"Yo espero en Dios encontrarlo vivo", fue lo que relató el 10 de mayo de 2024 la señora Minerva González cuando participó en una movilización de madres buscadoras en el Zócalo de Puebla. Ella dijo presente en su lugar de su hijo José Martín Jiménez González, que desapareció en noviembre de 2018.
A sus 83 años, la espera de 'Minita', como la conocen sus compañeras de lucha, finalmente culminó. Hace unos días fue citada por la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizarle pruebas genéticas, ya que había un cuerpo que coincidía con las características de su hijo, la única familia que le quedaba.
El Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla confirmó que los análisis fueron positivos, por lo que tras siete años de búsqueda, José Martín volvió a reunirse con su madre, aunque no de la forma que ella esperaba.
La señora Minerva recibió los restos de su hijo y les dio sepultura en el panteón de San Salvador Chachapa, en Amozoc, donde aún vivía con la esperanza de que José Martín volviera.
Era comerciante
José Martín Jiménez González tenía 50 años de edad cuando fue visto con vida por última vez el 22 de noviembre de 2018. Era comerciante junto a su madre, Minerva González, pues vendían toallas en los tianguis de la región.
Salió de su casa con el encargo de salir a comprar mercancía en Tepeaca, pero nunca más regresó, lo que provocó que se convirtiera en uno de tantos casos de personas desaparecidas en Puebla.
Desde entonces 'Minita' fue acogida por el Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla para acudir a las jornadas de búsqueda, realizar exhortos a las autoridades locales y acompañar en su dolor al resto de madres buscadoras. El bastón no fue impedimento para caminar las calles o terrenos baldíos, pues su amor de madre era más grande.
AAC