Durante los primeros cinco meses de 2025, México recibió poco más de 24 mil millones de dólares por concepto de remesas, sin embargo, abril marcó un punto de inflexión con una caída significativa: el número de transacciones se redujo un 5.7 por ciento.
Este descenso comienza a sentirse especialmente en zonas rurales de Jalisco, entidad que ocupa el tercer lugar nacional en recepción de remesas. En municipios como Teocaltiche y Huejúcar, las remesas representan hasta el 48 por ciento del ingreso familiar.

¿Qué impacto tiene esta caída en el consumo de las familias?
Para el académico del Departamento de Economía del CUCEA, Clemente Hernández Rodríguez, esta disminución tendrá efectos directos en el bolsillo de miles de hogares.
“Qué impacto traerá la caída de las remesas: primero va a disminuir el consumo. Tres dólares menos son alrededor de 60 pesos menos; ¿qué va a ocurrir? que ya no voy a poder comprar lo que solía comprar, entonces voy a tener que sustituir por algo más barato o dejar de comprarlo como familia”, explicó.
¿Qué factores han provocado esta disminución?
El académico vincula esta baja a las nuevas políticas migratorias implementadas en Estados Unidos. Además, señala que incluso quienes aún logran enviar dinero enfrentan nuevos obstáculos.
“Las personas siguen dependiendo de cualquier ayuda y la ayuda solidaria de los migrantes, legales o ilegales, se está viendo afectada”, agregó Hernández Rodríguez.
¿Qué efectos tiene el nuevo impuesto a remesas informales?
El Congreso estadounidense aprobó un impuesto del 1 por ciento para remesas enviadas por medios no formales, como cheques o money orders. Aunque las transferencias digitales no están sujetas a este gravamen, el temor entre la comunidad migrante ya está provocando un cambio de comportamiento.
La académica Luz Alicia Jiménez Portugal, también del CUCEA, señaló que, más allá del aspecto financiero, el impacto emocional del impuesto podría ser relevante:
“Va a tener un efecto simbólico, lastima y va a generar un resentimiento al paisano saber que va a tener que pagar 1 por ciento, aunque sea pequeño, va a generar esa situación.”
El gobierno federal anunció que compensará ese porcentaje mediante la tarjeta Finavien, siempre que los migrantes usen la Banca del Bienestar, sin embargo, la cobertura y accesibilidad de esta opción sigue siendo limitada, especialmente en regiones rurales.
Para Jiménez Portugal, el impacto va más allá de lo económico:
“Las remesas han sido la red de seguridad del campo mexicano y es lo que ha formado a las familias, hace que sea un cultivo para que el crimen organizado se siga expandiendo.”
¿Qué escenario se percibe para Jalisco?
Con la incertidumbre migratoria y económica entre México y Estados Unidos, especialistas advierten que la tendencia a la baja podría continuar. Esto agravaría aún más la situación de comunidades que dependen de estos envíos para sobrevivir.
MG