Un juez federal otorgó una suspensión a Teodoro García Simental, El Teo, presunto lugarteniente del Cártel de Tijuana, para que pueda recibir atención médica y no sea objeto de tratos crueles y degradantes al interior del penal del Altiplano, donde se encuentra recluido.
El juzgado cuarto de distrito en materia penal, con sede en Toluca, Estado de México, le otorgó una suspensión de plano a El Teo, quien acusó que no recibe atención médica y es objeto de tratos crueles en el centro penitenciario de máxima seguridad.
¿Qué se sabe de El Teo?
“Se concede la suspensión de plano y de oficio del acto reclamado señalado como falta de atención médica, que se traduce en tortura física (tratos crueles e inhumanos) y psicológica, e implica un riesgo de perder una extremidad inferior o la vida, de que dice es objeto el directo quejoso, pues, de sus relatos se advierte que esa situación compromete gravemente su vida” detalla el acuerdo del juzgado.
En junio, El Teo o El Siete Letras fue sentenciado a 20 años de cárcel, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó del delito de delincuencia organizada y un juez federal determinó que las pruebas presentadas acreditan su plena responsabilidad en el citado acto ilícito.
Según las investigaciones de autoridades federales, El Teo fue identificado como uno de los jefes criminales más sanguinarios del Cártel de Tijuana y cuya detención se logró tras una intervención directa de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en territorio mexicano en 2010.
El Ministerio Público federal lo acusó de ser integrante de dicha organización dedicada principalmente al tráfico de drogas, secuestro y homicidios en Baja California y otras entidades del país.
El Teo se desafió con los líderes del Cártel de Tijuana
Es de mencionar que, a fines de 2008 y principios de enero de 2009, El Teo desafió a los nuevos líderes del cártel, los medios hermanos Luis Fernando Sánchez Arellano, El Alineador; y Samuel Zamora Arellano, El Ingeniero, hijos de Enedina Arellano Félix.
El Teo y su lugartenientes José Filiberto Parra Ramos, La Perra, y Raydel López Uriarte, El Muletas, se negaron a obedecer a sus jefes, quienes les exigieron frenar los delitos de alto impacto como el secuestro, la extorsión, levantones y homicidios, para no atraer la atención de la autoridad.
De acuerdo con datos proporcionados por funcionarios de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), se conoció que los jefes prepararon una reunión para “hablar” con este cabecilla y sus sicarios, lo que derivó en una balacera que dejó 15 muertos.
Este incidente dio pie para que García Simental y su gente decidieran aliarse con el Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana, lo que desató una guerra en Tijuana y otros municipios de Baja California.
La disputa al interior del cartel ya había surgido antes, tras la captura en marzo de 2008 de Gustavo Rivera Martínez, El EP1, quien no sólo era el hombre de mayor confianza de los hermanos Arellano Félix y encargado de las finanzas de la organización, sino también el principal jefe de sicarios del Cártel de Tijuana.
RM