En el acto de conmemoración del décimo aniversario de la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), la secretaria Raquel Buenrostro reprochó que la Plataforma Digital Nacional (PDN), principal herramienta del sistema, a cargo de la Secretaría Ejecutiva del mismo (SESNA), todavía no funcione como debería a seis años de su inicio de operaciones.
“Queremos hacer una observación muy concreta. La Plataforma Digital del SNA no puede limitarse a ser un repositorio de datos elaborados por otras instituciones. Debe tener una vida propia, debe ser un centro de análisis, de generación de inteligencia, de alertas tempranas y de innovación en políticas públicas anticorrupción”, aseguró la titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.
En dicha plataforma deberían conjuntarse y poder usarse y combinarse datos de las declaraciones patrimoniales de todos los servidores públicos del país, de gobiernos municipales, estatales y el federal, así datos de las sanciones que se aplican, de las contrataciones públicas que se hacen y de las denuncias por presuntos actos de corrupción que se reciben.
Sin embargo, a seis años de su inicio de operaciones, todavía no se conectan todas las instituciones del país a esa Plataforma y no es posible la interoperabilidad que la ley le mandata.
“Hay mucho por hacer: transformar su plataforma en una herramienta útil, dinámica, interoperable; reactivar la coordinación efectiva entre los diferentes actores del sistema y con los sistemas estatales, fortalecer los comités de participación ciudadana con mecanismos reales de incidencia y, sobre todo, recuperar el sentido original del SNA como un espacio para unir esfuerzos y no sólo para acumular informes”, dijo Buenrostro.
En el acto celebrado en la sede de Transparencia para el Pueblo, en el edificio que antes ocupó el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la secretaria Buenrostro advirtió que “más que una efeméride, este es un momento que nos exige de una reflexión profunda y franca”.
El SNA fue resultado de una reforma en materia de corrupción aprobada en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Al respecto, la secretaria dijo que, a una década de su creación, “debemos reconocer que sus resultados han estado por debajo de sus expectativas; hoy, en su décimo aniversario, estamos ante una encrucijada: o hacemos que el Sistema funcione y cumpla el mandato por el que fue creado, o lo condenamos a la irrelevancia. Esa es la dimensión del dilema al que nos enfrentamos”.
Ante la presidenta del SNA, Vania Pérez; la Fiscal Anticorrupción, Luz Mijangos, y el auditor superior, David Colmenares, Raquel Buenrostro agregó: “no lo decimos desde la oposición a la idea del SNA, sino precisamente desde la convicción de que México sí necesita un espacio nacional de coordinación anticorrupción, un espacio donde confluyan las distintas instituciones, órdenes de gobierno y poderes del Estado con reglas claras, compromisos verificables y una visión compartida”.
Además, aseguró que la corrupción no solo está del lado del gobierno, sino que viene también desde fuera del sector público, por lo que consideró que “se combate desde la corresponsabilidad, éste es un esfuerzo del Estado y de la sociedad”.
Lamentó también la impunidad en la materia; “si no hay consecuencias, entonces no hay disuasión; las instituciones encargadas de procurar impartir la justicia son parte fundamental del Sistema Anticorrupción, su papel debe ser fortalecido y articulado con el resto del entramado institucional”, dijo.
LG