Lejos de las masas de gente que otros años suele haber hasta por un mes, las papelerías del Centro Histórico están resintiendo los estragos económicos del covid-19 y sufrieron un revés en sus ventas de este año, pese a que el ciclo escolar 2020-2021 está por comenzar.
En un recorrido realizado por MILENIO Puebla por las calles del primer cuadro de la capital se constató que si bien la afluencia de padres de familia está presente, la cantidad de personas esperando por su lista de útiles bajó comparándola a otros años.
Las papelerías tuvieron que limitar el ingreso a sus instalaciones a una persona por familia, el uso de cubrebocas y gel antibacterial es obligatorio y se destaca que la gran mayoría ofrece productos para prevenir los contagios de coronavirus, como toallas desinfectantes, artículos para limpieza de superficies y caretas infantiles, con costo al menudeo de hasta 29 pesos la pieza, según el diseño y la calidad.
Alejandro Cruz, dueño de la papelería Lucky, compartió a esta casa editorial que previo al regreso a clases digital sus ventas tuvieron un repunte de hasta el 60 por ciento; sin embargo, en vez de atender hasta 15 o 20 clientes al mismo tiempo, ahora bajó a uno a la vez.
"Los padres de familia están optando por lo más básico, sí ha habido una reducción en la cantidad de artículos que compraron".
El empresario señaló que el reciclaje se ha vuelto una opción de varias familias, y las que acuden a comprar se llevan lo más elemental, como lápices, bolígrafos, gomas de borrar, libretas y colores, con un gasto promedio de 400 a 500 pesos.
Alejandro invitó a las personas que acudan a comprar, lo hagan con cubrebocas, pues lamentó que a estas alturas aún hay gente que sigue sin creer en la enfermedad y no se cuida.
"Sí ha tocado que se molestan si se les ofrece un cubrebocas, les vamos a echar gel y no quieren porque no creen en eso, estuvimos cerrados por un tiempo y ha sido díficil lidiar con esas personas".
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