Policía

De los Guzmán a los Treviño: las familias que forjaron la cúpula de los cárteles en México

En un negocio en donde la ambición y las traiciones están a la orden del día, los más grandes cárteles que operan en el país han optado por reducir riesgos a través de sus propios vínculos sanguíneos y enlaces matrimoniales.

Múltiples son los factores que han propiciado el imparable crecimiento de cárteles en México. Desde la demanda del mercado internacional de las drogas y hasta la debilidad institucional son parte de los elementos que han influido en que las organizaciones delictivas alcancen niveles de macrocriminalidad, no obstante, la clave también ha radicado en una repetitiva variable interna: la familia.

Aunque los tiempos en que existían “códigos” que dictaban la conducta de sus integrantes ya quedaron en el pasado, las bases que asentaron los llamados capos de la vieja guardia se edificaron a través no sólo de vínculos sanguíneos sino de enlaces matrimoniales.

¿El objetivo? Reducir riesgos de deslealtades y traiciones a través de la confianza y el beneficio mutuo que los clanes familiares obtenían de las economías ilegales que controlaban. De este modo, algunos apellidos han trascendido como protagonistas en la historia del hampa del país y, aunque algunos integrantes han decidido romper el círculo y alejarse de la vida criminal, muchos otros han optado por continuar el legado que sus antecesores les dejaron.

Los Guzmán y los Zambada: la dupla criminal del Cártel de Sinaloa

El Chapo
Mientras El Chapo estaba en libertad fue unos de los narcos que más droga traficó según la DEA (isaac Esquivel).

Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada lograron hacer del Cártel de Sinaloa una de las organizaciones delictivas más poderosas e influyentes no sólo en México sino en el mundo.

Los sinaloenses, cuyos primeros pasos criminales los dieron dentro del Cártel de Guadalajara, se encargaron de tejer cuidadosas redes de colaboradores pero también de dejar el principal control de su organización dentro de su propia familia.

En el caso de los Guzmán, El Chapo contó en primera instancia con el apoyo de sus hermanos Arturo, Aureliano y Miguel Ángel para operar sus redes de trasiego de drogas y lavado de dinero. Los consanguíneos del también llamado Señor de los Túneles fueron los encargados de mantener el negocio a flote e, incluso, de velar por la seguridad de sus sobrinos durante los años que el líder del Cártel de Sinaloa estuvo preso en México, primero en 1993, después en 2014 y hasta la definitiva en 2015 que derivó en su extradición a Estados Unidos.

Con El Chapo neutralizado, fue cuestión de tiempo para que sus hijos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, así como Ovidio y Joaquín Guzmán López quedaran al frente de su organización delictiva. Convirtiéndose de este modo en los herederos de su imperio criminal.

Tal y como su padre les enseñó, Los Chapitos contrajeron matrimonio con las hijas de lugartenientes que estuvieron durante años al servicio del Cártel de Sinaloa. Por ejemplo, reportes del medio Borderland Beat dan cuenta de que Adriana Meza Torres, hija de Raúl Meza Ontiveros alias El M-6, un violento lugarteniente asesinado en 2007, sería la esposa de Ovidio Guzmán López. Del mismo modo, Elsa Félix Beltrán, hija de otro jefe de seguridad identificado como Víctor Manuel Félix, sería la esposa de Jesús Alfredo Guzmán Salazar.

Iván Archivaldo Guzmán Salazar, por su parte, está casado con Zulema Aracely Lindoro Navidad cuya hermana, Olga Ereyda, es esposa de Lázaro Gambino Espinoza, un doctor en derecho que ha destacado dentro de las espectro de la política sinaloense, de acuerdo con reportes periodísticos. 

El Mayo Zambada
Ismael 'El Mayo' Zambada fue detenido en Estados Unidos el 25 de julio de 2024 | Especial

En el clan Zambada, la situación no ha sido distinta, pues tras el secuestro y entrega del también llamado Señor del Sombrero a Estados Unidos, es su hijo Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco, quien quedó al frente de la facción del Cártel de Sinaloa que su padre encabezó hasta su arresto el 25 de julio de 2024.

Otros de los hijos de El Mayo que se vieron involucrados en actividades delictivas son Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo; Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo; y Serafín Zambada Ortíz.

Aunque no hay registros de que las familias Guzmán y Zambada estén vinculadas por enlaces matrimoniales, sí lo están por compadrazgos. Dicho detalle fue ventilado durante el juicio de El Chapo en Nueva York cuando El Vicentillo relató que Joaquín Guzmán Loera es padrino de uno de sus hijos.

