Policía
  • Reclusión con vista al mar: 'El Rey del Burdel' vuelve a Cancún

La prisión domiciliaria de 'El Rey del Burdel' ha generado indignación ante las fiestas que se organizan. | Foto: Especial

Los residentes del fraccionamiento Maralago detectaron el regreso de un vecino incómodo, Raúl Martins Coggiola, quien continuará su juicio por trata de personas en prisión domiciliaria.

Las noches tranquilas en el exclusivo fraccionamiento Maralago en Cancún se acabaron hace casi dos meses. Un nuevo inquilino llegó para romper la calma de los vecinos que descansaban a la orilla del mar: el ex espía argentino Raúl Martins Coggiola, mejor conocido en el crimen organizado como Rey del Burdel, está de vuelta en el Caribe mexicano.

MILENIO confirmó que, en completo sigilo, Raúl Martins logró el 1 de septiembre lo que tanto tiempo había anhelado: continuar su proceso judicial por los delitos de trata de personas y lavado de dinero en prisión domiciliaria y cambiar su frío dormitorio en el Reclusorio Norte –donde vivía desde su detención en 2019– por un cálido departamento de lujo en Quintana Roo con vista al mar.

Increíblemente para sus víctimas –una de ellas conversó con este reportero con la condición ser identificada como “Fabiola” por miedo a una venganza– la justicia mexicana permitió que Martins eligiera como residencia la misma ciudad donde hace más de 20 años abrió giros negros como The One, Ellegance, Divas, Mix Sky Lounge, que tenían apariencia de centros nocturnos pero que en realidad eran casas de seguridad para mujeres obligadas a prostituirse bajo la amenaza de ser asesinadas, si no cumplían con una cuota altísima de servicios sexuales diarios para clientes adinerados.

"La gente debe saberlo: Raúl Martins está de vuelta en Cancún”, dice una aterrada Fabiola. 
“Increíblemente, le permitieron volver al lugar donde hizo más daño a México. No es casualidad: este señor tiene conexiones para relanzar su carrera criminal, porque no sabe hacer otra cosa. Viene a hacer negocios sucios, no hay duda alguna".

Raúl Martins rompió así con seis años de encierro, tras ser detenido un 3 de octubre en un último tramo de territorio mexicano antes de huir hacia Belice. 

Agentes mexicanos que lo buscaban con una orden de captura internacional lo identificaron a pesar de una ridícula peluca negra que buscaba tapar su calvicie, lentes oscuros y un falso acento mexicano.

El hombre fue detenido a pesar de usar una peluca
Un peluquín no fue suficiente para evitar la detención de Raúl Martins. | Foto: Especial

Raúl Martins era buscado como un violentísimo “tratante VIP” que servía a la élite argentina y mexicana, a quienes grababa a escondidas en sus table dance para luego extorsionarlos. 

Desde su detención, a sus 71 años, auguró a su defensa legal que no moriría en una celda ni que habría poder político suficiente en su natal Argentina para hacerlo volver y enfrentar las acusaciones en su contra. 

Y hace unas semanas cumplió su profecía: el hijo pródigo de la explotación sexual se da baños de sol en el Caribe mexicano.

Prisión domiciliaria en ruidoso penthouse

Los residentes del fraccionamiento Maralago sospecharon que había un nuevo vecino indeseable cuando, de un día para otro, aparecieron varias camionetas de la Guardia Nacional que acompañan en turnos matutinos, vespertinos y nocturnos a unos 40 uniformados, quienes custodiaban las entradas y salidas de ese residencial ubicado en el kilómetro 9.5 de la carretera que atraviesa la Zona Hotelera de Cancún.

Al ser cuestionados por el despliegue de seguridad, los agentes revelaron que tenían órdenes de vigilar a un hombre recién mudado con cargos graves en Argentina, su país natal, para evitar su escape.

Los residentes entonces miraron con recelo el departamento F del piso 10, uno de los más caros por sus balcones con vista alta, donde hace años vive Estela Noemí Percival, pareja y socia de negocios sospechosos de Raúl Martins, según la justicia sudamericana.

“Todos están muy molestos e incómodos con la situación. Se sienten inseguros y atentados a su privacidad”, cuenta Fabiola, quien asegura que la medida cautelar de prisión domiciliaria era largamente soñada por el acusado, pues representa un obstáculo más para que la Cámara Federal de Casación Penal de Argentina pueda dictar una sentencia que lo llevaría a una cadena perpetua en su país.

Pero no por viejo Raúl Martins se ha ablandado. Al contrario. A sus 77 años, cuentan, es el mismo despiadado que en 1974 se volvió agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado de Argentina –una especie de centro de espionaje– para combatir a activistas por la democracia, el que cobraba a la dictadura argentina por desaparecer a jóvenes peronistas, el que huyó hacia México para convertir a Cancún en un enorme prostíbulo.

El mismo que se alió con Los Zetas para enganchar mujeres bellas con falsas promesas de empleo y asesinarlas sin dejar rastro. El que fue denunciado por su propia hija Lorena Martins como un torturador y feminicida serial.

Lorena Martins
Raúl Martins fue denunciado por su hija como feminicida serial. | Foto: Jorge Carballo

El sujeto que financió campañas políticas de alcaldes y gobernadores quintanarroenses –como el priista y hoy preso Roberto Borge– a cambio de protección para seguir con sus negocios de “violaciones exclusivas”, de acuerdo con acusaciones consignadas en un viejo expediente de la extinta Procuraduría General de la República.

El retorno del Rey del Burdel a Cancún se confirmó cuando los vecinos del residencial Maralago perdieron el arrullo nocturno de la marea y en su lugar comenzaron a escuchar música estridente hasta la madrugada y el grito “¡Martins, Martins!” durante bacanales en el paraíso cancunense.

