Desde las 4 de la mañana, del 31 de octubre, Margarito García se fue a la Central de Abastos de Pachuca donde compró la flor de cempasúchil, manita de león y nube para llegar a las 7 de la mañana a las afueras del panteón y tener preparado su puesto a las 8:30, hora en la que inicia la llegada de la gente que va a visitar a sus difuntos.
Este año, después del Día de Muertos, aún le queda la mitad de las flores, "porque este año la gente casi no vino y pues estamos esperando que hoy que no llueva y mejoren las ventas", señaló García, quien tiene ubicado su puesto en la calle Santa María, en Real del Monte, a las afueras del Panteón del mismo nombre.
"Desde hace 6 años hemos visto que la flor casi ya no se vende. Antes se acababa toda, hasta las que estaban maltratadas, pero ahora nos quedaremos con muchas que tendremos que tirar a la basura o dejarlas en el panteón para que las pongan a las tumbas que no reciben visita", aseguró Margarita García.
Ella también atribuye esta baja de venta a la manera de trabajar de la Central de Abastos de Pachuca, ya que dice que ahora la gente puede adquirir sus ramos a bajo precio, mientras que antes sólo por rollo las vendían y eso ayudaba a que los pequeños comerciantes pudieran tener ganancias con la venta de las flores.
"El problema ha sido ese. Antes si ibas a la central pues te vendían por rollo y sólo comprábamos los pequeños comerciantes que ya luego revendíamos la flor en pequeñas cantidades".
"Ya luego vendieron ellos por pocas cantidades y la gente que tiene auto pues se va a comprar la flor directamente allá y ya no nos compran. Muchos comerciantes nos hemos quejado sobre el asunto, desde hace tres años, pero no nos hacen caso y nosotros no podemos con eso", aseguró García.
También señaló que la gente de Real del Monte poco a poco está perdiendo el interés de celebrar la fecha.
"Es algo que debería de preocuparnos porque somos un lugar de tradiciones y estas se están perdiendo. Ya la gente no visita los panteones, ya no se acuerda de sus difuntos y empiezan a perder la tradición de poner sus altares", expresó.
Margarito García, quien también se dedica a vender fruta el resto del año, recuerda que en Real del Monte "la gente compraba mucho camote y mandarina. Llegaban camiones cargados a El Minero y todo se acababa, pero ya no, sólo se compra por pequeñas porciones", manifestó.
Por su parte, José Durán quien llega con una pequeña camioneta desde la comunidad de Potrero de los Reyes en Atotonilco, repleta de flor de cimpazúchitl, monjita y nube, coincide en la baja de las ventas que tuvo en esta temporada.
"Estuvo triste la venta este año y pues ya es el último día que venimos, pero nos quedamos con mucha flor", señaló.
Aseguró que hace 3 años tuvieron que ir a surtirse a la Central de Abastos para cubrir la demanda de familiares que visitaban a sus difuntos.
"Pero este año no. Además la lluvia de ayer 2 de noviembre no nos ayudó, porque la gente prefirió celebrar el Día de los Muertos en sus casas. Nosotros venimos desde temprano, pero las ventas estuvieron bajas. Esperamos que hoy no llueva porque necesitamos ese dinero, es el sostén de mi familia y hay que comer", señaló.
Son las 13 horas y algunos visitantes se acercan a los puestos a comprar flores para sus difuntos, pero se apresuran a ir, porque el cielo se nubla y cae la primera gota de lluvia en Real del Monte.