Ante la falta de vivienda que enfrenta 73 por ciento de la generación millennial, es decir, la que se encuentra entre los 25 a 39 años, y 10 por ciento de la población en general, se encuentra un mercado que prioriza la maximización de las ganancias, lo que desencadena la proliferación de construcciones de casas en zonas periféricas, con bajo acceso a servicios y problemas de movilidad a zonas comerciales y laborales.

De acuerdo con el análisis “Perspectiva de la vivienda sustentable en México”, realizado por María Elena Raynal Gutiérrez, investigadora de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), los programas públicos de vivienda a gran escala, hasta el momento, están fallado para proporcionar viviendas en cantidad y calidad.
La investigadora resalta que el producto de los programas de vivienda para los trabajadores con diferentes esquemas de crédito se traduce en casas de baja calidad, pequeñas y que no se integran al desarrollo urbano.
“Su principal falla radica en crear un mercado que incluya a los grupos de bajos ingresos que no son reconocidos legalmente y, al priorizar la maximización de las ganancias, ha proliferado la construcción masiva de casas”, destacó la investigadora.
La investigación advierte que se presenta un riesgo en los procesos de construcción, el desarrollo de viviendas con los mismos materiales y diseño, sin considerar las condiciones climáticas, los materiales y la cultura local, situación que se traduce en el abandono de viviendas.
A nivel nacional, se estima que la población llegue a los 150 millones para el año 2050, fenómeno que establecerá la necesidad de 6.5 millones de unidades de viviendas nuevas asumiendo 3.7 habitantes por casa; además, 12.6 millones de viviendas requerirán remodelaciones parciales o totales.
La necesidad de vivienda, tanto nueva como remodelada, pondrá presión al sector energético pues el sector constructivo contribuye con el nueve por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El reto en estados como Puebla y en todo el país radica en la construcción de viviendas sustentables y asequibles en las ciudades, para contribuir de forma significativa con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ante el panorama, programas públicos como la hipoteca verde y préstamos concesionados buscan construir viviendas reduciendo el consumo energético. “La adopción del concepto de viviendas holísticas, apropiadas localmente con un diseño basado en la casa completa, representa un paradigma en la construcción de vivienda en México. Este busca reconocer que la construcción de viviendas es insuficiente tanto en cantidad como en calidad”, detalla el estudio.
Por último, el diseño de viviendas a futuro requiere balancear las funciones físicas y sociales de las construcciones, reduciendo su impacto en la salud física y mental de las personas, además de estar en armonía con el medio ambiente.
“Los constructores del futuro deberán buscar formarse y tener alianzas con áreas del conocimiento como el comportamiento humano, la psicología y la sociología”, añadió la investigadora en su análisis.
CHM