Una fiesta nada infantil

Una de las fiestas más ruidosas organizadas por Raúl Martins fue una abierta violación a las medidas cautelares de prisión domiciliaria para cualquier persona en México: a las 14:00 horas del 18 de octubre citó a sus amigos y familiares en la alberca del fraccionamiento Maralago, cuyo nombre está inspirado en el lujoso inmueble de Palm Beach Florida, en Estados Unidos, que ahora es propiedad del presidente Donald Trump.

El encuentro entre amigos, socios y cómplices del ex espía argentino tenía como fachada un evento llamado Neón Party, el supuesto cumpleaños 11 de Santino 'N', su sobrino político.

Testigos contaron a este diario que en un salón de fiesta oscuro, la celebración se alargó más allá de las 21:00 horas.


Algunos piensan que, en lugar de celebrar el aniversario de un niño, el encuentro sirvió para planear, de nuevo, la fuga del criminal de quien fue amigo cercanísimo del empresario y pornógrafo infantil Jean Succar Kuri, quien murió en junio de 2024 en Cancún, su también centro de operaciones ilegales.

La usuaria de X y activista contra la explotación sexual @RachelHolway, publicó: “18 de octubre 2025. Raúl Martins socio de Mauricio Macri (expresidente de Argentina). Narco proxeneta pedófilo que está en prisión domiciliaria organiza fiesta y manda invitaciones. Planea fugarse #RaulMartins #NoALaTrata”.

La imagen de la invitación a la supuesta fiesta infantil organizada por el argentino remataba con un “No olvides tu traje de baño”.

La fiesta siguió la tradición de Raúl Martins en Quintana Roo, según las fuentes consultadas: invitados con actitudes prepotentes, hombres alcoholizados, mujeres que llegaron desde table dance clandestinos en Cancún. 

Y los niños relegados a una esquina del salón, reducidos a utilería para una puesta en escena.

“Siempre es un ambiente vulgar, nada lindo. Beben mucho vino, mucho alcohol, mucha droga, ¿cómo eso puede ser una prisión domiciliaria?”, se cuestiona Fabiola. 
“Es un escándalo. Lo sacan de la cárcel para llevarlo a una prisión de oro y, encima, le ponen escoltas de la Guardia Nacional, ¿quién en México goza de un privilegio así, cuando está acusado de delitos graves y de colusión con el crimen organizado?”.

Al ser denunciado, quiso matar a su propia hija

A pesar de que Raúl Martins ya está más cerca de los 80 años, sus víctimas aseguran que su vida criminal goza de cabal salud. A él, incluso, se le puede ver con frecuencia en el gimnasio del fraccionamiento Maralago haciendo pesas, un hábito que adquirió de joven y que extendió hasta su vieja celda en la Ciudad de México.

Cancún
Para sus víctimas, cada día que pasa Martins en Maralago, Cancún, es un día menos de justicia. Foto: Especial

Cuatro víctimas, a través de Fabiola, sospechan que el ex espía argentino dirige desde su prisión con vista al mar nuevos table dance donde son explotadas mexicanas y extranjeras: hay uno en el Callejón de los Milagros del kilómetro 9 en la Zona Hotelera de Cancún, y uno más en el tercer piso de la Plaza Fórum, en el mismo destino turístico.

Ahí, según las fuentes, sus testaferros obedecen todo lo que se les ordena desde el exclusivo fraccionamiento Maralago: cómo crear falsas ofertas de trabajo, cómo retener a las mujeres que llegan hasta los locales, cómo infundirles miedo, cómo golpearlas para que no se noten los moretones, cómo aleccionarlas cuando haya un operativo policiaco e, incluso, cómo matarlas sin dejar rastro, además de los negocios ilícitos típicos de giros negros, como la venta de drogas, alcohol adulterado y hasta la clonación de tarjetas bancarias.

“Las autoridades deben investigar los giros negros en esas direcciones y su relación con la estancia de Raúl Martins en Cancún. Si él está detrás de esos prostíbulos, no me quiero ni imaginar lo que están pasando esas mujeres”, lamenta Fabiola.

Una historia contada por la hija de Raúl Martins expone la violencia de la que es capaz el ex espía: una joven secuestrada por la red del argentino se arroja de un automóvil en movimiento en la carretera que conecta a Cancún con Playa del Carmen: prefirió eso a ser entregada a Los Zetas por no juntar la cuota diaria.

Rey del Burdel
De acuerdo con testigos, 'El Rey del Burdel' vive con excesos y negocios ilícitos. | Foto: Especial

Al caer se partió la cabeza y un automóvil rodó encima de ella. Sus captores la abandonaron creyendo que era imposible que siguiera viva con tantos huesos rotos, pero cuando se enteraron que está convaleciente en un hospital, a los tres días fueron por ella y la torturaron por semanas por órdenes del Rey del Burdel.

“Eso cuenta Lorena Martins. Ella lo denunció ante la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos de la Procuración General de la Nación en Argentina. 
“Aún recuerdo una frase que usó para justificar que testificaba contra su propio padre: ‘¿cómo yo podría amarlo después de eso? Luego, Raúl Martins quiso matarla, ¡a su propia sangre! ¿Por qué tenemos que vivir con un tipo así entre nosotros?”, se queja Fabiola.

Para sus víctimas, cada día que pasa Raúl Martins en Maralago, Cancún, es un día menos de justicia y un día más del cumplimiento de su plan de pasar sus últimos días en el paraíso caribeño que él se dedicó a arruinar.

ksh

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Óscar Balderas
  • Óscar Balderas
  • Oscar Balderas es reportero en seguridad pública y crimen organizado. Escribe de cárteles, drogas, prisiones y justicia. Coapeño de nacimiento, pero benitojuarense por adopción.
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