La audiencia de vinculación a proceso contra Brandon 'N', María Fernanda 'N' y Fátima 'N', investigados por el homicidio del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, fue aplazada para este viernes.
Durante la diligencia, una de las imputadas presentó a su nueva defensa particular, cuyos integrantes solicitaron al juez diferir la audiencia al argumentar que apenas tuvieron acceso a la carpeta de investigación y necesitaban tiempo para analizarla.
Reprograman para este sábado audiencia
El juzgador aceptó la petición y reprogramó la audiencia para mañana a las 9:30 horas, momento en el que se definirá si los tres señalados serán o no vinculados a proceso por el delito de homicidio calificado con ventaja y traición.
Asimismo, la nueva defensa de una de las investigadas afirmó que su representada habría sido víctima de tortura por parte de elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, por lo que anticiparon que interpondrán una denuncia por estos hechos.
"Nosotros necesitamos conocer los registros de la carpeta de investigación, saber de qué se le acusa y ver todos los elementos para preparar la defensa de nuestra representada", dijo en entrevista, Omar Rangel abogado de María Fernanda 'N'.
Desaparición del sacerdote
De acuerdo con la ficha emitida por la Comisión de Búsqueda de Personas, Ernesto fue visto por última vez por sus familiares el 27 de octubre, pero el reporte se levantó dos días después.
A través de las entrevistas con los sospechosos por el caso, la Fiscalía tuvo conocimiento de que el último día con vida del sacerdote fue el 29 de octubre, cuando éste tuvo un encuentro con Fátima en un hotel, pues supuestamente desde hace un año mantenía relaciones íntimas con la mujer que trabaja como escort.
Posteriormente, su acompañante lo habría guiado a un domicilio en Tultitlán, con la intención de robarlo, en el cual ya los esperaba Brandon.
Mujer habría 'drogado' con gotas al sacerdote
Dentro de la vivienda las tres personas estuvieron conviviendo, y aquí se desprenden dos versiones, una que la mujer lo drogó con gotas para poder despojarlo de sus pertenencias, y otra que estaban consumiendo bebidas y estupefacientes. Ambas versiones finalizan con que Brandon atacó a Ernesto hasta que por un golpe en la cabeza el sacerdote murió.
Después del asesinato, llegó María Fernanda, paraje de Brandon, y los ayudó a intentar esconder el cuerpo, el cual embolsaron y amarraron a un sillón que posteriormente fueron a tirar a un canal de aguas negras.
Asimismo, los implicados vendieron en Hidalgo el automóvil de la víctima por 37 mil pesos, y por el cual se les pudo identificar como posible responsables de la desaparición.
kr