"Te vamos a golpear", “te mataremos”, “te buscaremos y te refundiremos en la cárcel”, son algunas de las amenazas que recibió Eliot luego de que su foto junto con un post en el que se le acusaba de haber violado a su hijastro se hiciera viral en Facebook.
“Es increíble la facilidad con la que se puede difamar en redes sociales y cómo la gente se cree todo lo que se publica sin cuestionar nada”, comenta Nancy, amiga de Eliot, quien relata que fue una mujer a quien su amigo rechazó la que compartió el post.
Si bien no hay una denuncia ante el Ministerio Público contra Eliot, él decidió dejar su trabajo, a su familia y su casa en la Ciudad de México por temor a que las intimidaciones rebasaran los límites del ciberespacio.
Como Eliot hay varios casos más que, aunque aparecen aún sin respuesta, siguen circulando en redes, como el de Arnulfo González, quien se definió como “un padre desesperado” y acusó en Facebook a Carlos Quiroz Rodríguez de haber abusado sexualmente de su hijo Arnulfo, de cuatro años de edad.
El acusador subió a dicha red social una foto borrosa de la credencial del IFE de Carlos, mencionando que realizó una denuncia y que un médico dictaminó los hechos del supuesto delito. Junto con la foto de Arnulfo pidió ayuda para dar con el presunto culpable, dejó su correo y ofreció una recompensa.
Quiroz Rodríguez refiere en Facebook haber realizado una denuncia de hechos ante el MP de Benito Juárez en la Ciudad de México con el número: FBJ/BJ-1/T1/923/14-04, acompañada de una foto de la misma en la que se lee que la denuncia es “contra el o los responsables de difamarme y hacer uso de mis documentos oficiales”.
ALGUNOS CASOS
Joel Gómez Treviño, abogado especialista en Derecho Informático, recuerda lo que sucedió en Veracruz hace un par de años, cuando la ciudad de Boca del Río se volvió un caos a partir de un mensaje que se difundió en Twitter en el que se aseguraba que había helicópteros que llegaban a las escuelas para llevarse a los niños.
El gobierno de Veracruz buscó a quienes habían desatado esa información y los acusó de terrorismo y sabotaje, delitos penados hasta por 40 años de prisión.
Diferentes ONG, derechos humanos y periódicos internacionales intervinieron a favor de los responsables, por lo que lograron quedar absueltos.
Jorge Torroella, presidente de la Unión Mexicana de Redes Sociales, platica que también ha estado cerca de este tipo de acusaciones. Como ejemplo usa el de uno de sus amigos, al que años atrás acusaron de violador, extorsionador y golpeador en un medio clonado. “Al avanzar la investigación, nos dimos cuenta de que fue un sitio creado por un funcionario público que solo quería vengarse”, menciona Torroella.
A fin de evitar que se propaguen este tipo de cadenas, los especialistas coincidieron en que es esencial pensar bien todo lo que queramos publicar en redes antes de compartirlo.
INCULPADOS
A partir del post que culpó a Eliot, las consecuencias para él y su familia han sido severas, mientras que para quien publicó la acusación “no ha habido consecuencias legales”, menciona Nancy.
La familia de Eliot está tratando de hacer que la publicación desaparezca de internet.
El abogado Gómez recomienda acudir con un notario público, pedir que tome fe de hechos de los contenidos publicados para que se determine quiénes son los responsables y posteriormente realizar la demanda civil por daños y perjuicios.
Torroella añade que hay que contactar a los responsables de la publicación para llegar a una aclaración, sin olvidar que puede llevar tiempo, pues “regularmente se manejan bajo seudónimos o páginas falsas”.
Gómez Treviño aclara que si bien desde 2007 las difamaciones, calumnias e injurias dejaron de ser catalogadas como delitos, pueden ser causa de demanda por daño moral, ya que pasaron al Código Civil Federal, con lo que el afectado tiene derecho a solicitar la reparación de daño.
Rubén Darío Vázquez Romero, consultor en redes sociales y comunicación digital, señala que existen leyes de privacidad que protegen a los usuarios de internet, como el derecho al olvido, que permite pedir a los buscadores on line que toda información que calumnie o difame desaparezca del mundo virtual.
En México, desde 2012 es posible solicitar este derecho. Se hace por medio del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.