En la región de Puebla-Cholula, 55 por ciento de las personas, la mayoría adolescentes, jóvenes y adultos, cuentan con presencia constante en las redes sociales, y, en promedio, destinan tres horas diarias para consultarlas o realizar publicaciones.
De acuerdo con el análisis “Las redes sociales, ¿espacio de diálogo?”, realizado por Livia Bastos Andrade, Paniel Reyes Cárdenas y José Martín Castro Manzano, investigadores de la Facultad de Filosofía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, el tiempo para redes sociales que destinan los poblanos al día es mayor al tiempo que se dedica a leer algún libro o redactar.
En tiempos de la pandemia de la covid-19, más de dos millones 100 mil personas de la región Puebla-Cholula tienen alguna cuenta en alguna red social como Instagram, Twitter, Facebook, TikTok, entre otras, y la usa de diferente forma, a tal grado que, en promedio, destina una octava parte de su día en ellas.
Paniel Reyes Cárdenas, académico de la universidad poblana de carácter privado, destacó que no se puede soslayar el avance tecnológico con el que trabajan las personas y que hacen posible la presencia de las redes sociales; sin embargo, es importante analizar el tiempo que se les destina.
“En la región de Puebla-Cholula en donde somos alrededor de cuatro millones de personas, 55 por ciento cuenta con alguna presencia constante en las redes sociales. Más o menos, estamos hablando de más de dos millones 100 mil personas. En promedio, utilizamos tres horas al día en la interacción en redes sociales, lo que es impresionante. Este tiempo es más de lo que dedicamos en el día a día, por ejemplo, en un texto”, apuntó.
Lo que en el pasado se apreciaba complicado, en la actualidad es común ver a una persona atendiendo una videollamada desde cualquier lugar con un dispositivo móvil, situaciones que están cambiando las relaciones sociales y la misma dinámica de la sociedad.
“Están cambiando las formas de relacionarnos en un modo en donde nadie estaba preparado para hacer frente a una pandemia de salud y adaptarse de manera inmediata. Es importante que las personas analicen la calidad de las conexiones que mantienen con otras personas y de otros lugares, así como en el nivel social hay que tomar en cuenta que las redes sociales y otros medios electrónicos han facilitado la comunicación, pero también es importante analizar el uso que está haciendo la gente de las redes sociales y el sentido que le dan en su aplicación diaria”, destacó.
Por su parte, Livia Bastos Andrade, investigadora de la Facultad de Filosofía de la Upaep, propuso colocar a las redes sociales como un espacio de diálogo más que de pelea o confrontación en medio de un fenómeno complejo y ambivalente.
“Esta ambivalencia se debe a que por un lado las redes sociales nos han hecho las distancias entre las personas más cortas, nos han permitido interactuar y, en términos académicos, nos ha permitido sortear la pandemia de salud y sin la existencia de estas redes, la comunicación y el trabajo hubieran sido más difícil”, explicó.
Por último, José Martín Castro Manzano, investigador de la Facultad de Filosofía de la Upaep, llamó a vigilar la información que se comparte a través de las redes sociales, ya que, en algunos casos, se pueden brindar datos personales que quedan expuestos y que podrían traducirse en riesgos.
CHM