a perder una instancia que se creó con mucha esperanza… fue un chispazo al aire”, sostuvo Garza.
Claro ejemplo de ello es que de las decenas de casos armados, solo uno prosperó a medias. Además, de 29 sanciones dictadas, todas fueron declaradas nulas por el Tribunal de Justicia Administrativa.
Acaso el último clavo al ataúd de Canales fue la declaración de la ex contralora estatal, María de Lourdes Williams, quien durante la transición dijo “no tener ningún Tornado”, desmarcándose así del fiasco que resultó la subprocuraduría anticorrupción.
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