La decisión de cerrar la Basílica de Guadalupe como medida sanitaria para evitar contagios de covid-19 fue la más atinada, consideró el padre Roberto Figueroa, encargado de la parroquia San Pablo Apóstol.
El también responsable de la Arquidiócesis de la Propagación del Acontecimiento Guadalupano agradeció a las autoridades por limitar la entrada a los templos, en específico a la Basílica de Guadalupe, ubicada en la colonia Independencia, para así evitar contagios y mitigar los estragos de la pandemia.
Por esta situación, el padre Figueroa pidió a los creyentes recibir a la Virgen de Guadalupe en sus hogares, de manera espiritual.
“Lo importante es que si no podemos ir a la Basílica por razones obvias de la pandemia, y gracias a las autoridades por la decisión atinada de cuidarnos, que es lo que se busca, cuidarnos, que está sea una oportunidad para todos, de que si tú no puedes ir a la casita sagrada, que es la Basílica, que tú hagas de tu corazón esa casita sagrada para que ella venga a ti”.
El padre Roberto Figueroa resaltó el acontecimiento en el que apareció la figura de la Virgen de Guadalupe en el río Santa Catarina, tras 10 años sepultada en el río, en el contexto de la pandemia, lo que vino a dar esperanza a la fe católica.
“El huracán Hanna viene no tanto a hacer estragos, sino a darnos esperanza con esa manifestación en el río Santa Catarina.
“Les pido no acudir a ella con desesperación, acudir a ella con fe... No quiere decir que nos va a quitar el virus, nos va a dar la esperanza de que ese no es el final”, dijo.
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