Cuidar de los enfermos, darle de comer a los hambrientos y beber a los sedientos, son obras de misericordia que también cumplen todos los días los elementos de la Sedena, Marina y la Guardia Nacional, en las capellanías castrenses, iglesias especializadas para dar soporte espiritual a los a los militares.
En la Parroquia “El Cristo de la Paz”, ubicada en el número 861 de calzada de Legaria, alcaldía de Miguel Hidalgo, el sacerdote Jorge Reyes, sostiene el cargo de Capellán Castrense de la Arquidiócesis Primada de México y ahí realiza misas, confiesa a fieles, da atención a enfermos y a difuntos, pero todas ellas con base en las necesidades de los militares, quienes al tener múltiples ocupaciones, no pueden asistir a una iglesia.
Jorge Reyes contó a MILENIO que el objetivo de esta iglesia es atender a los hombres y mujeres de la milicia, reconociendo en ellos “a personas de carne y hueso, atrás de uniforme, con un derecho con una libertad a creer en lo que ellos quieran siempre que no afecten a nadie” y aseguró que “el Estado debe de velar por que la milicia tenga derecho a la fe”
Debido al peligro al que se enfrentan los militares, los capellanes ayudan a brindarles el sentido de pertenencia y trascendencia, teniendo como base la premisa que “al realizar obras de misericordia, al dejar la vida terrenal tendrá acceso al reino de los cielos".
“La iglesia como madre acoge y les hace ver ese sentido de trascendencia que ellos cumplieron en el servicio con honor lealtad y patriotismo y que Dios se tomará en cuenta sus obras y gozarán de la presencia del Señor”.
El clérigo señaló que si bien los mexicanos son religiosos, los militares lo son aún más, por lo que servir a los fieles es estar conviviendo todos los días con la alegría y con la tristeza.
“Todos los días servimos con alegría, pero no es lo mismo celebrar un bautizo, que es la alegría del nacimiento; un matrimonio, la alegría de dos novios que quieren llegar a ese Sacramento, que la atención a los deudos”.
Además de preocuparse y orar por su propia seguridad en las misiones contra el crimen, las fuerzas de seguridad piden por sobrellevar otros retos complejos, como la pandemia.
Como en todas las iglesias del país, en la Capellanía también hay una imagen de Niño Dios que año con año, familias lo visten en el Día de la Candelaria, y en esta ocasión el ajuar del la imagen religiosa es el traje de guerra "para pedirle a Jesucristo que nos ayude contra esta pandemia y llevar el Plan DNIII, el plan Marina y la Guardia Nacional".
Para el capellán, la iglesia y el Ejército son dos grandes instituciones que han forjado Patria pues, dice, "los militares que profesan la religión católica, el secretario de la Defensa Nacional (Luis Cresencio Sandoval) tiene como insignia, cuatro estrellas y el comandante supremo de las fuerzas armadas (el presidente Andrés Manuel López Obrador), cinco estrellas, las estrellas y las seis estrellas se la damos al general de generales, cómo se le ha denominado a Dios nuestro padre Jesucristo".
La iglesia del Cristo de la Paz, es un templo dedicado a los militares de toda la Ciudad de México para toda la arquidiócesis de México. En 1936 los hermanos Josefina y Guillermo Deluc compraron esos terrenos, y primero se construyó un tejaban, que se demolió.
En 1980, la presidenta del patronato de las damas de la paz, Refugio viuda de López Portillo intercedió ante su hijo, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente López Portillo para que se construyera la iglesia.
El inmuebles es obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien era secretario de Obras Públicas y había construido el Palacio Legislativo de San Lázaro, el Museo de Antropología e Historia, el Estadio Azteca y la Basílica de Guadalupe.
La iglesia fue edificada por el general Raúl Solorio y el encargado de colocar el ajuar litúrgico fue Fray Gabriel Chávez de la Mora, arquitecto, sacerdote benedictino.
Tienen vitrales con las imágenes del viacrucis y las 14 estaciones de la pasión y muerte de Jesús. Al frente, el Cristo de la paz, fabricado por artesanos en Puebla y hecho de pasta de madera, la figura religiosa de más de 4 metros que personifica a Jesús en agonía y del lado derecho del presbiterio se encuentra una cruz.
Además hay una pequeña capilla llamada "De los asensos", que es el lugar donde los militares llevan sus paletas, o insignias que muestran su grado en la milicia, a manera de exvoto para agradecerle al Cristo de la Paz, el favor de haberles permitido ascender en el puesto siguiente.