El compadrazgo entre Joaquín Guzmán Loera y sus socios también fue evidente con Dámaso López Núñez, alias El Licenciado, quien se convirtió en padrino de las gemelas que El Chapo tuvo con la exreina de belleza Emma Coronel.

Años más tarde el líder del Cártel de Sinaloa también se convirtió en el padrino de bodas de Dámaso López Serrano, mejor conocido como Mini Lic.

Desde los Avendaño Ojeda hasta Los Salazar y Los Valenzuela, son múltiples los clanes familiares que se han puesto al servicio del Cártel de Sinaloa en peldaños más abajo, no obstante, en la cúpula continúan ubicándose los Zambada y los Guzmán.

Valencia y Oseguera: los apellidos del CJNG

El Mencho es uno de los criminales más buscados por Estados Unidos. (Especial)
El Mencho es uno de los criminales más buscados por Estados Unidos. (Especial)

Hace más de 50 años, el pueblo de Aguililla en Michoacán vio nacer a quien décadas más tarde se convertiría en uno de los narcotraficantes más buscados de México: Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.

El líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) logró consolidar su organización como la de mayor expansión en México, no obstante, para alcanzar su poderío se valió no solo del apoyo de sus hermanos Abraham y Antonio Oseguera Cervantes sino también de un viejo clan familiar michoacano: Los Valencia.

Entre los años 80's y 90's, en Michoacán Armando Valencia Cornelio y Luis Valencia Valencia ostentaban una figura de empresarios aguacateros en Uruapan y Aguililla. Lo que pocos sabían es que en realidad había logrado establecer las alianzas necesarias en Colima para incursionar en el narcotráfico.

Con el paso de los años Los Valencia se convirtieron en el origen del Cártel del Milenio, una organización criminal que formó parte de la llamada Federación, un conglomerado de cárteles que, bajo la dirección del de Sinaloa, controlaron el lucrativo negocio del tráfico de drogas en México.

El Mencho formaba parte de los sicarios de Armando Valencia Cornelio, quien años más tarde se convirtió en su suegro luego de que el líder del CJNG contrajo nupcias con su hija Rosalinda González Valencia.

Tras la captura de Valencia Cornelio y de otros liderazgos como el de Óscar Orlando Nava Valencia, el Cártel del Milenio se dividió en dos facciones que iniciaron una batalla por el control del negocio en Jalisco: Los Torcidos y La Resistencia. Al frente del primer grupo quedó Nemesio Oseguera Cervantes cuya alianza matrimonial le dejó como aliados a sus cuñados.

Abigael González Valencia, 'El Cuini', número dos del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Abigael González Valencia, 'El Cuini', número dos del Cártel Jalisco Nueva Generación.

El grupo de 18 hermanos que comparten el apellido González Valencia fueron posteriormente nombrados como Los Cuinis, a quienes el gobierno estadounidense identificó como el brazo logístico y financiero más importante que operaba para el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Los Beltrán Leyva, los Carrillo Fuentes y los Arellano Félix

El narcotraficante Amado Carrillo Fuentes. | Archivo
El narcotraficante Amado Carrillo Fuentes. | Archivo

Grupos de hermanos también han asumido el control de organizaciones delictivas. Aunque comúnmente suele destacar un liderazgo, lo cierto es que sus apellidos han dado nombre y forma a organizaciones criminales que han operado en México.

Por ejemplo, luego de que Amado Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos, diera sus primeros pasos criminales en el Cártel de Guadalajara, asumió el liderazgo del Cártel de Juárez junto a otros miembros de su familia como Vicente y Rodolfo quienes, de acuerdo con InSight Crime, continuaron al frente de su legado.

Vicente Carrillo Leyva, sobrino de Amado, también se sumó a las filas del Cártel de Juárez cuya alianza con el de Sinaloa también formó parte de la Federación, sin embargo, una serie de traiciones desató la enemistad entre los Carrillo y los sinaloenses.

Integrantes de la familia Arellano Félix.
Integrantes de la familia Arellano Félix. (Especial)

Otro grupo de hermanos cuyas operaciones iniciaron en el Cártel de Guadalajara fue el de los hermanos Arellano Félix, quienes hicieron de ciudades fronterizas de Baja California su bastión.

