Ex reina de belleza, proveniente de una familia aparentemente acomodada y con un futuro increíble por delante, Claudia Mijangos Arzac, La Hiena de Querétaro, fue acusada de asesinar a sus tres hijos luego de una discusión con su esposo en 1989.
El caso de esta mujer es uno de los episodios de violencia que ha marcado al estado de Querétaro y que, hasta la fecha, prevalece en la memoria colectiva. En la actualidad, la casa donde ocurrieron los crímenes es recinto de una serie de leyendas locales que aseguran que el lugar está embrujado.
En esta edición especial de Halloween de Archivo Criminal, te contamos la historia de La Hiena de Querétaro y qué pasó con la casa donde asesinó a sus tres hijos menores de edad.
 
	Claudia Mijangos, el pasado de la mujer que asesinó a sus hijos
Investigaciones de Estrella Álvarez para MILENIO indican que Claudia Mijangos nació en Mazatlán, Sinaloa, en 1956, donde creció en un núcleo familiar con problemas de unión junto con otros cinco hermanos.
Sin embargo, un artículo de la BBC señala que, pese a sus problemas, los Mijangos Arzac eran una familia de clase alta que le pudieron heredar riqueza a sus hijos, entre ellos a Claudia.
En cuanto a los hermanos de la llamada Hiena de Querétaro, se sabe que tres de ellos sufrieron padecimientos psicomotrices y dos hermanas se divorciaron tras matrimonios fallidos.
el dato¿Qué son los padecimientos psicomotrices?
"Los padecimientos psicomotores son alteraciones del desarrollo que afectan la coordinación de los movimientos y conductas motoras, sin que se expliquen por un retraso intelectual general o un trastorno neurológico específico. Estos trastornos pueden manifestarse como torpeza motriz, retraso en el desarrollo de habilidades motoras básicas, dificultades en la escritura o en actividades que requieren coordinación".
Pero en el caso de Claudia Mijangos, parecía que iba a romper con el mal legado familiar. En su juventud, la mujer terminó una carrera en Comercio y, además, fue coronada reina de belleza en Mazatlán, ya que siempre se distinguió por su belleza particular.
 
	Tras varios años de ejercer su carrera, Claudia Mijangos se casó con un hombre llamado Alfredo Castaños —con el que tuvo tres hijos— y con quien se mudó al estado de Querétaro luego de que los padres de la mujer murieran.
Ya en Querétaro, la familia abrió una tienda de ropa para subsistir y —según un documental de Discovery Channel— Claudia comenzó a dar clases de catecismo en una iglesia, ya que era muy religiosa.
MILENIO informó que, durante esa etapa de su vida, conoció al padre Ramón, de quien se enamoró. Por su parte, en el artículo de la BBC detallan que los conocidos de la familia se dieron cuenta de que Claudia comenzó a tener problemas conyugales con Alfredo.
“Ella y su esposo probaron terapia de pareja, pero no funcionó y se separaron poco antes del crimen de Mijangos”, aseguró la BBC.
 
	Filicidio: el nacimiento de La Hiena de Querétaro
El nombre de Claudia Mijangos fue conocido luego de que la mujer asesinara a sus tres hijos en 1989. Era la madrugada del 24 de abril cuando La Hiena de Querétaro apuñaló a Claudia María, de 11 años; Ana Belén, de 9 años; y Alfredo, de 6 años, en su casa ubicada en el número 408 de la calle Hacienda del Vegil, colonia Jardines de la Hacienda.
Las investigaciones sobre el caso señalan que Claudia Mijangos discutió con su esposo esa misma noche —previo a cometer los filicidios—, lo que dejó a la mujer en un aparente estado de crisis nerviosa.
El dato¿Qué es elfilicidio?
"El filicidio es el acto deliberado de un padre que mata a su propio hijo o hija. La palabra proviene de las raíces latinas 'filius' y 'filia' (hijo/hija) y el sufijo 'cida' (matar). El término puede referirse tanto al crimen como al autor del mismo".
Posteriormente, la mujer fue detenida y, en su primera declaración, acusó al padre Ramón de manipular su mente, de haber ocasionado su divorcio y de ordenarle que matara a sus hijos; aunque también confesó que, durante la madrugada, comenzó a escuchar voces que le decían que usara un cuchillo de la cocina para atacar a sus descendientes.
En el artículo de la BBC se señala que La Hiena de Querétaro comenzó a mostrarse inestable psicológicamente tras su divorcio con Alfredo Castaños.
En un documental sobre el sacerdote Rigoberto Castellano, el padre contó que Claudia Mijangos “(le decía que) veía cosas, decía cosas incoherentes”.
Cabe señalar que, luego de que Claudia Mijangos aceptara los asesinatos de sus propios hijos, se le realizaron estudios clínicos que arrojaron que padecía epilepsia del lóbulo temporal, acompañada de una perturbación de la personalidad tipo paranoide.
El dato¿Qué es la epilepsia del lóbulo temporal?
"La epilepsia del lóbulo temporal causa convulsiones (crisis epilépticas) que se originan en uno de los lóbulos temporales del cerebro, ubicados a ambos lados de la cabeza. Estas convulsiones pueden manifestarse con síntomas como sensaciones extrañas (aura), como miedo, olores o sabores inusuales, y sensación de déjà vu, así como movimientos repetitivos"
“Este tipo de epilepsia produce síntomas como ausencias y pérdida de la conciencia del entorno. Además de esta lesión cerebral, Mijangos tenía esquizofrenia”, explican en el artículo de la BBC sobre La Hiena de Querétaro.
 
