Aunque el Congreso del Estado rechazó la iniciativa para despenalizar el aborto en Guanajuato, la Iglesia católica en la entidad advierte que no se trata de una victoria definitiva. "No podemos quedarnos solo con este momento. La defensa de la vida es una tarea permanente", afirmó el padre Marcos Cortés Muñiz, vocero de la Arquidiócesis de León.
A nombre de la Iglesia local, Cortés Muñiz respaldó el mensaje difundido por el arzobispo Jaime Calderón Calderón, quien la noche del mismo día de la votación dirigió una carta a los fieles en la que reiteró que la vida humana, desde la concepción, es sagrada. Citando al profeta Jeremías, el texto enfatiza que "el proyecto de la vida es de Dios".

"La Iglesia no cambia su postura. Aunque en esta ocasión se rechazó la iniciativa, eso no significa que podamos confiarnos. Al contrario, el arzobispo nos ha pedido que sigamos trabajando y haciendo resonar nuestra voz en defensa del bebé y también de la mujer", explicó el vocero.
Para Cortés Muñiz, el llamado no es solo hacia las estructuras eclesiásticas, sino hacia todos los católicos, a quienes exhortó a actuar desde sus espacios.
"Hay que promover la vida en todas partes: en la familia, en el trabajo, en lo público. Que se note que creemos de verdad en ella", dijo.
El sacerdote también reconoció que el debate no ha terminado y anticipó que, como ha ocurrido en otras entidades, el tema podría volver a discutirse en futuras legislaturas. "Este es un tema que se va a retomar, tarde o temprano. Por eso, no podemos bajar la guardia", afirmó.

Frente a las voces que apoyan la despenalización, el padre Marcos dijo que todas las opiniones deben ser respetadas, pero insistió en que la experiencia pastoral demuestra que las consecuencias del aborto no terminan con el procedimiento.
"Hay una herida profunda, emocional y espiritual. Quienes han pasado por eso lo saben. No se trata solo de un acto médico, hay un después que duele y que exige acompañamiento", aseguró.
Incluso en los casos de violación, la Iglesia mantiene su postura de que el aborto no es solución. "Una agresión no se resuelve con otra. Se necesita acompañar, sanar, sostener a la mujer, no cargarle con una nueva herida", sostuvo.