Productores de maíz en Jalisco, el gobernador federal Antonio Pérez Garibay, quien también es padre del piloto de F1 Sergio “Checo” Pérez, asistió a uno de los puntos de concentración para establecer un diálogo con los agricultores.
Su presencia tenía el objetivo de escuchar las demandas de los productores; sin embargo, sus declaraciones provocaron reacciones divididas entre los asistente, ya que apeló a su “origen” humilde, como una manera de buscar empatizar con las acciones de los protestantes.

Las palabras que encendieron el ambiente
En su intervención, Pérez Garibay evitó prometer acciones inmediatas y comentó sobre su origen humilde para intentar empatizar con los manifestantes:
“Muy pocos de ustedes nacieron como nací yo, con tanta pobreza”, dijo el funcionario.
Demandas de los agricultores
Estas declaraciones generaron risas nerviosas, gestos de incredulidad y cierta tensión entre los productores, quienes consideraron que esa alusión no respondía al reclamo principal: condiciones más justas para la producción del maíz.
Los productores señalaron que el precio que reciben por tonelada de maíz blanco no les permite siquiera cubrir los costos de producción. Su exigencia es que se revise el precio de garantía y que se establezca en 7 mil 200 pesos por tonelada, una cifra que consideran justa para sostener su actividad.
Durante los bloqueos, los agricultores pidieron una atención más seria por parte del gobierno federal, así como acciones concretas que garanticen sustentabilidad, apoyos, insumos y políticas agrarias que no dejen al productor rural en un estado vulnerable.
Reacciones y acuerdos provisionales
Las manifestaciones provocaron cierres de carreteras en diversas regiones de Jalisco. Después de aproximadamente 23 horas de bloqueo, algunos puntos fueron liberados al alcanzarse un acuerdo provisional con autoridades estatales, quienes aceptaron gestionar mesas de diálogo con funcionarios federales.
Aun así, los agricultores advirtieron que mantendrán la presión si no se concretan respuestas tangibles en plazos inmediatos.
Respecto al discurso del delegado, este continúa siendo motivo de debate: mientras algunos lo interpretan como un intento de mostrarse cercano al pueblo, otros lo ven como una estrategia desconectada de las demandas reales y urgentes del sector agrícola en Jalisco.
Un momento clave del reclamo agrícola
La intervención de Antonio Pérez como figura federal y ligado a un personaje público de alto perfil (como lo es su propio hijo), agrega un tinte simbólico al conflicto entre productores y gobierno. Las tensiones entre la identidad compartida (orígenes humildes) y la responsabilidad política quedaron expuestas ante agricultores que demandan soluciones concretas.
El episodio expone la fragilidad del panorama agrícola: peticiones de precios dignos, apoyos, políticas público-privadas y una relación más directa entre gobierno y productores. Si bien el diálogo se abrió, queda pendiente transformar esas conversaciones en resultados efectivos para quienes viven del campo en Jalisco.
SG