	Cabe señalar que, durante la declaración de la criminal, Claudia se refería a sus hijos como si aún estuvieran vivos; sin embargo, el reporte oficial señaló que las víctimas murieron por pérdida de sangre.
Claudia fue trasladada al penal de San José el Alto, en la capital de Querétaro, donde fue sentenciada a 30 años de prisión por el asesinato de sus hijos. Pero, al ser diagnosticada con problemas mentales, fue trasladada al área psiquiátrica del reclusorio de Tepepan, en la Ciudad de México, el 10 de septiembre de 1991.
En 2019, MILENIO reportó que La Hiena de Querétaro fue liberada, pero se sometió a pruebas clínicas para determinar su estado de salud mental y establecer si podía enfrentar su libertad, la cual solo sería posible si un familiar se comprometía a hacerse cargo de ella, pues estaría medicada de por vida.
Por su parte, el padre Ramón fue enviado a España por la Iglesia tras el asesinato. Y aunque la mujer señalaba que él le correspondía su amor, nunca habló al respecto y, hasta la fecha, poco o nada se sabe sobre él, indicó la periodista Estrella Álvarez.

Ecos que habitan en el silencio: ¿Qué pasó con la casa?
En el número 408 de Hacienda del Vegil, en la colonia Jardines de la Hacienda, Querétaro, se encuentra la casa donde se cometieron los crímenes; construcción que, con el paso de los años, dejó de ser una vivienda y se transformó en un símbolo de violencia en la ciudad.
Sus muros despintados y ventanas rotas no solo resguardan el polvo del abandono, sino la memoria de uno de los crímenes más estremecedores en la historia mexicana.
Después del crimen, la casa fue asegurada por las autoridades y, posteriormente, quedó abandonada, pues ningún familiar reclamó la propiedad.
Según consta en la escritura número 4336, la vivienda, con una superficie de 197 metros cuadrados, permanece legalmente a nombre de Claudia Mijangos, quien la adquirió en 1985 por 3 millones 500 mil pesos.
Durante un tiempo, los vecinos exigieron que el lugar fuera vigilado por patrullas ante la constante presencia de curiosos; sin embargo, el respaldo por parte de las autoridades duró poco.
Cansados de ver forzadas las rejas y de los intrusos, los vecinos decidieron levantar bardas y colocar alambres de púas para evitar el ingreso de las personas que iban a visitar la casa.
Con el abandono, llegaron las historias. Los queretanos dicen que en las noches se escuchan risas, pasos y llantos infantiles. Otros aseguran haber visto la silueta de un niño asomarse por la ventana del segundo piso.
Los relatos han sido alimentados por programas de televisión, videos en YouTube y pódcast dedicados a lo paranormal, como Extranormal o el conducido por Carlos Trejo.
Sin embargo, los vecinos de la zona afirman no haber tenido algún contacto o experiencia paranormal, probablemente con el fin de ahuyentar a los visitantes curiosos que se infiltran en el 408 de Hacienda del Vegil.
“Desgraciadamente, sí se siente una vibra muy pesada por lo sucedido, pero lo verdaderamente preocupante fue que, cuando la casa estuvo abierta, muchas personas se dedicaron a hacer rituales de todo tipo”, relató un vecino en una publicación de Facebook.
A pesar de eso, aquellos que han visitado este recinto afirman que “la energía que se transmite no es algo habitual”. Las ventanas te invitan a mantener la vista en su interior, mientras que, con solo poner un pie en los alrededores, los escalofríos recorren el cuerpo de aquellos que buscan visitar el lugar.
“Visité la casa en compañía de mi esposa (ella no sabía nada sobre la historia de Mijangos); sin embargo, me pidió que nos fuéramos lo más pronto posible. Al llegar a la casa se puso a llorar y confesó haber visto con claridad a tres niños esperando a alguien junto a un hombre alto vestido de sacerdote”.
“Yo creo que esa noche hubo una posesión o algo por el estilo, porque no creo que Claudia fuera capaz de asesinar a sus hijos; además, todo está muy raro”, comentó Paco Arias en redes sociales.
 
	En los últimos años, las paredes del inmueble se cubrieron de grafitis. Algunas pintas son recientes; otras llevan años marcando las fachadas.
En redes sociales incluso ha circulado una fotografía manipulada donde se ve un supuesto cartel de “Se vende”, lo cual es falso. La casa no está a la venta.
Hoy, la casa Mijangos forma parte del imaginario queretano. Aparece mencionada en recorridos de leyendas locales, en crónicas urbanas y en la memoria de quienes aún recuerdan aquella madrugada.
La historia de La Hiena de Querétaro forma parte de los archivos del crimen mexicano, pero la casa —esa que sigue en pie a pesar del abandono— es un símbolo de horror en México.
RM
 
	 
	 
	