En la década de 1970, la vida en México transcurría entre contrastes. Mientras en las ciudades crecía la clase media y se respiraba cierto aire de modernización, en otras áreas del país el rezago social y la falta de oportunidades marcaban el ritmo cotidiano. Aún se vivía bajo el dominio del PRI, con una aparente estabilidad política que ocultaba tensiones profundas.
A 55 años de distancia, muchas cosas han cambiado, entre ellas la política interna de México y su relación bilateral con Estados Unidos. Sin embargo, hay un aspecto que comenzó a gestarse en los 70 que se ha mantenido y que, incluso, se ha intensificado con el paso de los años: la lucha contra el narcotráfico.

En la actualidad, la administración del presidente Donald Trump mantiene como una de sus principales tareas disminuir el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y desmantelar las principales organizaciones criminales responsables de ello.
Pero, ¿cómo inició todo? En MILENIO te explicamos.

El origen de la guerra de EU contra el tráfico de drogas
A inicios de la década de 1970, Estados Unidos enfrentaba un creciente problema de consumo de drogas entre su población, especialmente entre los más jóvenes.
Bajo ese contexto, como una de sus últimas acciones, el presidente Lyndon B. Johnson anunció en 1968 la fundación de la Oficina de Estupefacientes y Drogas Peligrosas —que más tarde se convirtió en la conocida Administración de Control de Drogas (DEA)—.
Con la llegada del presidente Richard Nixon a la Casa Blanca, Estados Unidos intensificó sus acciones contra el consumo de drogas. Por ejemplo, el 21 de septiembre de 1969 anunció la Operación Intercepción, misma que tenía como objetivo combatir el tráfico de mariguana.

No obstante, no fue sino hasta el 18 de junio de 1971 cuando Estados Unidos anunció oficialmente la guerra contra las drogas, una política que buscaría acabar con la producción, comercio y consumo de estupefacientes.
Para 1975, el país de las barras y estrellas anunció su primera gran campaña antidrogas: Operación Cóndor, que tenía como objetivo centrarse en la producción de mariguana y amapola que se registraba en el 'Triángulo Dorado', región montañosa al noroeste de México que abarca Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Aunque fue idea de Estados Unidos, la operación fue dirigida por el Ejército Mexicano con asesoría de la DEA.
A pesar de sus logros en erradicación de cultivos, no logró frenar el crecimiento del narcotráfico; por el contrario, los grupos criminales se adaptaron, se reorganizaron y extendieron su influencia a otras regiones del país.
¿Qué hizo EU contra las drogas a inicios de los 2000?
Con la llegada de los 2000, la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico entró en una nueva fase.
Aunque el objetivo seguía centrado en la erradicación y el control del tráfico de estupefacientes, el contexto global —marcado por los atentados del 11 de septiembre de 2001— llevó a que la seguridad nacional se convirtiera en el eje de la política exterior estadunidense. En ese contexto, la lucha contra las drogas se entrelazó con la lucha contra el terrorismo.
En México, si bien aún no había un operativo militar a gran escala, comenzaron a consolidarse mecanismos de cooperación bilateral, incluyendo el intercambio de inteligencia, capacitaciones y asistencia técnica.

Durante esta etapa, Washington también intensificó su política de extradiciones y reforzó la presencia de la DEA en territorio latinoamericano, asumiendo un rol más activo en las investigaciones y operativos contra redes internacionales de tráfico.
Aunque las acciones se presentaban como esfuerzos por reducir el flujo de drogas hacia Estados Unidos, las cifras de consumo en territorio estadounidense se mantenían altas, mientras que en los países productores y de tránsito la violencia asociada al narcotráfico comenzaba a escalar.
¿Qué hizo Donald Trump en su primera administración?
Durante su primer mandato (2017–2021), Donald Trump mantuvo una línea dura en materia de seguridad fronteriza y combate al narcotráfico, aunque con un enfoque centrado casi exclusivamente en el control migratorio y la construcción del muro fronterizo como solución a múltiples problemas, incluyendo el tráfico de drogas.
Trump argumentaba que los cárteles introducían grandes cantidades de drogas a través de la frontera sur y que un muro físico detendría ese flujo.
Sin embargo, múltiples informes de agencias estadunidenses señalaron que la mayoría de los narcóticos ingresaban por puertos de entrada legales, escondidos en vehículos o mediante tráfico aéreo y marítimo, no a través de brechas en el desierto.
RMV.