Conocidos también como el Cártel de Tijuana, los hermanos Benjamín, Ramón, Rafael, Javier y Eduardo, se convirtieron en la columna vertebral de una red de trasiego de drogas de la cual el Cártel de Sinaloa también quería el control.

Asesinados, detenidos o extraditados, poco a poco los hermanos Arellano Félix fueron cayendo y su organización fraccionando, sin embargo, trasciende que al frente de una de sus escisiones continúa aún prófuga y operando Enedina Arellano Félix.

El cantante 'Peso Pluma' y la conductora de Televisa, Galilea Montijo, estuvieron involucrados con el Cártel de Sinaloa, asegura el 'Mini Lic'.
Arturo Beltrán Leyva, jefe de uno de los principales carteles de la droga de México, quien fue asesinado el 16 de diciembre de 2009 | Agencia AFP

Los apellidos Beltrán Leyva también se convirtieron en sinónimo de narcotráfico en México al darle mote a la organización que encabezaron los hermanos Arturo, Héctor, Alfredo y Carlos.

Este grupo de consanguíneos originarios de Badiraguato, Sinaloa se convirtieron no sólo en los principales aliados del Cártel de Sinaloa sino también en su familia luego de que Alfredo Beltrán Leyva, alias El Mochomo, se casó con la prima de Joaquín Guzmán Loera.

Pese a dicho enlace matrimonial, en 2008 Arturo Beltrán Leyva acusó a El Chapo de traición luego de que autoridades federales detuvieron a El Mochomo y liberaron a Iván Archivaldo Guzmán Salazar del penal de El Altiplano. El intercambio de cabecillas criminales motivó la ruptura de la Federación y desató una de las guerras intestinas entre organizaciones delictivas más sanguinarias del país.

El legado de los Treviño y los Yépez Ortiz

Vestidos con monos azules, encadenados de los pies y con sus respectivos abogados, los hermanos Treviño Morales regresarán a la corte.
Los hermanos Treviño Morales fueron durante años los líderes indiscutibles de Los Zetas. Foto: Especial

En el noreste de México, además de los hermanos Cárdenas Guillén, es el apellido Treviño el que se ha convertido en una constante al mencionar a líderes de Los Zetas.

Si bien fueron los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales los que mayor atención mediática acapararon por sus sanguinarias formas de operar y de expandir su poderío, tras sus respectivas detenciones y su reciente entrega a Estados Unidos, al frente de sus negocios han quedado algunos de sus familiares.

El Cártel del Noreste, identificado actualmente como una escisión de Los Zetas, fue liderado por distintos miembros del clan familiar, tal fue el caso primero de Juan Francisco Treviño, alias El Kiko; después Juan Gerardo Treviño, El Huevo y posteriormente Carlos Alberto Monsiváis Treviño, La Bola. Todos reconocidos como sobrinos del Z40 y el Z42.

El Marro, cártel de Santa Rosa de Lima./ Especial
El Marro, cártel de Santa Rosa de Lima./ Especial

En Guanajuato, luego de que José Antonio Yépez Ortiz fuera detenido por autoridades federales en 2020, se constató que su violenta organización, el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), continuó operando en el estado bajo el liderazgo de otros miembros de su familia.

En entrevista con MILENIO, el analista en seguridad, David Saucedo, explicó que el CSRL está identificada como una empresa familiar constituida por hermanos, parejas sentimentales, padres y primos del también llamado Marro, cuya influencia se ha extendido a al menos ocho municipios de Guanajuato.

Aunque la estructura de la organización criminal se percibe como horizontal, es decir como un conglomerado de células criminales que actúan en conjunto pero de forma independiente, es Karem Lizbeth Yépez Ortiz, hermana de José Antonio, quién se ubica como el principal liderazgo del Cártel de Santa Rosa de Lima en Celaya.

Llevar alguno de los apellidos de este listado no convierte a las personas automáticamente en miembros de organizaciones delictivas, sin embargo, las historias de cómo los vínculos sanguíneos fueron clave para estructurar la cúpula de las organizaciones criminales más poderosas del país explican tanto su prevalencia, como la relación entre ellas y las transformaciones del mismo hampa pues, pese a que el objetivo siempre fue evitar traiciones, diversos episodios dan cuenta de que en los negocios no hay amigos ni familia.

ATJ

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Anel Tello
  • Anel Tello
  • Periodista egresada de la FCPyS, UNAM. Amo los ositos cariñositos pero cubro temas de narcotráfico, justicia y seguridad. Aprendiz de realidades.
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