Una familia que se desplazaba en un automóvil particular quedó atrapada en un ataque armado en el tramo carretero que conduce de Altata a Nuevo Altata, en el municipio de Navolato, Sinaloa.
Las personas iban de paseo rumbo a la playa la tarde-noche del sábado 13 de septiembre. En el vehículo viajaban cuatro familiares: Jesamel 'N', una maestra de 39 años, su esposo y sus dos hijas pequeñas, una de apenas tres años y otra de tan solo dos meses de nacida.
De acuerdo con los primeros reportes, al circular sobre la carretera, el automóvil fue sorprendido por hombres armados. Testigos señalan que los hombres realizaron primero disparos al aire y después dirigieron las balas contra el sedán blanco en el que viajaba la familia.
Uno de los proyectiles impactó en la cabeza de Jesamel, provocándole la muerte inmediata frente a sus hijas y a su pareja.
La emergencia fue reportada alrededor de las 19:00 horas. Elementos de la Secretaría de Marina acudieron rápidamente al lugar, confirmaron la muerte y aseguraron la zona para el levantamiento de indicios.
Los hechos ocurrieron en medio de una jornada violenta donde civiles armados previamente habían atacado la fachada del edificio de la sindicatura de Altata e incendiaron un hotel de la zona.
Violencia en Sinaloa deja otros diez muertos
Balaceras, agresiones y la irrupción de grupos armados marcaron la jornada del sábado 13 de septiembre, que terminó con otros diez muertos y al menos seis heridos en diferentes puntos de Sinaloa.
La mañana comenzó con un caso en la colonia Benito Juárez, en Culiacán, donde civiles armados asesinaron a una mujer e hirieron a un hombre.
Más tarde, en la colonia Francisco Alarcón Fragoso, otro hombre fue asesinado frente a una vivienda cercana al Parque 87.
Horas después, en la colonia Emiliano Zapata, un ataque armado dentro de una vivienda dejó a una persona muerta y dos lesionadas, mientras que en Lomas de Tamazula un joven resultó herido tras recibir disparos en plena calle.
La violencia alcanzó también a las corporaciones: un elemento de la Policía Estatal Preventiva, que había sido atacado en un taller de motocicletas en el sector nororiente, murió en el Hospital General.
Por la noche se confirmó además la muerte de dos hombres que habían sido baleados en una bodega de cocos en la colonia Providencia.
En la sindicatura de Villa Juárez, ráfagas de armas largas provocaron la movilización de militares y policías. Horas después, en la colonia Ciudades Hermanas, sujetos armados ingresaron a una tienda de abarrotes y asesinaron a un hombre.
La violencia subió de nivel en la sindicatura de Altata, donde individuos armados dispararon contra la fachada de un inmueble de gobierno, incendiaron un hotel de la zona y atacaron la caseta de acceso al fraccionamiento Isla Cortés.
En la zona rural de Culiacán, fue localizado muerto un velador en tierras de cultivo a un costado de la carretera La 20.
Al norte del estado, integrantes del colectivo Rastreadoras de San Blas reportaron el hallazgo de restos humanos en avanzado estado de descomposición en un predio de la sindicatura del mismo nombre, en el municipio de El Fuerte.
En Mazatlán, un motociclista que había sido baleado la noche del viernes frente a instalaciones de la Jumapam, cerca de la colonia Benito Juárez, falleció este sábado.
Con esta nueva jornada violenta, Sinaloa acumuló en apenas 48 horas cerca de 20 homicidios, ataques a edificios oficiales, incendios provocados y agresiones a familias enteras, reflejando la magnitud de la crisis de seguridad que se vive en el estado.
ROA
